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—Señorita Alice, ya es momento de despertar —una criada anunció con suavidad.

La mencionada gruño y se sentó con lentitud en la cama, restregando sus ojos y bostezando.

—El desayuno ya esta listo.

—Gracias, Anna. En un momento bajo.

La criada salió de la habitación mientras la pelidorada se metía al baño unos momentos antes de salir. 

Somnolienta, la joven protagonista bajo al comedor donde su desayuno yacía servido en la mesa. Eran hotcakes con crema y dulce de leche.

Desayuno con tranquilidad mientras leía el libro que había estado leyendo hace un tiempo.

Una vez termino de desayunar volvió a su habitación para prepararse, unos minutos después bajo vestida con su uniforme y su mochila.

—Adiós, Anna, Adiós, Silvia —saludo a su doncella y a la cocinera mientras se dirigía a la puerta.

—Adiós, Señorita Alice —la saludo Anna.

—¡Adiós, pequeña! —la despidió Silvia desde la cocina.

***

Alice caminaba a la escuela una vez más, y una vez más se encontró con su tataranieto rodeado de chicas, suspiró divertida y siguió su camino. Pero el pelinegro al verla se le acerco sin titubear.

La rubia lo miró y sonrió levemente.

—Buenos días, Jojo —lo saludo sin borrar su sonrisa.

—¿Como sabes como me llaman? —preguntó el pelinegro, sospechoso.

—No es muy difícil saberlo cuando cada vez que una chica te ve, grita: ¡Jojo! —comentó divertida.

—Hmm.

Ambos caminaron en silencio hasta que cierto grupo de chicas se hizo presente, chillando. Alice suspiro de forma inmediata.

—¿A caso no te hartas de esto? De seguro es molesto tener que escucharlas todas las mañanas —se dirigió hacia Jotaro, algo mosqueada.

—Solo trato de ignorarlas y ya —respondió el ojiverde.

—Vaya suerte la tuya —resoplo la rubia.

"Es algo extraño llevarme bien con mi tataranieto. Y por alguna razón, esta charla me recordó a mi infancia antes de nacer como Alice ¿Por que será?"

Casi de inmediato al verla, las fans de Jojo empezaron a chillar y de quejarse de su presencia. La ojiazul quiso voltearse y gritarles que se callaran, pero Jotaro se le adelanto.

—¡Cállense! ¡A diferencia de ustedes, ella no es una perra escandalosa!

Inmediatamente las chicas se callaron, sintiéndose como si alguien las hubiera abofeteado. Alice sonrío engreída mente y se pavoneo mientras permanecía a un lado del pelinegro.

"¡Ja! ¿Como les quedo el ojo, Bitch!"

Ambos estudiantes siguieron caminando en silencio.

***

—¡Alice-senpai! ¡Buenos días!

Guardian Angel [Vento Aureo]Where stories live. Discover now