KISS ━ HYUNSUNG

¡ siete !

Hyunjin y Jisung se encontraban en el pequeño estudio de grabación que había en el departamento. Han golpeaba insistentemente con el lápiz la mesa de madera, y Hyunjin no hacía más que clavar sus ojos en esa exasperante acción. Ambos llevaban en aquél lugar un buen rato pero ningún ritmo o letra había cruzado por sus cabezas; estaban comenzando a cansarse.

—¿Podrías, por favor, parar con ese ruido? —pidió Hyunjin intentando sonar lo más amable posible, apretando los dientes para descargar el enojo.

—¿Cuál? —Han lo miró inocente, y luego sonrió con malicia a la vez que comenzaba a golpear el lápiz con más insistencia— ¿Este?

—Sí, ese.

—Entonces no, no puedo.

Hyunjin suspiró.

—Por favor, Jisung.

—No.

—¿Por qué no podés frenar con ese ruido insoportable y tu actitud estúpida y arrogante? —preguntó Hyunjin en un grito, clavando sus ojos en Jisung.

Por un momento, aquél constante y molesto sonido provocado por el lápiz se detuvo.

—Me gusta verte enojado —sonrió y volvió a golpear el útil en su mano contra la madera.

Hyunjin intentó enfocarse en su trabajo, en que necesitaban contenido para contentar a los productores y terminar con aquél programa en el que se habían metido. Sin embargo, llegó un momento en el que ya no pudo soportar el ruido que Jisung hacía con el lápiz.

Enfadado, le arrebató de la mano el lápiz a Jisung y lo revoleó al otro lado de la pequeña habitación, causando un ruido cuando golpeó contra la pared.

—¿Qué mierda, Hyunjin?

Hwang tiró de la silla de Jisung y lo acercó a él, dejando sus rostros a milímetros.

—Te dije que pararas. 

—No tenían que revolear el lápiz.

—¿Por qué no? Estabas molestando, no me hiciste caso y me enojé.

—¿Por qué debería hacerte caso?

—Soy mayor que vos, Jisung —Han sintió el aliento de Hyunjin golpear contra sus labios y un escalofrío recorrió su columna vertebral—. Si te pido que hagas algo, tenés que hacerlo. 

Jisung intentó alejarse del contrario, pero una mano de Hyunjin posándose en su nuca se lo impidió.

—¿Quedó claro? —sus labios rozaron los de Jisung, sus ojos estaban fijos en los belfos del menor. 

Jisung asintió, pero para Hyunjin no era suficiente. Atrapó entre sus dientes el labio inferior de Han y lo mordió sin cuidado, provocando que un jadeo abandonase la boca de Jisung.

—¿Quedó claro, Jisung?

—Sí... Sí, quedó claro.

Una vez escuchó esas palabras, se separó de Jisung y volvió a enfocarse en el trabajo que debían hacer, sintiendo miles de ideas cruzar su cabeza. Por su parte, Jisung apenas entendía y lograba procesar lo que acababa de pasar. Era raro e inquietante, pero una parte de él había disfrutado ganar esa atención de Hyunjin.