Richard Starkey, 17 años. Octubre 1991, Liverpool Reino Unido.
Voy por la poco transitada calle de mi vecindario, hace un calor increíble y muero por llegar a mi casa, camino mientras escucho música con ayuda de esos audífonos a los que sólo le suena el izquierdo, se reproduce una canción de una de mis bandas favoritas.
A mi costado derecho veo basura y escombros tirados, me pongo a ver detalladamente con la esperanza de encontrar algún billete o algo por el estilo, pero no, no hay nada.
Al fin llego a mi casa, el primero en recibirme fue mi perro, Lucas es su nombre, un labrador color chocolate. Me quité la mochila y la tiré a un mueble de la sala, luego me dirigí a la cocina a buscar algún refresco, moría de sed, por suerte había una jarra de limonada, la serví en un vaso y subí a mi habitación.
Mi madre no estaba en casa, solo vivía con ella, por lo cual tuve oportunidad de poner música a todo volumen, abrí mi mochila y saqué ese vinilo nuevo de Nirvana que había comprado camino a casa, ansiosamente fui y lo puse en mi tocadiscos, ya había escuchado 2 o 3 canciones en la radio y por MTV, la primera en sonar fue Smells Like Teen Spirit, era la sensación del momento, al escucharla te vuelves loco con esa melodía garajera y te entra ese espíritu de querer romper algo, me la pasé sacudiendo mi cabeza durante las pistas restantes del álbum.
Después de haberme recuperado de la "epilepsia auditiva", me di una ducha rápida, tenía la idea de dar un paseo, me vestí algo simple, me puse unos jeans holgados, mi cintura estaba rodeada con una correa de cuero negro, la parte de arriba la cubrí con una camiseta holgada color verde pino, la cual decidí meter por dentro de mi pantalón, y en mis pies llevaba unos chucks (converse altos) negros.
Tomé mis pertenencias escenciales y salí de mi casa.
Caminé unas cuantas calles hasta llegar a mi lugar favorito en toda Liverpool, se trata de un pequeño Diner con aspecto de los años 50, su decoración se basa en imágenes de publicidad antigua de Coca-Cola en su mayoría, de resto eran imágenes de bandas y de películas, es muy de mi estilo por eso me gustaba ir, ya los empleados de allí me conocían y todo, deberían tenerme en la lista de los clientes más fieles.
Entré y me senté donde siempre, el lugar estaba bastante lleno ya que es bastante conocido y queda cerca del famoso Cavern, así que venían a llenar sus estómagos en una noche de viernes, antes de ir a embriagarse allí, supongo yo.
Fue un poco larga la espera hasta que al fin me atendieron, la que tomó mi pedido es mi mejor amiga, Jack es su nombre.
—Hey. —dijo llamando mi atención.
—Hola Jake, cómo estás?
—Bien, algo cansada, por lo menos esta ya es mi última mesa... Ya escuchaste el álbum?
—Sí, es súper bueno, esa plata valió la pena. —dije riendo un poco.
—Bueno, al menos no tuve que comprarlo yo, me gastaría todo lo que gano acá, gracias por tener más plata que yo, cuando puedas me lo prestas.
Reí ante su comentario. —Sí, yo te lo presto.
—Vas a ordenar lo de siempre?
—Sí, pero esta vez deberían darme más papitas. —bromeé.
Jake río y se levantó para después dirigirse al mostrador.
Pasaron unos cuantos minutos y yo solo me dediqué a escuchar la música que sonaba en el local, observaba a la gente que entraba y a los afiches pegados en la pared, hasta que entró alguien que me llamó la atención.
Se trataba de un chico mas o menos alto, pero más alto que yo si era, tenía su cabello bañado en laca manteniendo ese estilo Teddy Boy pasado de moda, de hecho era el mismo peinado mío, lo cual me pareció muy peculiar, tenía cejas muy pobladas, le ponía mas o menos 15 años. No pude detallarlo más porque se sentó más adelante dándome la espalda, venía solo.
Al parecer Jake notó que me quedé mirando a ese chico, pues se acercó con mi comida y con una expresión pícara en su rostro.
—Lo haz visto antes por aquí? —le pregunté a mi amiga.
—No, nunca lo había visto, te pareció bonito o qué? —dijo con una sonrisa mientras alzaba sus cejas y luego puso la comida en la mesa.
—Se me hace... Interesante, usa el peinado a lo Elvis y yo también lo uso!
Pensé que era el único, y aparte se le ve bien.—A penas lo viste pero si quieres lograr un avance deberías acercarte a él, seguramente también le guste Elvis, así empiezan una amistad y más adelante me invitan a la boda
—ambos reímos— pero quien sabe si lo volvamos a ver por acá, ojalá que sí.—Mira, si vuelve, tu me llamas y yo automáticamente vengo y así empiezo a hablarle o algo.
—Eso!, Me parece perfecto. Bueno mi turno ya se acabó entonces voy a quitarme este feo uniforme, si quieres después vamos a dar una vuelta.
Reí levemente por el comentario sobre su uniforme. —Sí, dale.
Degusté mi hamburguesa mientras pensaba en varias cosas y entre ellas el niño que acabo de ver, me había llamado bastante la atención, es muy bonito.
Con respecto a mi orientación sexual, yo podría considerarme bisexual, hace tiempo ya me habían parecido atractivos ambos géneros. Sinceramente me parecen muy estúpidos esos hombres heterosexuales -no todos- que tienen taladrado en el cerebro el argumento de si que abrazan a sus amigos, tienen un amigo gay o se ponen algo rosa, automáticamente su virilidad desaparece, piensan que su masculinidad es de cristal y en cualquier momento esta se puede romper.
Me considero alguien de mente muy abierta, como dijo una vez Jake: "para mí, ni los gustos, ni la ropa, ni la personalidad, ni la manera de ser, define el género ni la orientación sexual de una persona". Un argumento muy inteligente que siempre uso cuando hablo del tema.
Pasaron unos cuantos minutos y vi a Jake venir hacia mí con su característico atuendo, para mi ella es una hippie mugrosa —de la manera cariñosa— pero también combina varios estilos, incluso hasta me he inspirado en ella para vestirme, tenía puesto el mismo pantalón mío, solo que este era de color negro, llevaba una clásica camiseta tie-dye amarrada en un nudo, sobre esta una chaqueta café y en sus pies unos brillantes zapatos de charol, tenía sus gafas redondas permanentes, así bien miope.
—Vamos? —me preguntó.
—Sí, espera, acompáñame a pagar.
—Ok.
Ambos nos dirigimos al cajero y pagué mi cuenta, Jake habló unas cosas con el chico que manejaba la registradora, eran cosas sobre el turno de ayer, supongo.
Antes de salir pude darle un vistazo al Teddy, ya pude verlo de frente, se veía tan lindo tomando su Coca-Cola.
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Perdonen si ven alguna falla ortográfica.

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𝟓𝟎'𝐬 𝐃𝐢𝐧𝐞𝐫. [𝐒𝐭𝐚𝐫𝐫𝐢𝐬𝐨𝐧]
Hayran Kurguen un anticuado restaurante se origina una historia de amor adolescente.