Who;;Nomin

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5 meses...

Jaemin desde que lo conocí habia descubierto que era un chico "extraño", pero en el buen sentido. Nana, Jaemin... Era una mezcla de tantas emociones y personalidades, pero que cuando las conocías a fondo te dabas cuenta de lo especial que era y de lo afortunado que eras de tenerlo a tu lado.

Ahora me encontraba mirándolo desde la distancia, como caminaba hacia mi puesto, luciendo tan elegante y atractivo con ese traje, con su mirada seria, pero con esos ojos coquetos. Mientras tenía su típica sonrisa. Le veía caminar hacia a mí y aún no podía entender en mi mente como una persona tan bella como él, estaba con alguien tan simple como yo. Veía como las camareras y uno de los camareros se giraron a mirarle, como solo con su presencia podía llamar la atención de todos, pero él jamás les dio atención, el solo tenía su mirada fijada en alguien más y ese alguien era yo.

-Lo siento amor, pero Renjun insistía en ponerme maquillaje y se me hizo tarde -me explicó mientras tomaba asiento y colocaba sus manos sobre la mesa, para luego guiñarme un ojo.

-Te ves hermoso.

Le dije sin pensar y el solo río, para luego levantar su mano nervioso y pedir que alguna de las meseras vengan a atendernos. Pero cuando esta llegó no paraba de mirarnos constantemente, como si nunca hubiera visto dos chicos compartir mesa, aún así, solamente lo ignoré, ignoré que ella nos miraba extrañada y con un sentimiento como la decepción. Para luego, sólo alejarse y volver a dejarnos solos, y volviendo a hablar de cosas triviales y que solo a nosotros dos nos causaba gracia. Cosas que solo nosotros dos podríamos entender.

La chica luego de unos minutos volvió y con ella una botella de vino, el cual ambos comenzamos a beber, mientras reíamos y volvimos a contar anécdotas de cuando nos conocimos y como supuestamente él era quien me había coqueteado primero durante un mes y yo no me inmutaba. Como el siempre estaba pendiente de mí y como yo solo le ignoraba.

-Tú solo me llevaste un mes después de conocernos a ese lugar bien lindo donde llegué tarde, allí me coqueteaste mientras tenías tus ojos llorosos mirando el atardecer -hablo mientra bebía de su copa de vino y reía.

-Tú no quisiste ir conmigo. Pero sabes, el mejor recuerdo que tengo a tu lado, es la noche que bailamos bajo la luz de la luna y bajo los cerezos... creo que esa fue la mejor noche de mi vida -le respondí con una sonrisa y el solo río de forma ladina.

-Que romántico Jen... -Rió y volvió a poner su rostro coqueto-. ¿Es por eso o porque lo hicimos por primera vez? -me preguntó aún con la misma sonrisa en sus labios y yo reí.

-Por ambas, pero más por qué estábamos luciendo esa noche hermosos bajo la luz de la luna.

Terminé de decir, para luego mirar como la chica se acercaba a nosotros con nuestros platos y como los depositaba en nuestra mesa y luego se retiraba, volviendo a dejarnos solos, pero esta vez con nuestra comida.

Durante toda esa cena fuimos risas, anécdotas y historias de cuando aún éramos novatos los dos como pareja, cuando no sabíamos tanto del otro coló ahora. Hasta que terminamos de comer y pedimos la cuenta, y así poder llevarlo a nuestro último destino, que era caminar por la calles de la ciudad.

Al terminar solo me puse de pie y ofrecí mi mano, y él la aceptó con una sonrisa en sus labios, para luego ponerse de pie y robarme un corto beso. Saliendo de allí, juntos y con la mirada de todos sobre nosotros. Comenzamos a caminar, primero sin destino alguno y luego con un destino que yo sólo sabía. Que era el primer lugar que fuimos. Me giré a verlo por un corto momento, como sus dulces labios se movían al formular palabras, como sonreía y pasaba la punta de su lengua humectandolos. Para luego darse cuenta de mí miraba, girándose y sonreirme, haciéndome sentir con pánico y voltear de inmediato la vista y mirar hacia el frente y, descubrir que ya estábamos por llegar a ese lugar. Y como él ya estaba descubriendo hacia dónde íbamos, pero supuse que solo estaba guardando sus comentarios.