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"Querido Jeno:

Sé que a lo mejor no esperabas otra carta, pero necesito estar contigo o tan solo sentir que tú estás aquí, a mi lado -y cuando la leas que yo a tu lado-. Te he extrañado estos días, pero debo acostumbrarme a estar lejos de ti, aunque se me sea imposible tratar de no salir de casa e ir hacia allá y estrecharme en tus brazos, pero estoy haciendo todo lo posible para soportarlo.

Te escribo porque quiero que sepas que no le entregaré mi corazón a nadie más, además tú aún lo tienes allí, por algún lugar guardado. No buscaré a nadie porque aún te amo Jeno y debes saberlo, mi cuerpo es todo tuyo desde el momento que me regalaste ese anillo de plata con tu nombre y fecha de nacimiento incrustada en el. Rodeados de árboles de cerezo y rosas, con el sol iluminadonos con todo su esplendor.

Yo aún tengo tu anillo, ¿tú aún guardas el mío?

Jeno, te juro que me aleje con una razón y que era mejor hacerlo de este modo para que no volviéramos a chocar, porque ambos sabemos que somos muy contrarios entre sí, pero que raramente, nos complementamos, pero tristemente debemos volver a empezar, hacer el "borrón y cuenta nueva" que todos suelen decir.

Sé que no estás comprendiendo nada de lo que te digo... Pero realmente todo tiene su razón, solo espero que recuerdes y si lo haces, que me perdones por el gran secreto que ocultó y por haberte dejado 6 meses solo.

Te ama.

-Jaemin."

▪️▪️▪️

1 mes después...

Hay veces en que lo mejor es sacar personas de tu vida, o simplemente borrar todo e iniciar de nuevo. Eliminar todo lo malo y empezar algo nuevo, eso era lo que estaba haciendo en estos momentos. Quizás debía empezar de nuevo -además de ir recuperando las cosas más importantes de mi pasado-. Tenía más que claro que, no podría volver a mi carrera de medicina, no recordaba nada de ella, por lo que, solo quedó en la memoria de mis pacientes y compañeros que fui el mejor doctor de Seúl.

Tenía sus dos cartas guardadas en un pequeño cofre que me dio Mark, "te gustaba cuando éramos pequeños" eso es lo me que me había dicho y ahora tenía ese simple objeto en mis manos mirándolo con tristeza.

Me puse de pie y lo dejé en su lugar y luego me fui a mi oficina, en donde me senté en mi escritorio e hice click en Word sin tener una mínima idea de lo que iba a hacer, solo estaba dejando que mi cuerpo se mandará por sí solo; entonces miles de palabras comenzaron a ser transcritas en esa hoja digital. Estaba dejando que mi corazón y mis sentimientos y mis pequeños recuerdos se mezclaran con esas palabras que estaban llenas de vacíos e incoherencias, pero, a pesar de todo eso estaban escritas con lo profundo de mi corazón.

Estuve unas horas borrando y añadiendo palabras, sacando todo de mí y plasmarlo. Sentí como alguien se ganaba detrás de mí y como luego su respiración se situaba detrás de mi oreja.

-Está muy bueno... -habló aquella voz y yo solo asentí y me giré lentamente a ver quién era, pero no era más que Lucas y Mark-. ¿Estuviste toda la tarde en eso? -Me preguntó aún leyendo.

-Sí... -respondí haciendo una pausa-. Solo lo hice, sin pensarlo, solo... Escribí, y convertí de ese documento un capítulo, aunque no tienen un orden aún, pero no creo que sea algo muy interesante de leer, además no creo que la gente se lo tome bien si lo llegase a publicar...

-A mí me gusta... -Respondió extrañado Lucas y luego le hizo un gesto con su mano a Mark para que también leyera y este lo hizo.

-Repito, no creo que la gente se lo tome a bien, es una historia homosexual y ya saben, vivimos en Corea y todas sus normas -les expliqué, pero de igual modo fui ignorado y ambos se miraron y sonrieron.