"George... ¿Estás vivo?", "¿George?", "¡Despabila!"
Estaba totalmente distraído, seguía mirando hacia esa puerta donde segundos atrás Richard había pasado. Shotton y Stuart lo zarandeaban con el objetivo de que saliera de ese trance en el que se encontraba, también miraban al lugar donde él estaba viendo, pero no veían nada más que una puerta abierta, cosa que los extrañó más.
Cuando George por fin reaccionó, sus amigos le preguntaron el porqué de su comportamiento tan extraño.. Pero no pudo responder porque la maestra le habló.
—Oh chicos.. y como muchos pudieron darse cuenta, tenemos un estudiante nuevo —Anunció, haciendo que todas las miradas se posaran en él, incomodándolo notablemente. —¿Por qué no vienes a presentarte? —Habló nuevamente la profesora, haciendo que el mencionado se levantara de su asiento para dirigirse al pizarrón.
Carraspeó. —Primero que nada, buenos días —Obtuvo la atención de sus -ahora- compañeros de clase, y de fondo se escucharon algunas risas por parte de estos. Intentó dejar su timidez de lado, pero aún así deseaba que Richard estuviera ahí. —Mi nombre es George Harrison y tengo 15 años —Fue lo único que pensó decir para presentarse.
—Y... ¿Qué te llevó a cambiarte de escuela? —Preguntó la docente.
—Ah, eso fue por mudanzas. Vivíamos prácticamente al otro lado de la ciudad, entonces fue mejor cambiarme a un colegio que quedara cerca de mi nueva casa.
—Ya veo... Pues espero que te sientas cómodo aquí, aunque sé que te ganarás tu lugar. —Palmeó el hombro del chico, el cual sonrió un poco y volvió a su asiento.
Continuaron con la clase, que en esta ocasión fue de biología.
Durante ese transcurso, estuvo conviviendo con sus dos amigos. Y de vez en cuando algún estudiante le hablaba. Pero su objetivo no era ser más sociable, solo quería sentirse a gusto con el ambiente de su nueva aula.
Y al parecer las cosas hasta ahora andaban bien para él.
Después de la clase de biología siguió artes. Paul y George tuvieron la suerte de ingresar al colegio justo en el inicio de un nuevo semestre escolar, y verían los temas desde cero e irían al compás de los demás estudiantes.
Que suertudos son estos dos, ¿No?
Cuando la campana sonó, anunciando el inicio del recreo, los estudiantes salieron disparados de sus salones.
Entre una multitud de alumnos se encontraba George, el cual no paraba de preguntarle a Stuart donde estaban el resto de sus amigos.
—Mira Geo, cuando es hora del receso todos nos encontramos en una sala que está al lado del salón de música. Ahí es donde siempre pasamos el rato, y creo que hasta los demás ya saben que ese es nuestro lugar. —Explicó el pecoso.
—Ohhh, ya entiendo... ¡Vamos entonces!
Los tres emprendieron su camino hacia aquel lugar, pero antes organizaron un poco sus casilleros -aprovechando que por ese sector estaban ubicados estos-. Si se preguntan, George y Paul ya tenían sus casilleros asignados, esto ocurrió unos días atrás cuando habían venido para hacer los últimos trámites de la matricula y cosas por el estilo.
Acomodó unos cuantos libros y se propuso a decorar su locker cuando tuviera tiempo. Cuando cerró la puerta de este y miró hacia la izquierda, se sobresaltó y dio un pequeño gritito al ver a Ringo a su lado, el cual rio por la reacción asustada de George.
—¿E-En qué momento t-te hiciste ahí?, ¡Me llevé tremendo susto! —Estaba nervioso. Y no solo por el susto, también por Ringo, el cual lucía reluciente por los rayos del sol mañanero que se colaban en la ventana reflejándose en su rostro, haciendo que sus hermosos ojos lucieran más claros.
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𝟓𝟎'𝐬 𝐃𝐢𝐧𝐞𝐫. [𝐒𝐭𝐚𝐫𝐫𝐢𝐬𝐨𝐧]
Fanficen un anticuado restaurante se origina una historia de amor adolescente.