Siempre tú: Natanael Cano

uno

Daniela llevaba más de un mes llorándole a mi mamá para que le dejara ir a un festival de cantantes de cuarta. El hecho de que mi hermana menor no se callara sobre lo mucho que quería ir me comenzaba a afectar, la cabeza me podría explotar en cualquier momento. "Dani, ¡ya cállate! Por Dios" grité desde mi habitación con la puerta abierta.

Mi amá gritó desde tu habitación en el piso de arriba, suplicando que dejáramos de hacer ruido. "No, Gabriela, tú cállate, a ti nadie te habló, wey" chilló desde alguna parte de la casa y siguió suplicándole a mamá.

"I ti nidii ti hibli" me reí. Mi mamá contaba con toda la cantidad de dinero para pagar ese y mil conciertos más, la cuestión es que Daniela es una niña, está muy joven para ir a esos lugares en donde la gente solo se ponía al pedo y luego luego se volvían violentos.

"Que no, Dani" dijo mamá. "Estás muy chiquita, mija"

"Pero maaaaa" lloriqueó. "Va ir Larissa, ella ya es mayor de edad, si quieres le digo que te muestre el id" insistió.

"Esa Larissa es una borracha y se dicen muchas cosas de ella y sus amistades" Larissa era una niña que a juzgar sus acciones, básicamente era una prostituta o como ella decía, una groupie de los más altos de toda Sonora.

"Bueno má pero no conozco a otra niña mayor de edad" tal vez no debas ir, pensé en mi cabeza. Me causaba muchísima risa que no le dejaran ir, eso le pasa por—

"Tu hermana" escuché "Ella te puede acompañar, así claro que puedes ir" abrí los ojos sacada de onda.

"¡¿Qué?!" grité por los visto al mismo tiempo que ella "¡No!" gritamos de nuevo al mismo tiempo.

Neta que a mi mamá aveces se le sacaba uno que dos tornillos. Dani y yo jamás podríamos hacer algo juntas, éramos completamente diferentes y sus gustos me ocasionaban repele.

Yo era la oveja rosa de la familia, y ¿Dani? no era más ni menos que el mero ranchero, con toda la pinta.

Mientras a mi me divertía ir al antro, ella prefería ir al jaripeo o a la vaquería. Como el agua y el aceite.

"He dicho, si quieres ir a tu cosa esa, tendrás que ir con Gaby o no vas" que ni lo piense.

Cerré la puerta y me arrojé a mi cama, con intenciones de descasar pero toda tranquilidad se volvió interrumpida por mi irritante hermana. "¿Qué quieres a cambio?" rodó los ojos.

"Ni lo pienses" me negué de a primeras "No iré a tu cosa de nacos, date la vuelta y te me vas" le troné los dedos para que desapareciera rápido.

"No me puedes hacer eso. Eres mi hermana mayor, tienes que ayudarme" había súplica en su tono de voz. "No lo sabes pero Natanael Cano se presentará y ¡tengo que verlo!" chilló.

"¿Nata quien? A ese no lo conocen ni en su pueblo, Dani" revisé mi manicure. "Si te gustara Justin Bieber sería otra cosa, claro que te acompañaría" mostré mi aprobación. "Pero tus cantantuchos que solo hablan de perico y viejas, me dan repele"

"Nunca has escuchado si quiera una rola de él. Pero olvídate de eso, hazlo por mi, te daré lo que quieras" hizo ojos de perrito. "Mamá tiene que ver qué me llevas, luego de que estemos ahí te desapareces y todo bien"

Lo pensé. "Solo si eres mi esclava lo que queda del año" se la puse difícil sabiendo que no aceptaría.

"Trato" gritó. "Mañana es el gran día" se fue gritando.

Tendría que bajarle un poco al glamour y manchar zapatos carísimos con estiércol.