SIMPLEMENTE YO | 2a TEMPORADA

31.

~ MICHELLE ~

Después de cenar los dos juntos algo ligero, una ensalada con un poco de pollo a la plancha para acompañar.

Una vez hemos acabado de cenar decidimos irnos directamente a la habitación, principalmente porque los dos estamos realmente cansados, ha sido un día largo y ajetreado, entre fin de exámenes y dani con su trabajo y la tarde con amigos, estamos bastante cansados la verdad

Cada uno se pone su pijama o lo que use para dormir, por ejemplo, yo duermo en ropa interior y una camiseta ancha, Daniel en cambio, duerme directamente con unos pantalones de pijama anchos, sin nada más.

Nos echamos en la cama para ver un rato Netflix en la tele mientras estamos abrazados, Daniel acaricia mi espalda mientras yo acaricio su pecho.
Creo que no pasan ni 20 minutos cuando ya estoy durmiendo plácidamente en los brazos de Daniel.

~ DANIEL ~

Despierto al día siguiente, viendo como Michelle sigue dormida con su cabeza apoyada en mi pecho.

Apoyó su cabeza en la almohada para escabullirme a la ducha. Y así hago, me doy una ducha rápida y vuelvo a la habitación para vestirme.

~ MICHELLE ~

Bostezo despertándome sola en la cama, abro los ojos lentamente viendo como tengo a Daniel vistiéndose delante del espejo, como abrocha los botones de su camisa y coloca la americana.

Porque es tan jodidamente irresistible? No entiendo porque siento tanta debilidad ante semejante hombre.

-Buenos días -susurro con media sonrisa-

Daniel sonríe desde el espejo mirándome.

-Buenos días guapetona -contesta guiñándome un ojo-

Me levanto de la cama acercándome a él, dándole un beso.

-Quería dejarte dormir -añade Daniel- es tu primer día de vacaciones y necesitas descansar.

-Estoy genial -sonrío ayudándole con la corbata- a demás no sabes lo bonito que es despertar contigo y verte preparándote -Le guiño un ojo-

-Si es que tengo que quererte -sonríe besando mis labios- te amo.

Bajamos a desayunar, Daniel se toma su café de cada mañana acompañado de unas tostadas.
Yo, en cambio me bebo mi zumo natural de naranja y un par de galletas.

Daniel se va a trabajar y yo me quedo en casa. Necesito un día de relax y desconexión. Sola.

Me paso la mayoría de la mañana limpiando y recogiendo un poco, escuchando música y hablando con mi grupo de amigos.

Están planeando pasar un fin de semana todos juntos, alquilando un apartamento. Somos aproximadamente unas 8/9 personas en principio, por tanto, no saldrá demasiado caro.

Tienen pensado hacerlo este mismo fin de semana, si por suerte encontramos algún apartamento libre y disponible, si no, dejarlo para la próxima semana.

Me parece una brillante idea, un fin de semana con los amigos, para celebrar el inicio del verano.

Ayudo a buscar apartamentos que estén medianamente bien. Y al fin encuentro un apartamento que cumple con la mayoría de nuestras expectativas a un precio asequible y no demasiado exagerado.

Una vez todos dan su apoyo y confirmación decidimos resérvalo, para así asegurarnos su disponibilidad. Y así hacemos, reservamos y pagamos. Poniéndonos en contacto con el propietario del apartamento para conocer condiciones extras y sobretodo, tema llaves, donde, cuando y hora.

Daniel llega a las 3:30/45 aproximadamente, listo para comer juntos, después de 8h trabajando tiene un montón de ganas de volver a casa y comer.

Comemos y una vez estamos en el sofá planeando que hacer por la tarde le explico el plan para este fin de semana.

-Y yo también estoy invitado? -pregunta Daniel no muy convencido-

-Pues claro bobo, porque no deberías estarlo? -contesto confusa-

-Pues no se, a penas conozco a tus amigos, no pinto demasiado en ese apartamento -dice Daniel-

-Eres mi pareja, pintas tanto como yo -Añado seria- es una gran oportunidad para conocerlos, nos lo pasaremos genial, ya verás

-Borja viene? -pregunta serio Daniel-

-Si -afirmo-

-Genial -murmura Daniel- entonces seguro que si nos lo pasaremos genial -contesta vacilando, no muy contento ante la situación-