CAPITULO 4.

27.5K 1.2K 81
                                    

Preparo todo lo necesario para tener una cena digna. En otros tiempos tal vez me hubiera sentido tan halagada y afortunada por ver el esfuerzo que impregnaba en poner todo en orden, para nosotros dos.

—siéntate. —Ordeno— mientras jalaba la silla cortésmente.
Debo admitir era un tipo loco, pero muy elegante.
— ¡brindemos muñeca! Aun así con toda la galanura continuaba empleando ese sobre nombre de albañil “muñeca” levanto su copa, para enseguida agregar:
—porque, dejaras de ser mi muñeca… Enmarco sus cejas. Para convertirte en mi amor. —agrego—
¿A qué se refiere con todo lo que dice? Este hombre verdaderamente guapo, debo admitirlo, sobre pasa mis expectativas. Cada palabra que formula con sus finos y rosados labios me confunde más. 
— ¿a qué te refieres con eso? —no pude evitar controlar mi curiosidad y pregunté.
— ¿No es obvio, el por qué estás aquí? Note en su rostro una sonrisa bastante arrogante presuntuosa y retadora. —En unos días, semanas, tal vez meses, estarás aquí, —extendió la palma de su mano, y sonrió una vez más empleo esa sonrisa que mostraba un misterio .Comiendo me mi mano —agrego—
— ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? Una vez más la boca de Tn__ estaba desatada, era un hombre misterioso ¿que escondía? ¿Qué tramaba? Con todas esas indirectas, no iba a esperar que guardara silencio imaginando o creando una historia en mi mente. —Por si no lo sabes, tengo antecedentes —suicidas. —dijimos al unisonó— fruncí el ceño intentando responder a la voz en mi mente que se preguntaba de donde o como sabia eso. Ignorando aquella voz, continúe expresando mis ideas confusas. 
—sometiéndome a tanta presión, aislándome y causando temor en mí, no me sorprendería que aquel trastorno regrese y sus planes joven V serán afectados. —intente impregnarle un poco, solo un poco de miedo o por lo menos chantajearlo.
Me miro
Y sonrió como siempre, tan presumido, arrogante y estúpidamente sensual. 
—eso, no pasara ¿Por qué? Porque lo sé, porque te conozco, y por qué se, manejarte muy bien mi querida muñeca. -lanzo su ya famosa sonrisa elegante y muy sexy, ¡demonios! Si era sexy pero estúpido.
¡Estúpido! ¿Por qué tiene que hablarme así? hace que un escalofrió electrizante recorra mi cuerpo como si tuviese un poder sobrenatural sobre mí, —pensaba mientras apretaba mi puño.
Un día muy intrigante, confusa, extraña. Demasiadas emociones por un día.
Termino la tétrica y rara cena, me llevo a mi habitación.
Caballerosamente, estiro su mano dándome paso para que entrara primero, entre y me dirigí hasta la ventana levante la pesada cortina y mire que ya era de noche, pareciera mentira pero no tenía idea de que hora era. Pensaba a cada momento en mi familia. V cerró la puerta, creí que ya se había marchado pero no, se dirigió hacia mí, me quede inmóvil pensado que tal vez ese hombre misterioso y estúpidamente sexy tenía razón “jamás iba a salir de ahí”
—los dos solos… hablo, casi en un susurro, en un tono poco común para mi, solo lo había oído en las películas donde el hombre sensual y malo de la protagonista, le hace propuestas indecorosas a la inocente protagonista. Tomo mi cabello y lo coloco al lado izquierdo de mi hombro dejando así, mi cuello y oído desnudos. — ¿no te asusta lo que pueda pasar esta noche? Volvió su maldito susurro que me hacia estremecer y esa electricidad que recorría todo mi cuerpo, haciéndolo temblar por un momento. 
¿Era lo que imaginaba? ¿Cómo me propondría salir de esta? Por muy sensual, guapo y excitante que fuera, yo jamás me atrevería perder mi virginidad con un desconocido loco a quien no amo.
Tuve que tomar un poco de valor para lograr articular un par de palabras
— ¡no te atrevas! Porque si lo haces te juro que… antes de poder terminar la oración, me tomo brusco, para girarme y quedar cara a cara y puso su dedo índice en mis labios.
—no jures muñeca. —Sonrió cínico— no estoy tan ansioso. Tomo mis mejillas y se acerco a mi rostro rozando sus finos labios con los mío. Una vez más la estúpida sensación se la electricidad recorriendo mi cuerpo apareció, pero esta vez acompañada de un extraño revoloteo en mi estomago que me incomodaba y me hacia desear cierto tipo de cosas raras, aun que normales para una adolescente de mi edad. 
¿Quién no se hubiera sentido tentada ante ese aroma embriagador que respiraba, ante sus finos y rosados labios besables y esa piel tan perfecta que solo había visto en los bebes? Tal vez solo era la edad si, estaba deseosa de algo, extraño que jamás había probado ¡demonios! Saboree aquel roce de sus labios. Maldecía a mi mente la cual se encontraba volando en un mundo lleno de perversiones, rápidamente sacudí mi cabeza para eliminar cualquier rastro de ellos.
Ya alejada de mis locos y escabrosos pensamiento y por suerte alejada de sus labios pude recoger mi cordura y el sonrió ante mi reacción.
—aun no estás lista. —Afirmo— me tomo de los hombros y se acerco a mi oído. Por que cuando lo estés, suplicaras por un beso mío. —beso mi mejilla y salió de la habitación.
¡Estúpido! ¿Que no acabas de sentir cuanto disfrute aquel intento de beso? Lo maldecía para mis adentros.
Sea cual sea, el deseo que el provoca en mi, tengo que ¡salir de aquí! no puedo simplemente olvidar de mi familia y mi libertad por el hecho de desear a un loco que lo único incuestionable que causa en mi es temor. Pensaba e intentaba formular un plan para salir de ahí.

Tengo que amarte. (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora