CAPITULO 3.

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Lo miraba asustada antes sus reacciones, 
— debes tener hambre ¿es eso? O ¿prefieres tomar una ducha antes? Compre ropa y todo lo necesario para ti. —se acerco a mí al ver que mis lagrimas no cesaban. Susurro tomándome fuerte entre sus brazos. Un abraso bastante salvaje. —más vale que te portes bien, no quiero hacerte ningún tipo de daño… hasta que estés lista. —soltó una risita burlona que me estremeció.

“Ese sujeto estaba realmente loco. ¿Estar lista para qué?” 

—deja de llorar. Te dejare sola para que te tranquilices. Camino hacia la puerta, pero de repente se volvió para agregar una advertencia. — ¡Ah! Y no intentes escapar o te ira mal. Jamás nadie ha podido escapar de mi Tn___. —salió—
¡Demonios mi cabeza estallará! Con tantas preguntas sin respuesta. ¡Debo hacer algo para salir de aquí mi familia debe estar preocupada por mi desaparición!

me levante de la cama, y estuve observando cada detalle de aquella habitación, la ventana, los rincones, debía haber un lugar por donde pudiera escapar.
Abrí la ventana para ver que tan alta estaba la habitación en donde me encontraba. Y si, era un lugar muy alto, pero tal vez escalando, sujetándome bien de la mampostería la cual dividía la ventana del primer y segundo piso. Tal vez podría bajar a salvo, pero y ¿después de eso como saldría? ni siquiera sabia en que lugar estaba.
Mi huida debía planearla muy bien, sin ningún error que me costara la vida.
Al cabo de unos minutos aquel hombre reapareció en la habitación:
—¿ya terminaste de inspeccionar la habitación? —cambiando drásticamente de tema señalo una puerta— ahí, está el baño, aquí tienes todo lo necesario. — dejo en la cama ropa y artículos que más tarde supe que se trataban de perfumes, shampoo y demás artículos de higiene personal. —cuando termines sal, que yo estaré esperándote, para mostrarte tu nuevo hogar. 
Ignorando completamente lo dicho por el hombre cuestione sin ningún preámbulo:
— ¿Cómo se llama? ¿Quién es usted?
Sonriendo frívolo llevo su mano a su barbilla y me respondió:
—llámame, V. — se dio la vuelta y se aproximo a salir.

¿V? ¿Qué tipo de nombre es ese? Quería derrumbarme en llanto, pero debía actuar cautelosa, si quería salir con vida de ahí.

Tome la ropa y demás artículos para ir a ducharme. No quería averiguar qué tan ciertas eran sus amenazas, si llegaba a desobedecer sus órdenes.
Mientras el agua caía en mi cuerpo inevitablemente de mis mejillas caían lágrimas de frustración, desesperación, miedo. Sentimientos que se basaban en lo tétrico.
Salí tal y como él lo había deseado, y con una mueca de cinismo se acerco a mí.
— ¡realmente eres una niña hermosa! —mojo sus labios mientras me observaba detalladamente. Había vestido las prendas que me dio; un vestido en dos piezas, arriba de la rodilla. La falda era un tono coral y la parte posterior azul marino con un saco en tono beige. La tela era delicada y muy cómoda supongo que de alguna marca italiana o, ¿qué se yo? Pero de que re afina lo era.
Yo en cambio lo mire con repudio. Era un tipo apuesto pero todo lo sucedido me hacia odiarlo, así que aquella belleza simplemente salía sobrando. 
— ¡ven! Te mostrare todos los rincones de la casa.

¿De qué se trataba esto? ¿De un mal sueño? ¿Una pesadilla disfrazada?
Intentando ser cortes, aquel apuesto, pero sombrío hombre me ofreció, su brazo para acompañarme.
—si quiere ser cortes… ¡le suplico me deje ir, mi familia debe estar muerta de la preocupación yo jamás falto a casa! ¡No saben nada de mí! ¡No saben dónde estoy! ¡Ni siquiera yo sé en donde estoy! ¿Por qué me tiene aquí? ¿Para qué? No entiendo. Una vez más mis ojos se llenaron de lagrimas a punto de salir, y mi voz se empezó a quebrar. Luchaba para no estallar en llanto.

Al parecer mis suplicas llenaron de disgusto a V frunció el ceño y mordió leve su labio inferior soltando un pesado suspiro que no auguraba nada bueno. Hasta que por fin hablo:
—seré claro contigo, es lo menos que puedo hacer. ¡Tú! ¡Serás mía! Por eso estas aquí. ¿Por qué? ¡Porque eres perfecta! ¿No te agrada? No me importa porque terminaras amándome yo lo sé. Y por tu familia ya me encargue de ellos… ¡pero! Solo continuaran vivos siempre y cuando cuente con tu amable cooperación ¿entiendes? 

Mi familia era mi punto débil, el que la mencionara hiso que las palabras articuladas por él, anteriormente no me importaran. 
— ¿Qué le hiciste a mi familia? — exclame llena de ira e impotencia. Lleve mis manos hasta mi rostro y caí al piso de rodillas, estaba en un momento crítico en mi vida.
— ¡no hagas eso muñeca! —se inclino para levantarme.
— ¿Quién eres? ¡¿Por qué no me respondes!? 
— ¿Qué quién soy? Eso depende de ti, —dijo con un gesto de arrogancia. —Podre ser tu ángel guardián, aquel que te protege de cualquier cosa, el que siempre estará contigo, incluso cuando todo el mundo se halla ido, yo siempre estaré ahí… —decía con un timbre de voz muy cálido, mientras acariciaba mi hombro, me miraba directamente a los ojos. O puedo ser tu demonio —cambio el tono de voz, y sus caricias eran más bruscas, al igual cambio su mirada se notaba molesto. —aquel hombre que te lastima, te hace sufrir, pero al que amas profundamente al que necesitas, con el que soñaras todas las noches… aquel demonio que te convirtió en una adicta al dolor. —acaricio mi mejilla y limpio mis lagrimas. Yo permanecía tensa. Ahora ¡levántate! —me ordeno— y limpia esa lagrimas que muy pronto todas tus dudas serán aclaradas.
Me tomo de la mano y con un movimiento precisó y delicado, la beso. Dispuesta a caminar a su lado Salí a recorrer la mansión.

Aquel hombre cuyo nombre era una sola letra, me provocaba un temor inexplicable al mismo tiempo cada cortesía de su parte me llenaba de cobijo, aquel hombre era capaz de de relajar y desconcertar a cualquiera. Estaba en sus manos, era eso, o arriesgar a mi familia y por ellos yo estaba dispuesta a sacrificarme lo daba todo por ¡ellos! Incluso me sometiera al dolor.

Me mostro toda la mansión, era realmente hermosa y lujosa; mampostería perfecta, balcones decorados con flores, un jardín que parecía infinito, alberca que parecía un océano, y más allá, alrededor de la casa un bosque.
No se percibía un sonido que determinara, si había vida humana a las afueras de la mansión, lo único perceptible era el sigilosos ruido del aire fluyendo y golpeando las copas de los arboles, ese silbido que desprendía de aquel acto de la naturaleza solo eso…

V estaba a mi lado sin soltar mi mano. Se acerco a mi oído para susurrar:
—sí, intentas escapar, lo más seguro es que te perderás en el bosque, y serias alimento para lobos… y yo… quiero ser tu único lobo. —Alzo la voz— Seria una pena compartirte con ellos.

Cada palabra que formulaban sus rosados labios me llenaban de temor, no tenían sentido alguno… a menos para mí, no.

—no me quedare aquí por siempre. — Dije y lo mire gélida— Algún día saldré, —continúe hablando, ahora lo hice con un tono retador, ese, que la antigua Tn___ usaba cuando alguien más quería ganarle la batalla. En cambio, el, rio burlón como si estuviese completamente seguro de mi futuro a su lado.
—si muñeca, saldrás de aquí. Pero conmigo, —dio un paso a delante soltando mi mano. Como te dije hace un rato, está en ti, mirarme como tu ángel, o tu demonio ¡elige! —Ordeno— sonriendo sínico. —Sea lo que tu elijas jamás te apartaras de mi.
— ¡tú, solo eres un demente! —respondí eufórica sin pensar que tal vez, el, siendo un loco podría ser capaz de matarme.

— ¿tienes hambre? Había ignorado por completo aquel insulto. —se acerco a mi— ¡ven! Vamos a comer. —me tomo de la mano y llevo con él hasta la cocina debo decir que lucía feliz.
Este tipo tenía repentinos cambios de humor, mas me valía irme con cuidado.
Mientras cocinaba, observaba detalladamente cada ingrediente que agregaba, no quería distraerme por si era capaz de poner algún veneno en la comida.
— ¡ven! ¡Acércate! —ordeno el— debes aprender a cocinar cada uno de los platillos que me gustan, solo que por un tiempo lo haré yo ¿está claro? —Asentí— agrego sal y algunas especias, y yo lo observaba silenciosa. —No le agregare veneno —rió irónico—
Al parecer este hombre leía mi mente, o algo así .

Tengo que amarte. (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora