Capítulo 4

9.9K 579 82
                                    


Me abrió la puerta  y  entré dejando así que pasara lo que tuviera que pasar, a parte de eso  me sentía muy débil por los golpes.

Llevábamos como una hora en el coche y parecía que la carretera no se acababa. El coche empezó a frenar poco a poco y vi que estábamos en una gasolinera. En ese momento pensé en escaparme, porque o salia ahora o me esperaba un futuro negro con las intenciones que presentía que tenía ese chico. Intente abrir la puerta pero tenía seguro. Maldición.

-Intentabas hacer algo- dijo con una sonrisa. La mejor sonrisa diría yo.

Solté un suspiro y empeze a ver por la ventana.

Empezamos a entrar en una zona llena de árboles, y a lo lejos estaba una gran casa . ¿Que estoy diciendo? ¡habia una mansión!.

Al llegar a la gran casa, Damián bajó del coche y me abrió la puerta a mi. ¿como una persona como él era tan caballerosa? ¿le tendría que recordar que me acaba de comprar?

-Una pregunta ¿porque me has comprado? no quiero decir que yo esté de acuerdo, esto a pasado super rapido y el miedo me...- no me dejo acabar y empezó a hablar.

- Porque hablas tanto?- me cortó- te he comprado por el simple echo de que me aburro mucho- abrí los ojos pensando lo peor a lo que el empezó a reír- es broma, claramente te compre porque en ese sitio acabarías muy mal. 

- ¿entonces no me tengo que fiar de ti?- dije con cara pensativa.

- Ya te lo he dicho, no quiero hacer nada contigo. Solo me has dado pena. Pero aun así no te dejaré ir porque- se acercó a mi odio- no volveré a perderte - me susurro.

Una corriente eléctrica pasó por mi. ¿Este chico estaba bien? ¿Como que volver a perderte? 

-Esta será tu habitación, espero que te sientas a gusto aquí.

- Estaría mucho mas a gusto en otro lugar- dije rodando los ojos

-Pues te tendrás que ir acostumbrando- dijo frío.

Tenía que entender que no podía confiar en alguien que me ha comprado, del dia a la mañana aunque él no parecía mala persona.

-Damián, ¿te puedo preguntar algo?

-Depende- dijo sin despegar la mirada del móvil.

-Que va a pasar conmigo, sigo sin creerme que me hayan vendido, Damián no soy un objeto porque voy a ir a la po...- no me dejo continuar

-No te va a pasar nada vale- dijo levantándose- no tengo malas intenciones contigo, y te aseguro que conmigo vas a estar mejor protegida-  e

- Y que voy a hacer todo este tiempo aquí-

- Pues lo que quieras, menos romper las normas- dijo subiendo las escaleras y me hizo un gesto para que lo siguiera.

- ¿Qué normas?- dije con el ceño fruncido.

- Primera, no puedes salir de aquí sin un acompañante autorizado por mi,- iba a reprochar pero no me dejó- segundo, puedes entrar a cualquier parte menos a mi habitación, y tres no puedes tener contacto con el exterior okay. Ah, y las demás normal te las iré diciendo a los largo de estos dias.- Este esperaba que me quedase aquí más "dias"

- Tampoco conozco a nadie, así que vale.

-Por cierto, ¿como te llamas?- 

-Aida- respondí cortante fijándome en la decoración de la gran casa.

-Edad- 

- Acabo de cumplir los 18 y tu.

- 23, pareces más grande- respondió riendo.

-Ja Ja, que gracioso-

-Se ve muy fea la herida que tienes-

-Si?  no me había dado cuenta- dije ironica. 

-Vamos a curarte anda. 

Vendida A Un PlayboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora