KISS ━ HYUNSUNG

¡ doce !

Los productores del programa les habían dejado invitar a sus equipos de producción ese día para celebrar el lanzamiento de la primer canción del álbum en el que estaban trabajando. Sin embargo, aunque Jisung había corrido por el departamento para buscar su celular y avisarles a Felix y Chris que podían ir, no fue lo suficientemente rápido porque los dos australianos que formaban su equipo ya tenían planes para ese día con miembros de la empresa en la que trabajaban.

Por eso, ahí estaban Changbin y Minho jugando con Hyunjin de una forma amistosamente dudosa. Jisung los observaba desde el sillón individual con curiosidad, queriendo parecer desinteresado en lo que sucedía a la vez que movía el dedo sobre la pantalla de su celular y leía las cosas poco interesantes en sus redes sociales. 

Jisung oyó las tan conocidas carcajadas de Hyunjin y no supo que pensar cuando se encontró con Changbin sentado sobre el regazo de Hwang mientras le picaba las costillas y Minho abrazaba al más bajito por la espalda.

¿Ellos realmente eran amigos?

Jisung se levantó del silloncito en el que se encontraba y acomodó sus shorts grises antes de hablar.

—Voy a buscar para tomar, ¿ustedes quieren algo?

Ambos invitados respondieron que sí y Hyunjin se levantó de donde estaba para poder ayudarlo. Siguió a Jisung hasta la cocina y observó como el menor servía jugo de naranja en cuatro vasos distintos. Se acercó a él por la espalda y lo abrazó con cariño, apoyando su rostro junto a la cabeza de Jisung-

Sin embargo, se sorprendió cuando Han se sacudió entre sus brazos para que lo soltase. El peliazul giró sobre su eje y enfrentó a Hyunjin.

—¿Qué pasa? —preguntó Hyunjin, posando sus manos en la cinturita de Jisung.

—Nada, sólo no quiero abrazos ahora.

—No me mientas, cielo. Te conozco. 

Jisung rió sarcástico, alejándose de Hyunjin y tomando dos vasos para volver a la sala de estar, donde se encontró con Changbin sentado sobre las rodillas de Minho. Han los miró extrañado pero no hizo ninguna mueca, sino que dejó tranquilamente los vasos frente a ellos, y volvió a la cocina para buscar el suyo. Sin embargo, se encontró con Hyunjin a medio camino, llevándolos a la sala. Con brusquedad, tomó un vaso y se encaminó a su habitación, cerrando la puerta con fuerza y provocando que un estruendo se escuchase en el departamento.

—¿Pasó algo? —preguntó en voz baja Changbin a Hyunjin, quien respondió encogiéndose de hombros y sentándose junto a sus dos amigos.

Hwang se apoyó contra el brazo de Minho y se escondió contra él, inhalando el tan conocido aroma junto al cual tantas cosas hizo. Con el pasar de los segundos, el menor de los tres parecía hacerse cada vez más pequeño junto a Minho, tomando con nerviosismo su mano y entrelazando sus dedos. Como respuesta, el contrario le devolvió el apretón.

—¿Qué pasa, Hyunnie? —preguntó, causando que Changbin también se diera vuelta para ver la tierna y apachuchable escena.

—No sé... Yo... —dudó por un momento— No sé.

Minho lo miró confundido y con un dejo de tristeza. Conocía a Hyunjin como la palma de su mano, como si fuese un libro abierto del cual se había aprendido cada página de memoria. Minho adoraba a Hyunjin con todo su corazón, cada parte de él se aferraba a Hyunjin desde el primer día que lo había besado. Pero sus ideales, sus descripciones de amor, y el tiempo, se habían encargado de separarlos. 

Minho era el ex-novio de Hyunjin, y aunque todos los días se repetía a sí mismo que las cosas entre ellos dos nunca funcionarían, y que, por más que quisiera, no veía a Hyunjin como una pareja, esconder las insistentes ganas que sentía de besarlo le era bastante difícil.