CAPITULO 6.

18.4K 1.1K 20
                                    

Me tomo por la cintura girándome para recostarme en la cama. Se coloco encima de mí, manteniendo u espacio entre nuestros cuerpos apoyándose sobre sus rodillas. Me besaba con salvajismo y acariciaba mi cuerpo, logre enderezarme, me encontré sentada de frente sobre él, mientras acariciaba mi pierna derecha.
— ¿sabes lo que sucederá cuando V se entere de esto?
—Dijo entre besos—
—no. Dime —dije jadeante. 
—nos matara.
— ¿Qué? 
—no te expondré a la muerte, por mis malditos deseos oscuros. —la intensidad de sus besos disminuyo. —Soy su amigo y estoy traicionándolo. ¿Sabes lo que eso significa? Él, no tolera las traiciones. —se detuvo y bajo de la cama.
Me mantuve en absoluto silencio, para mi suga no representaba “amor puro” sino “protección” deseo tal vez.
—yo no puedo hacerte esto Tn__ perdón… —su semblante cambio se torno arrepentido y culposo. 
Fui hasta él y lo abrase por la espalda. 
—tranquilo suga, para mi V no es nada (mentí) y tu, me has hecho sentir protegida, a salvo ¡gracias! —bese su mejilla. Olvidemos esto…
Después de aquel derroche de pasión, caímos inconscientemente sobre la cama en un profundo sueño, después de haber conversado un rato, sobre “olvidar este episodio” 
A la mañana siguiente del séptimo día, una voz profunda y grave nos despertó.
— ¡suga! ¡Demonios! ¿¡Qué hacen!? 
Era V había llegado antes de lo planeado, nos encontró en una posición un poco convencional. 
Yo dormía sobre el pecho de suga aferrándome en su cuerpo con una pierna y un brazo. Suga tenía su mentón recargado en mi cabeza y sus brazos rodeaban mi cuerpo.
En definitiva no fue buena opción dormí juntos.
V estallo en euforia tomando agarre de la camisa de suga, y sacándolo bruscamente de la cama.

— ¡¿mierda que clase de amigo eres?! ¡Te deje a cargo! ¡Te pedí que la cuidaras! ¡y yo, desconfiando de Jimin! 
Me levante de la cama rápidamente muy asustada jamás había visto tan molesto a V 
— ¡oye V no culpes de todo a Suga, en todo caso yo fui la zorra que durmió con él! 
Tn__ tú y tu bocota ¿por que no solo te callas? Una vez más fui golpeada por mi subconsciente.
—eso no basta te matare de todos modos. ¿A quién se dirige? ¿A quién matara? Esto se torno feo, muy feo y todo ¡por tu culpa promiscua descarada! ¿Ya basta de insultos! Me maldecía para mis adentros.
— ¡V! ¡V! ¡Por dios mírame por favor! —lo tome de un hombro para que me prestara atención. 
— ¡aléjate Tn_ mejor aléjate V jamás te escuchara!—advirtió suga—
— ¡no te atrevas a hablarle! ¡Ella es mía!—respondió V.
Este hombre está completamente loco. —pensé—
— ¡V demonio! —jale de el— ¡sigo siendo tuya! ¡Lo ves! ¡Lo ves! —repetía tratando de tener su atención. 
No había otra opción era calmar al loquito o dejar que nos matara.
Parecía estar tranquilizando a un niño que no puede tener un juguete.
—no paso nada entre suga y yo lo juro —murmure— nada… —jale de su brazo para que soltara a suga, lo soltó y con un movimiento de cabeza indique a suga que saliera. 
— ¿estás mas tranquilo V? Tome sus manos y lo hice caminar en reversa hacia la cama. —Debes comprender que entre suga y yo… —me silencio poniendo su dedo índice en mis labios. 
—vuelve a repetirlo. 
— ¿Qué? —cuestione desconcertada.
—repite eso de V soy tuya. ¡Anda repítelo! —ordeno—
¡Oh! ¡El “sobre controlador, amo y señor misterio” hablo! Debo decir que su reacción me asusto V era un hombre controlador y debía jugar su juego si quería Salir por lo menos ventajosa. 
—soy tuya V. —sonrió, victorioso. Aun que la victoria era mía, yo sabía cómo mantenerlo bajo control. jaja ¿quién manda aquí V? por primera vez mi interior hacia una fiesta por mi victoria.
— ¿sabes que eso no impedirá que mate a suga verdad? Debes estar consciente que el morirá por tus acciones inapropiadas. 

¡Oh demonios infernales la victoria casi era mía!
¿Qué clase de correctivos empleaba ese hombre?
— ¡estas lo… —corregí— estas bromeando! ¡No puedes hacer eso, el, solo cuido de mi, ¿así le pagaras?! V escúchame, no lo hagas y te juro que seré tuya en cuerpo y alma.
Esto era el colmo ¡Tn__ ya había enloquecido por completo! Tal vez era eso, pero lo cierto también, fue que lo dije por pura presión. Las palabras de V eran perturbantes tan sombrías que podía jurara que cumpliría sus amenazas. 

—haré lo que me pidas, pero por favor no asesines a gente inocente por mi culpa.

Me miro sin decir ni una sola apalabra, admito que su silencio me producía temor, esa mirada profunda y esa sonrisa retorcida inyectaban miedo.

—pídeme perdón. —dijo inexpresivo.
—per… don. Perdón. —tartamudee 
— ¡no! Pídeme perdón. —repitió tratando de hacerme saber “algo” pero sinceramente no entendía bien su mensaje. Hasta que separo un poco sus piernas acariciando en repetidas ocasiones su entre pierna.

— ¡vamos! Demuestra lo que mi mujer es capaz de hacer por conseguir mi perdón. —su tono cambio para tornarse animado.

De pronto ya ¿no era su muñeca si no su mujer? ¿A donde quería llegar con esto? ¿Qué clase de perdón quería? ¡Santo cielo! ¡Este hombre aparte de loco es un pervertido!

Tan solo de imaginar lo que estaba a punto de hacer toda mi sangre se acumulaba en mis mejillas, ni siquiera podía mirarlo a los ojos tenia la vista fija en mis manos pensando he imaginado ¡mala idea!

— ¿Qué, clase, de perdón quieres? —cuestione inocente, espero haber hecho un buen papel. 
—solo quiero notarte arrepentida, dijiste hace un momento que ibas a hacer lo que fuera. Te estoy probando, o… al revés. 

¿Al revés? ¿A qué se refiere con eso? Mis pensamientos perturbadores me atemorizaban mucho más que antes.
— ¿y quieres, que…? —cuestioné una vez más mostrando que no sabía de lo que me hablaba.

Sonrío mostrando un gesto lleno de ironía. Me encontraba de pie frente a él, de pronto me tomo de las manos jalando fuerte de ellas haciéndome quedar hincada frente a él.
¡Oh no! Lagrimas de frustración amenazaban con caer y mi interior gritaba ¡no, por favor aun quiero mantenerme limpia, pura no quiero, señor misterio déjeme por favor prefiero mil veces lavar sus pies con mi cabello pero “eso” no lo quiero hacer!
Enseguida coloco sus manos sobre mi cabeza, haciéndome bajar lentamente hasta quedar sobre sus piernas bajo su cabeza a mi oído para susurrar:

—tranquila cariño, yo no te haría ningún tipo de daño. ¿Recuerdas? Si eras obediente jamás te lastimaría pero… esta vez hice una excepción. 

Me puso de pie y después salió. 

Una escena sin duda grotesca, terminare loca si no salgo de aquí pronto. 
Daño psicológico daño psicológico ¿Qué más daño me puede hacer este hombre? Salí de mi trance y corrí tras V, suga tal vez podía estar en peligro.

Tengo que amarte. (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora