La primera despedida.

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Querido D.

Probablemente no me recuerdes ni tengas la menor idea de quién soy, por lo que omitiré mi nombre ya que no es relevante.
Después de lo que parece mucho tiempo he decidido hacerte esta especie de carta, si así la podemos llamar. Aquí pretendo por supuesto, decir lo que nunca pude cuando te tuve cerca de mi, lo que calle y me mató lentamente por mucho tiempo.
No sé mucho de ti en realidad, y se podría decir que fuiste mi primer amor y aunque supongo jamás lo notaste, quisiera expresarte lo agradecida que estoy porque lo hayas sido.
Probablemente no te importe, pero siempre me sentí incapaz de amar a alguien, como un monstruo que solo se alababa a sí mismo y despreciaba a la humanidad.
Pero tú o lo que sentía por ti era lo único que me sostenía a la realidad, que me hacía sentir como un ser humano con sentimientos y que podía amar a alguien sin la necesidad de tenerlo a mi lado, aunque he de admitir que durante mucho tiempo soñé con esa bella imposibilidad.
No sé si te idealice, si quise hacerme a la idea de que eras decente y una buena persona, pero para mi eras todo, el chico más bello, un príncipe, un ángel, una persona normal, un luchador, alguien amable y admirable que impactó en la vida de muchos con su seriedad y gran carisma.
Nunca tendré la seguridad de si eras realmente así porque jamás llegué a conocerte tan bien aunque tuve la oportunidad por mucho tiempo, pero me alegro de que fueras tú y siempre tu, el primero y único amor de mi vida y aunque siempre sufriré por jamás poder estar cerca de ti, al menos me queda el consuelo de lo que llegue a sentir, que aunque nunca descubriré si fue lo que todos llaman amor, al menos me hizo florecer, cuando me sentía más marchita.
Hubiera deseado tanto poder despedirme de ti, nunca supe que esa sería la última vez que te vería y me arrepiento tanto de no abrazarte por última vez, de oler tu perfume, y que ahora después de tanto ya olvide su aroma.
Pero descuida, por que aún en el jardín de la memoria y el palacio de los sueños, existe la posibilidad de que vuelvas a mi lado y por fin puedas ser mío, aunque nunca fuiste, eres, ni serás para mi.
No sé si alguien te ha amado, yo supongo que si, ¿quien no lo haría? Eres maravilloso. Pero en el dado caso en que aún no encuentres a alguien, deseo que lo hagas pronto y seas eternamente feliz a su lado, como yo jamás lo podré ser contigo.
Espero que hayas llegado hasta este punto, porque es cuando llega mi despedida. Nunca sabrás quien soy, por mas posibilidades que puedas imaginar, solo hay una imposibilidad en la cual pensar y esa es la única posible de todas.
Ten una larga y feliz vida, D.
Te amo para siempre.

-Despedida nunca enviada.

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