Diciannove

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Finalmente llegaron a Pompeya y bajaron de la camioneta.

—La última vez que vine fue en una excursión escolar. —Comentó Abbacchio.

—Abbacchio, Giorno, apresurémonos. —Aconsejó Fugo.

Los cuatro comenzaron a caminar. Mientras lo hacían Alice miraba a los cuervos que volaban sobre Pompeya, sonrió. Le gustaban mucho los cuervos.

—El lugar que buscamos esta a unos 100 metros. Debería tomarnos unos 30 minutos recoger lo que buscamos y regresar con el resto.

Los cuatro se detuvieron frente a un espejo. Sin embargo, él único en percatarse de la presencia del enemigo fue Fugo.

—Abbacchio, Giorno, estén alerta. —Alertó.

Ambos hombres se tensaron. Giorno se mantuvo cerca de su tía.

—Ya nos encontraron.

—¿Cuantos son?

—Solo uno, por ahora. Nos vigila desde ese pilar detrás de nosotros.

—¿Un pilar? ¿Desde cual?

—Baja de las nubes, Giorno. Solo hay un pilar. —Respondió Fugo.— ¿No puedes verlo?

—Fugo, es cierto que solo hay un pilar, pero yo tampoco veo a nadie. —Dijo Abbacchio, inquieto.

—¡No es gracioso! ¡Viene hacia nosotros! 

Los tres voltearon a ver detrás de ellos pero no veían nada. A la rubia se le hacia algo difícil actuar como si no supiera que estaba pasando. Esperaba que Illuso no la reconociese. 

Si Illuso le contara a Risotto que ella estaba junto a Bucciarati, se le haría difícil salvar a los demás miembros de La Squadra. 

—¿Fugo?

—¡Allí! ¡Viene caminando! —Señaló hacia una dirección, pero no había nada. Al darse cuenta, murmuró: — Estaba allí... ¡Acababa de salir del pilar, lo vi en el espejo! 

Fugo siguió gritando, tratando de hacerles ver el peligro inminente. Pero ni Abbacchio ni Giorno parecían entender las palabras de Fugo.

—¡Va a atacar! ¡Aléjense del espejo! —Empujo a los tres lejos del espejo. Pero entonces los tres empezaron a desaparecer.— ¡Abbacchio, Giorno! —Vió a la ojiazul sonreírle suavemente, como si todo estuviera bien.— ¡Alice-san! —Intento alcanzar su mano, pero su cuerpo se convirtió en un puñado de mariposas azules que se quedaron volando a su alrededor para luego dispersarse.

***

—Giorno, camina despacio hacia mi...

—¿Que haga que despacio? —Preguntó el rubio confundido.

—¡Ven para acá, imbécil! ¡Olvida lo de despacio, ven! —Gritó el pelilila, alarmado.

Giorno volteo hacia atrás y así pudo ver a Purple Haze, sentado en el suelo. 

—¿¡Que!? ¡Es un...! —Golden Experience se manifestó.

—¡Giorno, dejalo! ¡No es un enemigo, es el Stand de Fugo! —Gritó Abbacchio.— ¡Y sal de ahí de una vez! ¡No te le acerques!

—¿De Fugo...?

—¡Aléjate de Purple Haze! ¡Rápido!

"No se porque grita tanto, no da tanto miedo."

Guardian Angel [Vento Aureo]Where stories live. Discover now