11.|Conversaciones acaloradas

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Todos siguieron las órdenes del canciller Blick, apartaron sus miradas indiscretas de Melissa y empezaron a esparcirse como hormigas dejando en un santiamén el lugar algo desolado.

Muchos empezaron a sacar de sus escondites a los niños, otros apagaban el fuego de las casas y otro arrastraban cuerpos para empezar su sepultura. Mientras pretendían quemar los cuerpos de sus enemigos.

Melissa dedicó una mirada fulminante a su padrastro,y como los demás, se propuso a ayudar a reconstruir su pueblo.

Los gemelos Blossom junto a Bethan tenían la tarea de recoger los cuerpos sin vida de sus compañeros cazadores. Rostros familiares se encontraban allí y aunque odiaban eso, sentían una especie de profunda tristeza, sobre todo por las familias ahora incompletas.

-Bethan. -llamó Oliver, notando el desorden mental del chico.

El nombrado se había detenido por casi más de un minuto con la mirada perdida hacia lo profundo del bosque. Demasiado pensativo. Liv, quien estaba a pocos pasos de él, le miró y se acercó a posando sus manos sobre los anchos hombros del muchacho.

-¿Estás bien, cariño? -Preguntó la chica con aquel apelativo cariñoso que siempre le decía.
Y es que a ninguno de los dos le molestaba demostrar ese tipo de cariño en público. Al fin y al cabo, eran mejores amigos... ¿No? -Pareces, no se, ido. ¿Ha pasado algo que aún no me has contado?

Oliver, que escuchaba a la perfección a ambos chicos, rodó los ojos demasiado incómodo por el cariño mutuo que ambos emitían. Sabía que Liv en algún momento se arrepentiría de todo aquello. Y aunque el siempre intentaba hacerle entender eso, ella no cedía. Olivia Blossom terminaría con el corazón roto.

-No pasa nada. - respondió Bethan luego de sacudir la cabeza para sacar el recuerdo de aquella loba reclamándolo como un pedazo de carne. Le mostró una de sus sonrisas encantadoras a Liv para luego pasar sus dedos por la rosada mejilla de la chica y acariciarla.-Estoy bien, de verdad.

-Si,claro...-murmuró ella, sin estar convencida y sabiendo perfectamente que a él le pasaba algo y ella pensaba descubrirlo.

Mientras Olivia pensaba cómo descubrir el motivo del desorden mental de Bethan, en e campamento de los lobos las emociones y las preocupaciones dominaba a todo el mundo.

Su Alfa estaba herido, habían perdido esta batalla y muchos de su especie habían muerto a mano de esos cazadores.

-¡Voy a matarla! -exclamaba furiosa Nayla mientras se paseaba por la habitación donde se encontraba su hermano mayor reposando.-¡Se atrevió a herir a mi hermano! ¡La voy a degollar y haré un abrigo con su piel! ¡Y se lo daré a su familia! ¡Maldita cazadora!

El Beta, Mathew, escuchaba cada una de las palabras que ella decía sin emitir palabra alguna. Porque estaba de acuerdo con ella, pero tampoco debían precipitarse. Ya habían perdido mucho en esta guerra.

-Cálmate primero, Nay. Ya hemos perdido muchas cosas en esta guerra y en lo que debemos enfocarnos es en el Alfa y la manada. -dijo Mathew.

-¡Pero casi muere mi hermano Math!

Cerca de la mansión del Alfa, había otra casa en donde se desataba otra conversación acalorada entre lobo y cazadora.

-¡Yo jamás seré la alma gemela de un asqueroso chucho como tú! -gritaba histérica y muy molesta la cazadora, mientras el hombre lobo seguía impasible sin reaccionar a los gritos.

-Lo eres. -respondió tranquilamente.

-¡No! ¡Tu maldito lobo debe de estar descompuesto para creer que soy tu alma gemela!

-¿Crees que a mi me hace feliz que alguien como tú sea la futura madre de mis cachorros? -dijo irónico. -Pues no, cielito. No me hace feliz.

-Entonces recházame. -las palabras salieron ácidas de su boca y el pecho se le apretó. Su conciencia le gritaba que se retractara de sus palabras, que lo aceptara y ya. Pero Tathie era una persona que no cedería fácilmente.

-No haré eso. -camino hacia ella logrando que ante el nerviosismo cayera de vuelta en la cama. Se inclino hacia ella, con esos ojos bestiales.-Eres mia por derecho y si la diosa luna te escogió como mi alma gemela que así sea entonces, preciosa.



Blick, aprovechándo que todos estaban distraídos con sus labores y se acercó a Melissa quien se encontraba sola recogiendo cosas destruidas para limpiar el sitio y la tomó agresivamente del brazo.

Claramente,disimulando todo el tiempo.

-Melissa. -Le llamó el dejando ver una sonrisa de oreja a oreja para así poder disimular ante la multitud y las miradas indiscretas que pudieran haber por ahí. -Tú y yo tenemos algo pendiente.

La pelinegra lo miró sin ninguna expresión en el rostro y soltando un bufido asintió. El no se atrevería a tocarla porque sabía que ella era capaz de demandarlo con el consejo de los cazadores y le quitarían el puesto a el.

-Te escucho, Blick.

Blick sonrió incrédulo.

-Vuelve a desatender mis órdenes -Empezó él a decirle.-... vuelve a desafiarme frente a todos, vuelve a ridiculizarme y te juro, mocosa, te juro por dios que será tú madre quien pague las consecuencias. ¿Lo entiendes, hija?

-Hijastra. -Le corrigió ella con mucho enfado. Odiaba que el pronunciara esa palabra con ella. Le causaba asco. Se safó de su agresivo agarre y dio unos pasos hacia atrás sin dejar de mirarlo a los ojos . -Y si me disculpas, tengo que ir a buscar a mi amiga.

∞Mount Station || ALMAS GEMELAS: 1. La Guerra del Sur∞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora