Segunda temporada de la trama "Simplemente yo" después de una larga temporada separados, en el cual cada uno ha rehecho su vida.
Por casualidad o gracias al destino sus caminos vuelven a juntarse
Día siguiente, me paso la mañana estudiando con Yolanda, mejor plan para una mañana de domingo, dentro de poco llegan los exámenes y hay que estar preparadas.
Al medio día comemos las dos juntas, algo ligero, como de costumbre, y hoy más, estoy un poco nerviosa.
Me doy una ducha rápida y me preparo para estar lista cuando venga Daniel a buscarme, me avisará cuando llegue, así que de momento tengo tiempo.
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Llegan las 4 y mi móvil suena. Daniel me está esperando en la entrada, así que bajo en su busca una vez lo tengo todo listo.
-Ya era hora tardona -bromea Daniel-
-Lo bueno se hace esperar -contesto riendo-
-Por cierto Michelle, estás preciosa
-Gracias -sonrío- vamos? -pregunto saliendo de la residencia-
Y así es, nos montamos en su coche y ponemos rumbo a casa de sus padres, durante el camino me comenta que ya no vive con ellos, ya se ha independizado, está trabajando en una gestoria, de asesor financiero. Se ha buscado la vida el solito y le está funcionando.
Llegamos a su casa y entramos, hay bastante gente, celebrando el cumpleaños de Eva, cumple 60 por lo que puedo ver en los globos colgados por las paredes.
Escucho un pequeño grito de emoción, acto seguido noto como me elevan del suelo a causa de un fuerte abrazo.
-Cariño -Comenta Eva- cuánto tiempo -sonríe- que ganas tenia de verte
-Hola -sonrío- lo mismo digo, muchísimas felicidades mamá postiza
Eva ríe dejándome en el suelo, Daniel saluda a su madre con dos besos y un abrazo, le entregan todos los regalos mientras aplaudimos y sonreímos.
Estoy sentada con Daniel en un gran sofá, hablando un poco de que hemos hecho durante todos estos años separados, sin saber el uno del otro.
-Que ganas tenia de poder hablar sin discutir -sonríe Daniel pasando su brazo por mis hombros-
-Y lo divertido que es pelear -bromeo- yo también Daniel.
Sonrío apoyando mi cabeza en su hombro, mientras juego con uno de los agujeros de su pantalón, entretenida mientras él acaricia mi pelo.
-Oye y si nos hacemos una foto -sonrío animada sacando mi teléfono del bolsillo- por los viejos tiempos.
-Venga va -sonríe Daniel colocándose el pelo-
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