Objetos Punzantes: Primera Parte

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#EntreElLabialYElMatar

Pequeño Drabble (?
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"Primeras expercia con materiales   filosos"
Por Dick John Grayson Wayne
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Damiana era una bebe demasiado adorable e inteligente en partes iguales, tal vez demasiado, o lo anormal para una niña de 3 años puede llegar a ser.

El problema tal vez no radicaba en su inteligencia. El problema inició cuando ella se dio cuenta lo podía llegar a hacer y el descubrimiento de armas punzantes.

—¡Damiana, Deja ese cuchillo! —Grito con miedo tratando de quitar el cuchillo de sierra de la regordete mano morena de la bebé que presionó con fuerza el mango para que no se lo quitara.

—¿P-podrías ayudarme, sabes?

Le dijo con sarcasmo a su hermano del medio que estaba sentado en un banco con una bolsa vacía de galletas de ositos en la mano.

—¿Y arriesgarme que me lastime? No gracias, se ve que tu lo estás haciendo preferentemente sólo—Se excuso Jason levantando los pies del suelo por si la menor lograba escaparse de pura casualidad del otro.

Cuando por fin logró quitarle el cuchillo sin lastimarla solamente recibió una patada en su pierna y una carita con un puchero y las mejillas rojas del coraje.

—No Dami, los cuchillos son peligrosos, pueden dañar a alguien o te puedes lastimar. No está bien que juegues con ellos—Le regaño alejando el cuchillo y después cargandola entre sus brazos. —Mira, mejor vamos a la tienda y te compro otra bolsa de galletas.

Le consoló acomodando la fina capa de cabello negro y lacio que se había despeinado en el forcejeo.

—La estas consintiendo—Canturreo el de mechón blanco estirandose en el banco

—Callate que, tú las vas a pagar. ¿Qué tal si huebira ocurrido un accidente?

—Con un carajo Dick, ni que fuera a matar a alguien —Le resto importancia el otro levantándose y acercándose a los dos. Ambos adolescentes se miraron con molestia.

— ¡Calajo, Matal! —Eso hasta que la vos de la menor corto la tensión del habiente gritando con entusiasmo las palabras nuevas que había aprendido.

—Oh no

¿Había olvidado mencionar que memorizaba las palabras repitiendolas a cada rato?

¿Qué tal sí...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora