Cartas a la obsesión

Dormir para siempre estos días

De nuevo soñé contigo, que regresabas a casa conmigo, estabas frente a mi, tan cerca, podía tocarte, admirarte como si nunca hubieses cambiado. Estabas ahí con esa camisa azul de cuadros que tanto te gustaba usar. Estabas ahí tan real, con tu mirada seria y nerviosa, con tu silencio y tu media sonrisa.
Intentaste atraerme hacia ti pero no lo lograste y no supiste porque, pero yo si lo sabia, yo tenia que atraerte hacia mi. Fue gracioso, tan sublime, el poder tocarte de nuevo.
Después aparecieron más personas, nos observaron, expuestos como jamás pudimos estar, todo pareció tan claro, todos parecían entender que ocurría. De entre ellos mi madre se acercó y dijo: "Si ambos estuvieron solos por tanto tiempo es porque toda la vida se han esperado para estar juntos".
Me miraste. Te miré. Y simplemente lo supe.
Te he amado desde que te conocí.
Desde el primer día.
Desde el primer recuerdo.
Ya te esperé toda una vida.
Te esperaría en la muerte.
Y en la eternidad.
Pero mientras tanto dormiré estos días, solo para verte de nuevo en mis sueños.
Me conformaré.
Por un tiempo al menos.