Siempre Idol [Pripara]

Capítulo Ø3

Capítulo Ø3: Primer Encuentro

—¡Tardé, tardé, tardé!—

Grito la chica corriendo por las escaleras de su casa para ir a la planta baja, su hermana menor no la despertó y su alarma no sonó.
Traía puesto su uniforme café su cabello estaba suelto, agarro su mochila para ponerla en su espalda y agarrar una tostada para ponerla en la boca mientras agarraba dos listones y salía a toda velocidad de la casa; todo esto siendo observado por sus padres que reían divertidos, no era la primera vez después de todo.

Mientras corría se agarraba el cabello con su típico peinado de dos coletas sosteniendo las con los dos listones que había agarrado momentos antes.

Se detuvo a mitad del camino cuando escucho el sonido de una batería, por curiosidad de acercó al lugar donde creyó haberlo escuchado. En un par de pasos se encontró con unos chicos que parecían estar practicando, uno era rubio y estaba al parecer afinando su guitarra electrica, después estaba uno pelinegro cargando un bajo hablando con un pelirrojo que estaba sentado enfrente de una batería y con los palos les daba vueltas y pegaba suavemente a la batería ¿Una banda?

Al parecer se les quedó mucho tiempo viéndolos pues se dieron la vuelta para mirarla por lo que se puso nerviosa.

—¿Quién eres?—

Le pregunto el rubio de ojos azules, tenía un bonito color de ojos.

—E-Eh yo...—

Cuando se decidió a deciles su nombre sin tartamudear su escucho el timbre que suena cada hora en esa zona, su cara perdió color y salió corriendo sin pensarlo ¡Se le estaba haciendo tarde para ir a la escuela! No quería tener otro castigo por llegar tardé ¡No habían pasado ni dos días desde la última vez!

—¡Hey!—

Grito el rubio al ver a la chica peli-lila correr, por frustración rasgar su guitarra con fuerza pero solo sonó de manera metálica, no estaba conectada, para luego dejarla aún lado de una pequeña bocina e ir con sus amigos dónde el pelirrojo se aguantaba las ganas de reír y el pelinegro solo sonreía.

—¡Jajaja! ¡La asustastes Shougo!—

—¡Cállate Asahi!—

Bufo molesto, aunque era verdad pero aún así se molestó por su comentario y para vengarze le dió un golpe en la cabeza, el pelirrojo se quejo y lloraba dramáticamente, ambos amigos sabían que solo actuaba pues el rubio no tenía mucha fuerza como para que doliera.

—Al parecer estaba llegando tarde a clases—Dijo el pelinegro guardando su bajo en un estuche decorado con varias estampas—

—Oh...—

Dijeron los otros dos de manera simultánea y como si algo hubiera dado clic en sus cabezas, los dos empezaron a guardar todas las cosas en sus respectivos estuches para dejarlos en una cochera cercana y ellos también empezar a arreglarse con uniformes y salir corriendo.
Con suerte todos tenían los uniformes listos en una mochila para no tener que ir a sus respectivas casas a arreglarse.

Por un momento olvidaron que ellos tenían que ir a la escuela, aunque entraban más tarde que las demás escuelas pero tenían que llegar ese día temprano para arreglar algunos asuntos.

Podía ver el barandal de su escuela siendo cerrado lentamente por el consejo estudiantil por lo que apresuró el paso y al estar unos metros cercas se aventó sin pensarlo derrapando con sus pies un poco para frenar cuando cruzó la entrada. Puso ambas manos en sus rodillas tratando de recuperar el aliento perdido.

Una chica de pelo anaranjado se acercó a ella con un portapapeles en manos mientras suspiraba y anotaba algo en un papel.

—Manaka-san, es la tercera vez esta semana—

—¡Higerani-sempai! ¡Realmente lo siento!—

—Se que Ehime-san se transfirió hace poco pero no puede ser excusa para llegar tarde—

—Lo siento...—

—Esta vez no puedo fingir que no paso nada, tendrás un castigó—

—Kashikoma...—

Higerani Hisui, era una chica de cabello anaranjado y ojos marrones de piel extremadamente pálida, de 18 años del último año escolar, es la actual presidenta estudiantil la cual es un ejemplo a seguir de cualquier además de tener un carácter demasiado agradable. La peli-naranja suspiro poniendo una mano en la frente como si no supiera que hacer con esa chica que se notaba arrepentida.

—Ve con la directora Gloria, creo haberla escuchado decir que necesitaba ayuda en algo, dile que te mando yo—

—Kashikoma... Adiós Higerani-sempai—

—Que sea la última vez Manaka-san, por favor—

La peli-lila rio nerviosa mientras se despedía con la mano y caminaba con dirección a la oficina de la directora.