𝟓𝟎'𝐬 𝐃𝐢𝐧𝐞𝐫. [𝐒𝐭𝐚𝐫𝐫𝐢𝐬𝐨𝐧]

八 (ocho).

Narrador omnisciente.

—E-Emm... ¿Cuándo vas a decirle a Jake lo del concierto? —El quinceañero cambió de tema.

—Ah.. eso. Pensé que podríamos esperar que su turno termine y salir los tres, ya después le informo aquello.

Si estos tres iban a salir juntos, Jake seguramente trataría de dejarlos solos cuando se diera la oportunidad, o trataría de que siempre estuvieran uno al lado del otro.

Ella incluso estaba pensando en decirle a los demás sobre lo que Ringo sentía por el hermano de Paul. Tal vez le ayudarían, pero también existe la posibilidad de que alguno le cuente sobre esto a George. Empezando por el hecho de que Best no se lleva muy bien con Starkey.

Por eso sería mejor primero hablarlo con Ringo, y así podrán contarle esto a los demás. Claro, si el niño enamorado accede.

Ni siquiera ha admitido que está enamorado, sólo dice que le "atrae" no más.

[...]

Dicho y hecho. Los tres jóvenes recién habían salido del Diner, ahora estaban caminando por las calles centrales de la ciudad.

—Jake. —La llamó su mejor amigo.

—Dime. —Dejó de observar la vitrina de una tienda para ponerle atención a Ringo.

—Mira esto... —El mas bajo de los tres sacó ese periódico de su abrigo y se lo pasó a su amiga.

George solo esperaba ver su reacción.

—Qué es es... —Miró la portada de este mismo. Mediante la iba leyendo, su expresión adquiría más sorpresa. —¡NO PUEDE SER CIERTO!

Jake llena de emoción zarandeó a los dos muchachos, diciéndoles repetidas veces: "¡Van a venir!, ¡Van a venir!. Sus amigos sólo reían ante su comportamiento. También estaban un poco apenados, ya sentían las miradas de algunos transeúntes sobre ellos, mientras que a la jóven no le importaba nada más que poder asistir a ese concierto.

—¿Y ustedes ya tienen dinero para las entradas? —Preguntó cuando su emoción se redujo.

—Pues yo aún no sé. Tú sabes que a mi mamá no le gusta ese tipo de música, entonces es poco probable que me de dinero. —Ringo rascó su nuca. —Y ya me gasté lo que me quedaba.

—Pero recuerda que Paul y yo le vamos a decir sobre esto a mi mamá. Estoy seguro de que nos dará dinero para las entradas, pero si voy a invitarte, mi madre tendrá que conocerte. —George le recordó el plan que habían pensado en el restaurante.

—Me parece un plan genial, por parte de ustedes. Yo no sé si a mi me alcance, porque tengo que pagar la renta y esas cosas. —Jake suspiró. —¡Jesucristo bendito!, ¡Haz que mi jefe sea buena gente conmigo!

—¿No eres atea pues? —Dijo Ringo.

—Pues me vuelvo creyente con tal de que mi jefe me ayude.

Los tres amigos carcajearon y siguieron caminando por las calles de Liverpool.

Entraban a tiendas para mirar artículos y no comprar nada. En un momento George recordó que tenía que hacer algo.

—Oigan chicos. —El castaño oscuro llamó a sus amigos.

—¿Que sucede? —Ringo le respondió.

—Era para ver si me podían acompañar a la academia de música, yo casi siempre dejo mi guitarra allí. Lo que pasa es que necesito ir por ella porque tengo que practicar para un festival.