三 (tres).

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Me levanté del lugar en el que me desperté, estaba súper incómodo, ¡cómo no! Si estaba acostado en la mesa de centro de la casa de Stuart, recordé que me encontraba allí al ver mi alrededor. Al levantarme sentía mi cabeza palpitar del dolor, solté un quejido y me dispuse a tratar de recordar mejor lo de anoche.

A la primera persona reconocible que pude ver, fue a Linda con un vaso de agua en su mano y sin un zapato. Tenía que irme, no le avisé nada a mi madre, pero también tenia que buscar a Jake para irme con ella.

Me dispuse a buscarla mientras miraba a los muchachos que todavía estaban en esa casa, algunos tirados en el piso o algunos ya despiertos quejándose de los efectos de la resaca. Fuí al patio trasero y la ví durmiendo en el pasto abrazada con una chica, la cual no supe quien era, pero lo importante era despertar a mi amiga.

—Jake... —la llamé dándole con mi dedo índice en su mejilla.

—Mmh. —se quejó mientras se removía en tan incómoda cama.

—Tenemos que irnos, mi madre debe estar preocupada. —seguí picando su mejilla hasta que por fin despertó, la chica con la que estaba parecía ser un tronco.

Al despertarse y ver en la situación que se encontraba, abrió sus ojos como platos, luego me miró y me dijo: —ayúdame a levantarme sin despertarla, me da pesar interrumpir su sueño, y también sería una posible situación no muy cómoda.

Le ayudé a alzar los brazos de la chica, logramos que no se despertara, luego ayudé a levantar a Jake.

—Dios, mi cabeza va a estallar, ni caminar bien puedo. —se quejó.

—Créeme, estoy igual. —dije con dificultad, puesto que mi garganta pedía a gritos algún líquido. —vamos a la cocina, necesito agua.

Nos dirigimos allí y nos pegamos al grifo del agua como si acabáramos de llegar de una maratón.

Verificamos si nos faltaba alguna pertenencia, exitosamente no fue así, nos despedimos de Linda y salimos.

—Vamos a una farmacia por pastillas, no sé si me metí alguna droga anoche pero le juro que vi espectros de colores por un momento, es de las pocas cosas que recuerdo, quien sabe ya que pendejada hice. —dije.

—Wow, yo sinceramente no recuerdo nada, solo a ese chico que vino con John, ni conocía a la chica con la que estaba abrazada.

—Me pareció agradable ese sujeto. Y con respecto a la chica, yo tampoco la conozco, tal vez en el resto del día nos lleguen flashbacks de lo que pasó.

—Si, pero no me gustaría recordar alguna ridiculez que hice, se sumarían más a mi incontable lista, pero puedo justificarlo con que estaba borracha, así que no vale.

Reí ante su comentario. —oye y hoy tienes libre?

—Sí, por suerte, no quería que me volvieran a molestar por ir algo ebria al trabajo.

Caminamos un poco más y pudimos ver una farmacia, entramos y compramos las pastillas, junto con un refresco para saciar la sed de nuestras secas gargantas.

Jake vivía cerca de mi casa, asi que podíamos hacer el trayecto juntos sin separarnos tan rápido. Ya cuando estábamos en el sector por donde estaban nuestras viviendas, nos despedimos, ella dió vuelta a la esquina y yo seguí recto hacia mi casa.

Me pesaban los ojos, moría por tirarme a mi cama, pero primero tendría que aguantar el sermón de mi mamá, seguramente.

Cuando llegué, como siempre mi mascota me recibió de la mejor manera que te pueden recibir, dando saltitos, ladrando, y moviendo su cola sin parar. Tenía la intención de subir a mi habitación, pero mi mamá se levantó de un sillón que estaba ubicado en el salón y me "saludó".

𝟓𝟎'𝐬 𝐃𝐢𝐧𝐞𝐫. [𝐒𝐭𝐚𝐫𝐫𝐢𝐬𝐨𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora