Kyū

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En un desesperado intento por derrotar a Jotaro, Dio lo cegó con su propia sangre.

—¿Que te parecen mis vendas de sangre? ¡Gane! ¡Muere!

Pero aún sin poder ver, Jotaro levanto su puño junto con Star Platinum, que acesto un golpe en la pierna de The World. Esto provoco que unas pequeñas grietas se hicieran presente en el puño de Star Platinum, el daño se transfirió a Jotaro.

Dio sonrió, pensando que ya había ganado.

Pero grietas aún más grandes se extendieron por la pierna de The World hasta llegar a todo su cuerpo.

—¡¿Que?! Es imposible...pero yo soy Dio ¡Soy Dio!

Mientras Dio empezaba a dejar el mundo, pudo ver dos figuras fantasmales a un lado de Jotaro. Eran Alice y Jonathan, que le sonreían.

"¿Jojo? ¿Alice?"

Y entonces el cuerpo de Dio se rompió en pedazos.

—Si esperamos hasta el amanecer, te convertirás en polvo. Perdiste por una sola razón, Dio. Perdiste por una razón muy simple. Te atreviste a hacerme enojar.

Alice sonrió mientras se acercaba a la escena con completa confianza, aún con su antifaz. Jotaro pudo oírla ya que volteo hacia ella.

—¿Quién eres?

—Esa no es forma de hablarle a tu abuela —sentencio.

Sin más, se quito al antifaz.

—¡Tú! —exclamó el pelinegro con sorpresa al verla.

—Ya habrá tiempo de explicar más tarde —lo corto mientras se acercaba al cuerpo de Dio.

Se arrodillo a un lado del cuerpo y miró hacia el cielo.

—Espero que le pidas disculpas a mamá, Dio —dijo con una sonrisa mientras las lágrimas empezaban a bajar por sus mejillas.

"Los voy a extrañar..."

***

Tal y como Alice le había pedido, Kakyoin había contactado a la Fundación Speedwagon, quienes se llevaron el cuerpo de Dio y Joseph.

Creo que no hace falta decir que Joseph fue revivido y le jugo una broma Jotaro, la cual casi le cuesta la vida una vez más.

Tras despedirse de Jotaro, diciendo que le vería en su casa, fue donde Kakyoin.

Por suerte este no fue muy difícil de encontrar.

—¡Alice-san! —exclamó el pelirrojo al verla.

—Hola de nuevo, Kakyoin-kun —le respondió esta, caminando hacia él.

—¡¿Que paso?! ¡¿Están todos bien?! —preguntó preocupado. En respuesta la rubia soltó una risa.

—Tranquilo, todos están bien le aseguro con una sonrisa.

—No sabe que aliviado estoy de escuchar eso —suspiró aliviado.

—Ne, Kakyoin-kun.

—¿Que sucede, Alice-san?

—Ya te dije que no me pongas honoríficos. Llámame Alice.

—Me siento más cómodo llamándola Alice-san.

—Mocoso.

***

Finalmente todos se encontraban de vuelta en Japón, en la casa de los Kujo. Alice tenía que dar algunas explicaciones.

Todos estaban reunidos alrededor de una mesa, Kakyoin también se encontraba allí. La rubia lo había obligado a venir con ellos y lo había amenazado con darle cerezas envenenadas si se negaba.

Guardian Angel [Vento Aureo]Where stories live. Discover now