¿Qué tal sí...?

A TU CUIDADO

La morena gruñó frente a la puerta de la hogareña casa de madera ajustando su chaqueta de mezquilla, ya que por la hora ya hacía frío y pasando su peso de un pie a otro.

—No puedo creer que me hayas convencido de esto Tim, me vas a deber dos recarnaciones tuyas después de esto.

—No seas exagerada hermanita, solamente es un pequeño favor y solamente será hoy—Trató de calmar el mayor de ambos antes de tocar la puerta, aún cuando era obvio que la familia Kent ya sabía que estaban ahí.

—¡Es dices siempre y termino cubriendote con padre para escaparte con el otro idiota!

Tim se crispo tratando de taparle la boca a la menor.

—Sssh, te van a escuchar

Damian apartó las manos del mayor de su cara y se cruzó de brazo acomodando su bolso en el que había traído algo para entretenerse. Su libreta de dibujos, unas dagas, el archivo de un caso de homicidio que estaban resolviendo Robin y Batman. Lo normal.

—Pues que me escuchen, para lo que me importa.

Un carraspeo interrumpio el discurso de la menor dejando a su vista a un gran hombre de ojos azules que en realidad tenía pinta de no hacer daño ni a una mosca. Clark sonrió algo incómodo al tener la mirada jade encima, sabía que no le era del agrado de la menor de los Wayne. Por alguna rara razón.

—Hola Damiana, siempre es un gusto verte también —Saludo con una pizca de sarcasmo al final y se dirijio al otro. —Hola Tim, Kon te estaba esperando, pasen por favor.

—Un gusto Clark

—"TT"

Ambos hermanos se adentraron a la casa después que el mayor se quitara de en medio, Damiana coloco sus cosas en el perchero junto a su chaqueta, adentro del hogar era más cálido que el exterior.

—¡Chicos, bajen, ya tenemos que irnos!

Grito en dirección al segundo piso, aún cuando sabía que sus hijos ya habían bajado pero que el menor se había regresado corriendo a su cuarto y que su hermano lo estaba convenciendo de salir debajo de su cama.

—oh, hola chicos, me da gusto verlos otra vez, y esta vez juntos sin los uniformes

Saludo de forma relajada Lois saliendo de la cocina con traje de color vino que hacía juego con su cabello ondulado y castaño cayendo como cascada por su espalda, en su rostro había un ligero maquillaje que resaltaba por el labial rojo que había escogido.

—Buenas noches Louis

Saludó Tim, Damian solamente la saludo con un movimiento de cabeza. Se escucharon pasos bajando de forma arrastrada y otras apresuradas, en la escalera se vieron dos figuras. Una era un adolescente con una chaqueta de cuero oscuro y unos lentes negros en su cara, se había cortado el pelo dejándolo al ras dándole un aspecto, según él, más maduro, de la mano sujeto fuertemente a su guante rojo, había una pálida mano que pasaba por un delgado brazo y terminaba en un tímido niño de 10 años que no se atrevía a levantar la vista del piso mirándolo como si este tuviera las respuestas del universo, tenía una camiseta azul cielo que había reemplazado su playera de los Power Raiders, Jean's rotos y zapatilla negras.

Jon se atrevió a mirar hacia arriba y devolvió la mirada rápido al piso, solamente confirmar que la niña bonita aún seguía ahí, sabía quién era, había escuchado relatos de ella por parte de Kon y Tim en alguna conversación donde su nombre se colo, y definitivamente Jon podía decir que ningún relato podía dar fidelidad a la persona frente a él. Cabello negro cortado al ras, piel morena y con algunas cicatrices asomándose bajo la ramera de manga corta que traía, Jean's negros y sueltos, probablemente 2 cabezas más alta que él. Un par de ojos rasgados y adornados por el color más bonito que había visto Jon en su corta vida, eran tan bonitos que parecían que se había maquillado para darle un toque de delineado, aunq eu Jon podía apostar su mesada a que nunca se había maquillado por lo bonita que se veía su cara.

Damiana observó con ojo crítico al pequeño niño que aprecia que quería ser tragando por la tierra, lo entendía, seguramente era una molestia tener niñera a los 10. El hubiera puesto una dinamita en la casa si alguna vez se le hubiera asignado una, Grayson no contaba, se dijo, ignorando la platica de los otros acerca de sucesos trascendentes.

—Bueno Damiana, te presento a Jon. Jon, ella es Damiana, será quien te cuide esta noche ¿Esta bien? ¿Recuerdas lo que tienes que hace si algo malo pasa?

Clark miro a su hijo en busca de una respuesta con bufido de indignación de fondo por parte de la menor. Jon solamente Asintió por inercia cuando Kon lo empujó para bajar las escaleras.

Cuando los ojos del menor vieron unas botas militares supo que tenía que sacar su valor del hijo de Superman y presentarse, respiro ondo y levantó la vista para ver a la morena. Es más bonita de cerca, se dijo el menor pasando una buena cantidad de saliva.

—¡B-Buenas noches s-s-señorita Damiana, un gusto!

¿Dónde había una invasión alienigena cuando se necesitaba?

Los mayores terminaron de darle indicaciones a la morena mientras Jon se escapaba a la cocina, tal vez se podía ahogar con un vaso de agua y olvidar que hizo el ridículo.

—¡Cuidate Jon!

—¡C-claro!

Y el sonido de la puerta fue lo último en oírse.

¿¡ENSERIO, NI EL CHAPULIN COLORADO?!

Damiana suspiró, ella no estaba echa para cuidar niños, bueno, ¿Tal vez no sería tan diferente de cuidar a sus moscotas, no?, entró a la cocina viendo a Jon metido dentro del refrigerador. Se recargo en el marco de la puerta sintiendo la risa nacer en su boca.

—Estoy casi segura que esa no es la entrada de Narnia, niño—Se burló acercándose por detrás del otro, y al parecer no la había escuchado ya que se golpeó la cabeza al saltar del susto.

—N-no soy niño, soy Jon—Se quejó sobandose la cabeza.

—Aja. Bueno, ¿qué es lo que haces para no aburrirte en este lugar?

Jon dejó de lado su pena por tener a la adolescente cerca de él y pensó en una manera de que no se aburriera. Y una idea le vino a su mente. Cerro el refrigerador no sin antes sacar un par de manzana y ofrecerle una a la mayor.

—¿Bueno, te gustan los animales? —preguntó con duda, ya que, según en palabras de Kathy, no ha todas las niñas les gustaban los animales de granja.

—Muestrame

Tuvo eso como respuesta y un brillo de curiosidad.

Jon se emocionó al saber que no la había regado. De camino al área de los corrales se permitió recordar la primera vez que escucho de la morena, siempre sintió una harán admiración por ella o eso le dijo Konner cuando le preguntó por esa sensación de cosquillas en el pecho cuando escuchaba más de ella, o bueno, cuando le rogaba a su hermano que saciar a su curiosidad.

Con linterna en mano entraron al granjero con cuidado de  no ensuciarse mucho, al menos eso por parte de Damian que no había traído más ropa.

—Tenga cuidado al pisar señorita Damiana, el piso podría estar resbaló-ooh!

Jon no termino de decir su advertencia cuando cayó de trasero al suelo embarrandose de barro y suciedad. Damián a no pudo evitar reírse a crajadas por la cara que había puesto el menor y por la situación.

—C-creo que ya puedo verlo—respondió entre risas.

Sintió su rostro arder de vergüenza, otra vez. Damiana  recuperó la postura y le ofreció su mano.

—Dime Damiana, es raro que alguien además de Alfred o la servidumbre me diga así.

Sonrió mostrando sus dientes de forma alegre.

—Si se-Damiana

Artista :@glitter_dc