El Misterioso Visitante. (Cherik - Wolvesilver)

V

Dedicado a KiKaLoBe y un gran agradecimiento por su ayuda.

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Erik quedó sorprendido cuando vio la amplitud y comodidad de sus nuevos aposentos. Entró cargando a Peter y se detuvo en el umbral para admirar el espacio.

─Nos están consintiendo demasiado, papá ─ opinó el joven.

Erik sonrió porque hacía mucho tiempo que no escuchaba bromear a su hijo.

Charles entró detrás de ellos y les explicó que esta primera habitación era la antesala, donde Peter podría sentarse y leer, o pasar el tiempo con su padre, más adelante cuando abandonara la cama.

Erik observó una mesita sobre la que ya estaba el tablero con las piezas acomodadas para una partida. Charles había pensado en todos los detalles.

─Allá está el dormitorio ─ explicó el Duque, antes de abrir la siguiente puerta.

Erik pasó con su hijo. Había dos camas enormes, con dosel y sábanas de seda. La de Peter estaba preparada con cojines extras para facilitarle el sentarse en el colchón. Junto a un mueble enorme había una puerta estrecha.

─Ese es el vestidor ─ avisó Charles y señaló otra en el otro extremo ─. Ese es un pequeño baño para que te asees, Erik ─ luego miró al joven ─. También tú cuando estés en condiciones, Peter.

Magneto acomodó a su hijo en la cama. Peter bostezó porque el cambio de habitaciones lo había agotado. Su padre lo cubrió con el acolchado de plumas de faisán y una manta de oso, y se dirigió al hogar para encenderlo.

Charles abrió los cajones de una cómoda para enseñarle la ropa y más mantas que había mandado poner allí.

Erik terminó de cubrir a su hijo.

─Peter tiene razón, Charles ─ admitió ─. Nos estás consintiendo demasiado.

El Duque rio como si se tratara de un cumplido. Se había dado cuenta de que últimamente reía más de lo habitual.

─Solo quiero que mis huéspedes se sientan cómodos ─ respondió con falsa modestia. Volteó hacia Erik, que se había sentado en el borde del colchón de su hijo. El muchacho se había dormido ─. Tengo que leer unos documentos engorrosos, asuntos de tierras y propiedades. Nos vemos luego, Erik.

─Hasta luego, Charles ─ lo despidió ─. Y gracias.

─No hay de qué.

Charles abandonó los aposentos, cerrando cada puerta. Ya en el corredor, se palpó el bolsillo y descubrió que había olvidado entregarle las llaves a Erik. Suspiró, bueno, tenía una excusa creíble para regresar pronto. Con una sonrisa tonta se dirigió a la escalera. Bajó y en el último escalón, se encontró con su madre que lo aguardaba con una mirada severa pero noble.

─Hijo ─ suspiró ─. Lo que haces es loable y ese jovencito necesita ayuda y afecto para recuperarse, pero no olvides de quién se trata.

Inmediatamente el Duque se puso a la defensiva. Ya Logan lo estaba cansando con su discurso sobre la peligrosidad de Magneto y que ahora se le uniera su madre, le arrancaba la paciencia. Frunció el ceño y enfiló hacia su despacho.

Sharon lo siguió sin darse por vencida.

─Estás encandilado con él, ya noté que es un caballero fascinante pero es. . .

Se detuvo porque su hijo giró hacia ella, lívido.

─ ¿Qué es, madre? ¿Un asesino? ¿Una bestia despiadada salida de cuentos de terror? ¿Qué es?