01: La guarida del conejo

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11 de octubre de 2020 | 20:00 horas

La luz de un relámpago seguido de un estruendoso trueno, iluminaron la pequeña habitación que a ambos les acogía. Yoongi tomó en sus brazos la pequeña cintura de Jimin, que en un pequeño saltito se había permitido abrazar la cadera del mayor. Aquellas manos se enredaron como serpientes a lo largo y ancho de la espalda ajena, mientras eran sus labios los que le robaban los suspiros jadeantes del chico de tes pálida. Yoongi solo pudo atinar a dejarlo sobre el viejo escritorio de madera que en su haber estaba decorado con cientos de periódicos de días pasados, una lampara y un par de bolígrafos. Aquella pasión había provocado sin duda alguna una ventisca seductora que inmediatamente se enredó en aquel papel, este salió volando cuando Jimin apoyó la espalda en la fría madera.

Al abrir las piernas no pudo evitar tirar también a su paso aquella lampara que apenas tocó el piso comenzó a rodar por el amplio suelo de madera rechinante, en su caída, los bolígrafos de punto fino acompañaron ese rodar interminable. Los besos de ensueño lograron que ambos se olvidaran de la terrible tempestad que fuera les recordaba la nostalgia de días pasados; caricias que habían sido como el mero infierno en su inicio, la sentencia de la avaricia que poco a poco uno de los dos desarrolló.

La piel ajena fue deseada en su máximo esplendor que, incluso aquel ser lleno de ira se veía lleno de debilidad al ver el profundo mirar. Se había vuelto loco por sus besos, su cordura quedó incluso fuera de su propio alcance cuando le vio las manos llenas de sangre por primera vez...

Yoongi comenzó a despojar de aquellas ropas al menor que en un hilo de voz suplicaba lleno de lujuria, sus deseos siempre serían cumplidos sin objeción, era él quien tenía el dominio de su propia satisfacción.

—Yoongi... — los labios hinchados y rojizos de Jimin solo incitaron al mayor a morder aquellos mientras que sus manos tocaban con esmero las zonas erógenas del pequeño pelinegro.

El deseo no pudo consumirse como aquel par de amantes habría querido, pues la puerta había sido abierta de un golpe, dejando ver como un par de hombres armados entraban amenazantes. Min Yoongi se giró sobre sus talones solo para poder alcanzar el revolver que permanecía aún escondido en uno de los cajones de aquel viejo escritorio de madera, sin embargo, aquel movimiento había sido inútil, tres hombres permanecían apuntando su cabeza, al verse encerrado en esa situación, dejó que el gatillo del arma resbalara sobre su dedo índice levantando a la par ambas manos, dejando en claro que no pretendía hacer algo al respecto.

—¡Min Yoongi, suelta el arma y pon las manos detrás! — uno de los hombres que permanecía a la cabeza del pequeño escuadrón sacó las esposas que de inmediato fueron puestas en las muñecas esqueléticas del pálido —. Estas siendo arrestado por narcotráfico y por ser el principal sospechoso de la muerte de Kim Namjoon y Park Suni.

Jimin se quedó estático sobre el escritorio, sus brazos permanecían elevados sobre su cabeza, aquel mirar lleno de lujuria había sido remplazado por un mirar lleno de angustia por no saber que sucedería a continuación.

—Y tú, Park Jimin, estás siendo arrestado por ser cómplice de las fechorías de Min y por ser el sospechoso número dos de la muerte de Kim Namjoon y Park Suni, tus padres.

Jimin no se opuso al arresto, fue escoltado al vehículo de los oficiales que habían llegado a su casa, fue separado desde ese momento del gran amor de su vida, lo último que pudo saber de aquel, fue el cómo había sido ingresado en el vehículo que esperaba frente al de él.

El transcurso fue lento ante sus ojos, no había manera de escapar, no había manera de pensar en una estrategia que le permitiera escaparse de esta para poder estar con Yoongi, por esa razón, se vio obligado a guardar silencio y esperar. La tormenta incrementó su amargura cuando se vio frente al instituto policiaco de Seúl, al bajar del vehículo fue escoltado a toda prisa, no quiso mirar nada más que el suelo y sus pies.

—Jefe, hemos llegado, la misión fue todo un éxito — uno de los hombres mencionó después de que la puerta, de lo que parecía ser una cámara de Gesell, fue abierta.

—Por favor déjenme solo con él, Cha Hun, gran trabajo — el detective mencionó desde la comodidad de su silla —. Y por favor, antes de que se marchen, ¿podrías quitarle las esposas?

El oficial atendió las ordenes de aquel hombre que sostenía entre sus dedos un cigarrillo, cuando dejó salir el humo de su última calada, apoyó las manos sobre el escrito de metal que reposaba justo en medio de la sala. Cuando las muñecas de Jimin se sintieron libres de nuevo, en un acto reflejo las acarició intentando de alguna manera apaciguar el pequeño dolor por la incomodidad que aquellas le habían provocado. Sus ojos entonces se pasearon después sobre el escritorio, en él un cenicero, un café y dos sobres amarillos esperaban por la presencia de aquel jovencillo.

—Park Jimin... puedes sentarte por favor, soy el detective Kim Jaehyun y es un gusto conocerte — el detective mostró una amable sonrisa, intentando de algún modo provocar confianza y empatía al joven frente a sus ojos —. Espero que sepas el porqué de tu presencia en estas instalaciones.

—Si, porque usted creé que yo soy el asesino de mis padres — Jimin apoyó las manos en el escritorio, su mirar se tornó en uno de ironía al ver los ojos de aquel detective —, soy un sospechoso, esto no tiene sentido, acaso ¿cree que un hijo es capaz de asesinar a sangre fría a sus propios padres?

—Realmente espero que no, por ello estás aquí, para contarme tu versión y ayudarnos así a encontrar al asesino de tus padres, Jimin — Jaehyun apagó el cigarrillo frotándolo contra las cenizas que yacían en aquel cristal.

—Ese es su trabajo, atrapar al culpable, no es mi trabajo — esta vez Jimin giró el rostro con desagrado.

—No eres el único que pasará por este interrogatorio, así que si no te opones podemos terminar pronto — el detective tomó entonces uno de los sobres amarillos que reposaban en el escritorio, sus manos tomaron las fotografías que dentro reposaban, una a una las colocó frente a los ojos de Jimin —. ¿No sientes ira al ver esto? ¿No querrías que el culpable pagara el dolor que te provocó con la perdida de ellos?

Jimin no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas al ver cada pequeño recuadro de papel, en cada una de aquellas fotografías se podían ver los cuerpos de sus padres, la escena del crimen había sido brutal, la sangre adornaba el piso y aquel mirar lleno de terror, aquel mirar sin luz y carente de vida impactaban al espectador, aquellas imágenes no dejaban nada a la imaginación. De inmediato, Jimin llevó una de sus manos a su boca, cubriendo el escandaloso jadeo de dolor al ver de ese modo a sus padres, las lágrimas brotaron y entonces miró al detective directo a los ojos.

—¿Qué es lo que quiere saber? — Jimin pronunció con la voz temblorosa.

—Voy a mostrarte una serie de fotografías, las personas a las que verás en ellas son conocidos, algunos son de toda la vida y otros son incluso desconocidos para ti, quiero que me cuentes que tipo de relación tenías con estas personas, también claro está, quiero saber lo que sabes de la relación que estas personas tenían con tus padres, de este modo podremos llegar al asesino de ellos, ¿te parece? — El joven detective prosiguió a sacar del otro sobre amarillo una serie de fotografías que una a una, justo como las anteriores, fue puesta sobre el escritorio.

—Son mis padres, Jeon Jungkook, Jeon Yuri, Kim Taehyung, Jung Hoseok, Kim Seokjin y Min Yoongi — Jimin mencionó en el orden que aquel iba dejando frente a sus ojos aquella serie de fotografías.

—¿Quieres iniciar por alguno en particular? — mencionó después de ver como Jimin se centraba en la fotografía de Jeon Yuri — ¡Oh! ¿Jeon Yuri?

—Mi querida abuela — Jimin mencionó en última instancia antes de proseguir —. Bueno, la querida abuela de Jungkook...


༒𝐶𝑜𝑛𝑓𝑒𝑠𝑖𝑜𝑛 𝑑𝑒 𝐴𝑠𝑒𝑠𝑖𝑛𝑎𝑡𝑜༒

"Yoongi amaba a Jimin y JImin amaba a Yoongi dentro de una época donde su amor no podía ser contado, los besos dulces que solían darse a escondidas, eran el más atroz pecado que un par de hombres en 1850 pudieran cometer"... (Beso prohibido. YG x JM)

¿Qué tal si te pasas por "Beso prohibido"? la historia incluye dibujos inéditos, la encuentras en mi perfil.

-Jen

Confesión de AsesinatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora