Segunda temporada de la trama "Simplemente yo" después de una larga temporada separados, en el cual cada uno ha rehecho su vida.
Por casualidad o gracias al destino sus caminos vuelven a juntarse
Pues nada, aquí lo tengo, a escasos metros de mi, realizando peso muerto, con una camiseta gris, acompañada de unos pantalones deportivos negros, básico pero cañón.
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Se ponga lo que se ponga está cañón, estos años le han sentado de maravilla, 24 añitos.
Dejo de mirarlo y sigo con mis ejercicios, mi orgullo es mucho más grande que mis ganas de coger y comérmelo a besos y abrazos.
Pero no Michelle, tu eres mejor que eso, después de todo lo que has pasado, todos los llantos, todos los momentos mirando el móvil esperando un deseado mensaje suyo, pero nada, nunca llegaba nada.
Hablo animadamente con uno de los entrenadores que hay en el gimnasio para asesorarte y ayudarte con los diferentes ejercicios y máquinas, aver cual me aconseja realizar ahora.
~ DANIEL ~
Estoy concentrado haciendo unas pesas para calentar un poco y seguidamente seguir con mis ejercicios diarios.
Escucho una voz familiar, con una pequeña risa coqueta, el nudo en el pecho vuelve a crecer, esta vez con más intensidad, Michelle se que estas cerca, donde estás? Porque no dejas de atormentarme y de hacerme sentir así?
Vuelvo a buscarla con la mirada, recorro cada rincón de la sala de máquinas, persona por persona hasta que al fin la veo, con su conjunto gris, con esas curvas, ese pelo, esos ojos, esa sonrisa, ese todo que la hace perfecta ante mis ojos, aunque ella se vea muchos defectos o se los viese, para mi esos dichosos defectos la hacían aún más perfecta.
Porque ella es así, con caos total, una montaña rusa, que un día se come el mundo y al otro no puedes dejarla sola porque se hunde en ella misma. Pero siempre, siempre con esa preciosa sonrisa sarcástica en la cara, me guste o no, me sigue volviendo igual o más loco que antes.
24 años que tiene y lo bien que le han sentado.
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Veo que está hablando, o más bien, coqueteando con uno de los entrenadores, mientras el otro gilipollas le sigue el rollo de una manera increíble, disimulad un poco anda, que hay gente.
Esto se acaba como yo me llamo Daniel.
Dejo las pesas en su sitio y me acerco decidido hacia Michelle
