-Hola mi nombre es Satomi T/N , soy una chica de 17 años nacida en Japón, vivo con mi madre. Tengo un novio llamado Hoseok y una mejor amiga llamada Sakura, todo en mi vida era maravilloso, me iba bien en las clases, era la mejor deportista y iría a una gran universidad en el futuro, mi vida parecía estar totalmente planeada eso hasta que una noche mi madre decidió que nos mudaríamos a Corea por culpa de su trabajo. Estaba tan triste y enojada, tener que abandonar mi vida, mis amigas y..... a Hoseok, mis últimos días en la escuela fueron muy tristes tuve que dejar el equipo de atletismo, despedirme de todos y hablar con Hoseok pensé que podríamos mantener una relación a distancia así que ambos estuvimos descuerdo en eso. El tiempo pasó y en un abrir y cerrar de ojos ya había llegado el momento de irme, Sakura había llegado para despedirse pero por más que espere mi supuesto novio jamás llego, abordé con una punzada en mi corazón sin saber siquiera si alguna vez volvería a ver a mis amiga o a mi novio pero esto era lo mejor o al menos eso quería mi madre que creyera. -
( ~Unas horas más tarde~ )
-Arribamos en Corea y me desperté un poco aturdida pues había dormido durante todo el vuelo, mi madre dijo que su jefe nos recogería algo que me resultó bastante raro pero para este punto me valía poco o nada lo que mi madre hiciera con su vida a este punto estaba molesta y nada podría alegrarme aún así sonreía como tonta para que mi madre no se sintiera mal por arrastrarme hasta corea-
T/M: buenos días señor Kim -hizo una pequeña reverencia- gracias por venir a recibirnos a mi hija y a mi -me abrazo por los hombros y yo simplemente sonreí-
Sr.Kim: no hay problema Señorita Satomi -se inclinó al igual que mi madre- las llevaremos a su nuevo hogar aquí en corea.
T/M: muchas gracias -mi madre desvió su mirada a los dos chicos que acompañaban al señor Kim, parecían tener mi edad además de verse un poco....antipáticos- Y ustedes quienes son ? -pregunto con un tono dulce y sonriente, sip así es mi madre-
Chica: Un placer conocerla señora Satomi mi nombre es Kim Sukja pero podría llamarme Saki, me gusta más -hablo con una sonrisa- un gusto -hizo una reverencia-
Chico: Y yo me llamo Kim Taehyung pero puede llamarme Tae si lo desea, un placer señora -imitó las acciones de su hermana-
T/M: un placer niños, esta es mi hija -musitó sonriente- preséntate mi amor
T/N : -di un leve suspiro antes de hablar- mi nombre es Satomi T/N un gusto conocerlos -hice una leve reverencia-
-comenzamos a caminar por el aeropuerto y efectivamente ninguno de los chicos me dirigió la palabra, aunque la verdad no me importó mucho solo quería llegar a la casa y tirarme en mi cama, no tenía ánimos de nada extrañaba a mi novio y quería hablar con el pues aún me sorprendía que no hubiera estado en el aeropuerto para despedirse. Luego de un rato llegamos a una limosina algo que no me sorprendió mucho pues no era la primera vez que que subía a una, Mire por la ventana durante todo el trayecto, la ciudad era enorme y el tráfico era horrible pero luego de una hora al fin llegamos a casa-
Sr.Kim: bienvenidas a su nueva casa, me hubiera gustado quedarme pero tengo una junta que debo atender -miro su reloj algo inquieto-
T/M: O no se preocupe Sr.Kim muchas gracias nuevamente por todo -volvió a hacer una reverencia y nos bajamos del auto para al fin entrar a la casa-
-Mi madre me enseño mi habitación al parecer ya estaba totalmente amueblada y tan pronto entre solte las maletas para colapsar en mi cama, estaba cansada y con un lío de emociones encima, esperaba que mañana todo fuera mejor, así que sin más me di un baño para ponerme la pijama y cerrar mis ojos-
( a la mañana siguiente)
-Mi alarma sonó temprano ya que hoy iríamos a desayunar con el jefe de mi madre y sus hijos así que me paré de la cama para ir al baño a hacer mi rutina de limpieza y luego me vestí, cuando baje vi a mi madre muy bien vestida mientras terminaba de peinarse-
T/M: buenos días hija -hablo sonriente terminando de atar su cabello-
T/ N: buenos días -hable intentando no sonar enojada, aparentemente no fui lo suficiente convincente pues mi madre comenzó con su típico sermón matutino-
Mamá: hija por favor ya no estes así ya estamos aquí y no hay marcha atrás, acostúmbrate has amistades nuevas, se que te adaptarás rápido siempre has sido muy sociable y alegre, así que sonríe por favor no me gusta verte así
T/N: - le eche una mirada seria pero al fin y al cabo era mi madre, no podía enojarme con ella por mas que quisiera así que solo sonreí-
Mama: gracias hija -me abrazo-
T/ N: de nada mamá -correspondí al abrazo para luego ir a mi habitación y terminar de maquillarme para salir-
-El timbre sonó de repente y pude escuchar a mi madre musitar un puedes abrir por favor así que baje rápidamente para abrir la puerta logrando ver al señor Kim con unas flores en la mano y una boba sonrisa en su rostro-
Sr.Kim: buenos días T/N -hablo igual de sonriente algo que me ponía nerviosa pues sabía que el gustaba de mi madre, era muy obvio-
T/N: Bueno días señor Kim -hice una reverencia mientras escuche como mi madre bajaba hasta llegar a nosotros-
T/M: buenos días Sr. Kim
Sr.Kim: buenos días Señorita Satomi -le extendió las flores cosa que hizo sonrojar a mi madre-
T/M: basta de formalidades por favor llámeme T/M -sonrió mientras tomaba las flores-
T/N: /que incomodó por favor ya paren/ -toque el hombro de mi madre para que saliera de su mundo- mamá podemos irnos ya tengo hambre
T/M: o si claro iré a poner esto en agua rápido, muchas gracias por las flores -musitó yendo a la cocina rápidamente para poner las flores en agua y volver-
-luego de unos coqueteos por parte de ambos adultos al fin subimos a la limosina, adentro se encontraban los gemelos ambos pegados a sus celulares, yo solo me coloqué los audífonos y mire por la ventana hasta que llegamos a una cafetería muy bonita-
~Continuará~
(Capítulo original escrito el 08/08/20)
(Capítulo editado y reescrito el 10/01/22)
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The Hunters (Suga x T/N) \\Reescribiéndose//
FanfictionT/N una chica de 17 años nacida y criada en Japón, debe abandonar a sus amigos para ir a corea por culpa del trabajo de su madre, allá conoció nuevas personas y hizo una vida normal, o eso pensaba ella hasta que un día una visita a un café desconoci...