Capítulo 16

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Como que madre? Madre mia la que se iba a liar. Yelina era hija de Ana?. Después de salir del orfanato me juré nunca volver a verlas a ninguna de las dos porque lo que me hicieron no tiene perdón aunque a Yelina no la veía desde hace como 3 años. Algo me dice que las cosas no van a acabar bien.

El desayuno se sentía tan frió. Sentia constantemente la mirada de Yelina sobre mi e intentaba actuar normal aunque no paraba de temblarme los pies. Noté la mano de Damina sobre mi muslo y mirándome.

-Tranquila- dijo con una media risa. Le devolví la sonrisa e intente relajarme y terminar mi desayuno para irnos ya de ahí.

Después del incomodo desayuno, cabe decir que solo estábamos los tres ya que la madre de Damiàn después de saludar a su sobrina salió a hacer un poco de deporte con su marido, salimos el y yo al jardín para realizar el dibujo que me haría Damiàn. Hay que decir que estaba demasiado nerviosa porque nunca había modelado para un dibujo ni para otra cosa. Me  senté en una banca blanca de madera que se situaba en el jardín trasero justo enfrente de una hermosa fuente. El se sento en el verde césped  el con pequeños gestos me indicaba a donde mirar, luego empezó a hacer movimientos ágiles sobre la cartulina,  minutos más tarde empezó a contornear la cara haciendo un poco mas de presión con el lápiz. No podia ver mucho ya que el estaba un poco alejado, pero lo poco que había visto me asombró. Después de poco más de una hora, ya sentia cansancio de estar en la misma postura, Damian alzó la vista hacia mi y con una pequeña sonrisa dijo.

-Terminé.- dicho esto se levanto y aumentando más su sonrisa me lo entregó.- He de admitir que es uno de los autorretratos en los que he intentado que queden perfectos.

Quede maravillada ante tal dibujo. Se veía tan realista, marcó muy bien mis  rasgos, incluyendo unas cuentas pecas que tenia en mis mejillas. No sabia que decir así que me acerque y le di las gracias con un simple abrazo.

-Me gusta demasiado,  tines un gran talento Damian. 

Después decidimos volver a la casa para prepararnos ya que me invito a almorzar juntos. Y me acorde de que seguia con el pijama que me prestó la mama de Damian para pasar la noche, y no tenia nada, así que salí para buscar a Damian para decírselo y lo encontre en la cocina hablando con Yelina. No quise entrometerme pero cuando oí que hablaban de mi no pude evitar poner el oído a ver si escuchaba algo.

Vendida A Un PlayboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora