13 de Octubre de 2005
La mujer de por lo menos 54 años se levantó esa mañana desde temprano, pues debía de preparar una sorpresa para el miembro más pequeño de los Park, aquel jovencito estaría cumpliendo años. Cuando el pequeño pastel de vainilla estuvo listo, la mujer colocó solo tres velitas, las encendió y con la misma emoción de todos los años subió a la habitación de Jimin, quien aún estaba dormido.
—Jimin, despierta cariño. Hoy es tu cumpleaños — la mujer esperó a que el menor abriera los ojos, el niño de la casa había por fin cumplido los 10 años, la primera década.
—Señora Jeon... — el niño frotó sus ojos aún adormilados, el sueño se fue poco a poco, entonces fue consciente de la enorme sorpresa que la mujer le había preparado.
—No me digas así, sabes bien que puedes decirme abuela.
—Pero... Jungkook me va a matar si se entera de eso.
—No digas eso, mejor anda ya, que debes de soplar las velitas y pedir un deseo — Jeon Yuri acercó el pastel de vainilla un poco más y permitió que aquel niño de redondas mejillas juntara sus manos y cerrara sus ojos, listo para poder pedir un deseo.
—¡Listo! — con toda felicidad sopló el fuego de aquellas velitas, apagándolas casi en un parpadeo.
La mordida al pastel fue dulce, el merengue azul se había adherido a las comisuras de sus labios, Jimin estaba tan emocionado cuando esa no fue la única de las sorpresas de parte de aquella mujer, pues aquella sacó de los bolsillos del delantal blanco una bolsa llena de dulces, dulces por supuesto favoritos de Jimin.
—Cuando fui a hacer las compras de la alacena, me escapé y te he comprado tus dulces favoritos hijo — la mujer tomó entre sus brazos aquel pequeño cuerpo, le dio un fuerte abrazo y un beso en la frente —. Anda ya, que hoy te prepararé tu desayuno favorito.
—Claro que si abuela, pero antes de que te vayas — Jimin observó con los ojos brillantes la espalda de aquella mujer que estaba por salir de su habitación —, ¿mis padres, aún no despiertan?
—No, tu padre llegó muy noche ayer, así que debe de estar recuperando un poco de tiempo — la mujer había mentido, porque, aquella mañana observó al señor Namjoon salir de su oficina y había visto a la señora de la casa disfrutar de un jugo de naranja y fruta picada en el jardín. Sin embargo, no le diría al pequeño que sus padres probablemente habían olvidado el cumpleaños de su hijo —. Pero mi nieto estaba muy emocionado ayer por la noche, no le digas que te dije, pero te preparó un obsequio.
La pequeña mueca de tristeza que se había formado en los labios hinchados de Jimin fue abandonada tras formar una sonrisa amplia ante la mención del pequeño Jungkook. Fue entonces que de inmediato saltó de la cama y fue a su closet para poder tomar su ropa favorita y vestirse con ella, cuando estuvo listo, corrió esclareas abajo, cocina y patio trasero en búsqueda solo de una persona, Jeon Jungkook.
En el jardín trasero, una pequeña habitación tenía lugar, era muy pequeña, sin embargo, la abuelita Jeon y su nieto Jungkook se habían adaptado bien. Fue justo ahí donde sus ojos se clavaron al ver un techo improvisado con una sábana blanca, una pequeña colchoneta de goma, dos almohadas y un bulto cubierto por una manta suavecita de color amarillo. Fue entonces que Jimin clamó el nombre del menor, intentando encontrarle.
—¿Jeon Jungkookie? — de inmediato el bulto comenzó a moverse dejando ver entonces los brazos de Jungkook levantados en alto y una sonrisa esplendida.
—¡Sorpresa Hyung! — Jungkook se levantó con torpeza y corrió hacía aquel cuerpo, le abrazó con fuerza y después deliberadamente tomó su mano, jalándole hacía el pequeño techo.
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Confesión de Asesinato
Fanfic¿Serías capas de asesinar a tus propios padres aun cuando son ellos que te han dado la vida? Lo más seguro es que no, pero entonces tu deber será encontrar al verdadero asesino de ellos antes de que crean que lo has hecho tú. El joven Jimin se ve me...