CAPITULO 7.

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Entrando a la sala principal me encontré con Jimin.

— ¡Ah! Estas aquí, 
— ¿Qué paso allá arriba? Salieron disparados.
No dije ni una palabra y Salí.
— ¡V! ¡V! —grite en repetidas ocasiones.
— ¡entra a la casa Tn__! —ordeno—
— ¡no V! ¿Qué harás? 
— ¡le enseñare a no tocar a la mujer de su amigo! 
—déjalo Tn__ veamos de lo que es capaz mi querido amigo. —dijo suga, mostrándose indiferente sin una pizca de miedo.

Suga se encontraba en una esquina del jardín, V lo miro con odio y se dirigió hacia él. 
Me interpuse en su paso 

— ¡no V! ¡Perturbaste mi mente… me has hecho mucho daño psicológico, creo que ya pague demasiado! ¡Deja que se marche por favor! 

Mire el rostro inexpresivo de V y sin dudar mas lo abrace fuertemente recargando mi rostro en su pecho podía sentir escuchar los latidos de su corazón… que latía tan veloz.
De alguna manera la postura de V cambio se torno cálida y arrepentida. Dejo que suga se marchara mandando a Jimin tras él. Dejándonos una vez más solos.

Ya había pasado una semana desde aquel extraño momento. V había cambiado conmigo ahora era más frio y no me hablaba mucho.
No pasaba ni un solo día en el que no extrañara a mi familia y a la lista se sumo suga aquel hombre del cual no volvía a saber nada. 

— ¿Tn__? —hablo V—entrando a mi habitación.
— ¿Qué, pasa? —me volví a él—

Camino hacia mí con una postura firme y un semblante sombrío.

—debemos olvidar lo sucedido, ¡te perdone Tn__! ¿Puedes comprender la gravedad de mi amor? 
—Yo, —mire mis manos— 
Levanto mi rostro con sus frías, pero suaves manos.
— ¡rogaras por mi amor te lo juro! —acerco su rostro al mío, besando mis labios. Esta vez nos solo rozo nuestros labios, a lo que pueden llamar “un beso de infantes”. Esta vez me beso igual que dos personas que se aman lo harían. 
Nadie, en toda mi vida me había besado así ni siquiera suga podía igualar su experiencia.

—no quiero que permanezcas en esta habitación siempre, quiero que disfrutes de la mansión conmigo. —Me abrazo pegándome a su pecho.

La primera vez que mi loco compañero me había hablado como una persona normal.

Aun recordaba las palabras que suga me había dicho eso de “acelerar el proceso” esta sería una buena alternativa.
Asentí con la cabeza a las palabras dichas por V 

—vamos cariño, tengamos una cena romántica. —sonrió tomando mi mano para dirigirnos al comedor.

Una mesa muy elegante, nunca en mi vida había visto tal elegancia y romanticismo, ni siquiera en las películas de amor. Cubiertos de plata, vajilla de porcelana, copas de cristal con grecas gravadas, mantel de seda, un arreglo floral, pétalos de rosa regados por toda la mesa, velas encendidas de color rojo que alumbraban toda la habitación y no podían faltar varias botellas de bebidas para a mi desconocidas. 
V lucia tan elegante, con ese traje color guinda y su cabello perfecto a simple vista con una textura suave y sus labios tan rosados y besables… omitiré la pare de “besables” 
Tomamos haciendo y empezamos la cena, me sentía realmente nerviosa, no sabía usar los cubiertos y eso para mí era frustrante aun mas cuando la carne salió de mi plato inconscientemente hice una mueca de disgusto vergüenza al ver como V sonreía divertido. 

—tranquila, pronto aprenderás a utilizar los cubiertos adecuadamente, a vestir y actuar como toda una señorita.

No sabes cómo me alegro que mi compañía te parezca entretenida. —resople—

Iba a tomar una copa de algún vino fino y extraño, pero V- me lo prohibió.
— ¡no! —regrese mi brazo a su posición normal. No, cariño tu, no beberás aun eres menor de edad.

—está bien tranquilo. No lo haré, 
¡Cielos! ¿Qué onda con mi papa? Hable en mi interior.

—Tn__ dime —su voz se torno insegura. —tú, y suga tuvieron…
Sabía a donde iría con eso de “tuvieron… 

— ¿sexo? —las palabras salieron de mi boca sin ningún preámbulo ni una pizca de pudor. 
¡Cielos Tn__ ¿qué pasa contigo?! —Me ruborice— ¡no, si eso pensaste definitivamente no! —Aclare mi garganta—

—Menos mal… —percibí un cierto nivel de pudor en V.

Termino la cena, cada uno nos dirigimos a nuestras respectivas habitaciones, como era costumbre me duche antes de dormir.

Era incomodo tener que ponerme la ropa que V me daba: 

— ¿el la habrá escogido? —me preguntaba mientras observaba mis prendas intimas. Era un tono morado, con encaje negro y un lindo moño en la parte posterior.

—debo admitir esto me hace ver, muy sexy —hable, mientras me miraba en el espejo frente a mi cama, cuando sentí la puerta abrirse.

—en efecto, te hace ver muy sexy.

¡Demonios infernales V entro! —me gire e intente cubrirme.

V camino hacia a mi tomando mi bata de baño, que estaba en un costado de mi cama cubriéndome con ella.
¡Situación incómoda, situación incómoda! Me alertaba mi subconsciente mientras, yo, lloraba por dentro de pura vergüenza.

Termino de cubrirme. El roce de sus delicadas manos me hacia experimentar una vaga y dulce alegría 
¡Dios! 
Lo empezaba a mirar con otros ojos. ¿Cómo podía excitarme? Tan solo con el recuerdo de “yo con lencería erótica” frente al espejo. Debo ser jodidamente sexy, mi subconsciente jugando conmigo una vez más. ¡Tn__ concéntrate! Sacudí mi cabeza para alejar mis malos pensamientos pero ellos insistían con fuerza al hacerme recordar los dulces labios estúpidamente sensuales de V rozando los míos. ¡Estúpida Tn__! ¿Qué pasa contigo? Es la edad… es la edad. —me excuse—

V se acercó a mí con un gesto de frivolidad, me tomo de la cintura me hizo caminar de reversa hasta pegarme a la ventana, perdiéndome entre las cortinas.
Trague saliva debido a los nervios mientras intentaba tomar valor para mirara V a los ojos. 

¡Oh por dios, con esa cara de pervertido sigue siendo sensual! ¡Maldito seas V. maldito tú y tu estúpida sensualidad! 

Pego sus labios con los míos, sus caderas me mantenían pegada a la ventana. Su mano izquierda tocaba mi cabello haciendo que sus dedos se perdieran en él. 
Su mano derecha caminaba por debajo de mi bata haciéndome sentir un extraño hormigueo por toda mi pierna donde las majestuosas manos de V pasaban.
Una vez más nuestras lenguas hacían su “gran baile de la pasión” V un experto en la anatomía sabia que botones debía presionar para despertar en mi deseos salvajes y oscuros que deseaban ser liberados. 
Jalo del cordón de mi bata y la deje caer.

¿Qué se supone que estaba haciendo? No había tiempo para reflexionar, ni pensar si estaba bien o mal.

Subió mis piernas hasta la altura de su cadera mientras nuestras lenguas continuaban con la danza de la pasión. Camino conmigo hasta la cama recostándome para colocarse encima de mí. Besaba suavemente mis labios después mis mejillas hasta que se cansó y bajo a lamer mi cuello, haciéndome experimentar deseos aun más incontrolables que asustaban a mi interior. 

Sus perfectas manos acariciaban cada ángulo de mi cuerpo. Todo llevaba su ritmo y frecuencia de algún modo me sentí “explorada” 
Primero se detuvo apoyándose sobre sus brazos en la cama y sus rodillas permanecían en los costados de mis piernas, su mano izquierda acariciaba mi pierna derecha con sutileza, después me hizo separarlas, enderezo su cuerpo y empezó a besar mi pierna, a continuación paso su lengua, capturando así, mis reacciones. La misma frecuencia utilizo con la otra hasta subir a mi abdomen en donde deposito besos mojados que me estremecían. 
Hasta que de pronto la delicadeza desapareció, me levanto aun con mis piernas separadas y me hizo subir en él, haciéndome sentir su erección.

¡Sensación nueva! ¡Sensación nueva! Me alerto mi subconsciente.

Apreté mis ojos cuando lo sentí entre mis piernas, V me besaba apasionadamente mientras me movía lentamente adelante y hacia atrás envolviéndome en un placer que prácticamente absorbía todo mi potencial, que había permanecido en la oscuridad. 
Nos quedamos sin respiración cuando pudimos tomar aire mordió mi labio inferior. 

¡Dios mío yo quería mas, yo quería más! ¡Tn__ promiscua descarada ya basta! Mi mente peleaba con mi conciencia.
V se detuvo y una extraña fatiga me asecho. 

— ¿Por qué me siento tan cansada? —cuestione con una voz frágil, agitada y con los ojos a punto de cerrarse.
Aun me encontraba encima de V
Pude sentir su sonrisa, de burla tal vez.

—Aun no estás lista —me abrazo fuertemente pegándome más a él. Yo, deje caer mi cabeza en su hombro, escondiendo mi rostro en su cuello con un gran deseo de dormir, deje mis brazos por encima de sus hombros tras su espalda.

¡Demonios infernales! —clame mientras mis ojos se cerraban ¿Qué demonios fue eso? 
¿Qué le sucedió a la niña que deseaba tanto tener dentro V? ¡Ah cierto! ¡Se durmió, por qué no aguanto! 

Claro estaba, que mi subconsciente y yo nos llevábamos pésimo. A cada momento se burlaba de mí. 
¡No te burles! Eso fue, porque V es muy intenso y absorbe toda mi energía. 

Yo la única loca que no ponía en claro su mente, sus pensamientos… su corazón… 

Tengo que amarte. (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora