XXXV

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Dedicado a @KiKaLioncourty un gran agradecimiento por su ayuda.

Una mención para @LuzAlvz y su sitio en Facebook "Wolvesilver para llevar" y un saludo muy especial a Luna.

XXXV

Durante la primavera del año 1778, el Rey George William Frederick, conocido como George III, todavía estaba lejos de ser el monarca que pasaría a la historia por su comportamiento errático afectado por la porfiria. Se encontraba irritado con la pérdida de las colonias americanas que apenas dos años antes habían cometido la insolencia de firmar su independencia. El reino se hallaba batallando contra los estados americanos y contra Francia, que le estaba brindando ayuda a los colonos. En medio de semejante clima, el rey se alegró de recibir a Charles y platicar con él de temas que no fueran ni guerra, ni impuestos, ni problemas de estado. Lo recibió en una sala privada y ordenó a ministros, amigos y pajes que se retiraran para tener intimidad. Duque y soberano se sentaron alrededor de una mesita sobre el que estaba servido té y dulces para acompañarlo y hacer la charla más amena.

Ya al entrar, Charles había advertido un juego de ajedrez ubicado en una mesa adyacente, y esto le recordó inmediatamente a su amante.

El rey tomó la palabra como anfitrión y lo felicitó por el nacimiento de su primer hijo y heredero. También le preguntó a modo de chisme quién era esa madre desconocida a lo que el Duque respondió con una sonrisa enigmática que prefería preservar su identidad porque se trataba de una joven que no deseaba saber nada con el niño.

─Es una pena ─ suspiró el monarca ─. Los niños son lo más bello del mundo, ya lo verás a medida que crezca ─ le advirtió y tenía suficiente experiencia porque con su esposa, la reina Charlotte, contaba ya con doce hijos, y la menor todavía no había cumplido un año.

─Lo entiendo, pero me encargaré de que sea el niño más feliz del mundo ─ contestó Charles sin modestia para luego añadir con respeto ─. Tan felices como los de Su Majestad.

George se sintió halagado y sonrió también. El Duque aprovechó el clima placentero para lanzar su propuesta:

─Su Majestad, en estas tierras así como en el resto del mundo, existen mutantes y muchos son súbditos vuestros. Se trata de personas discriminadas por su condición, una condición que no eligieron poseer sino que nacieron ya con ella ─ guardó silencio para esperar la reacción del monarca y pensó en Erik que a diferencia de muchos hermanos, se sentía orgulloso de su don y de ser lo que era. George reposó la mejilla contra el puño cerrado para escucharlo con más atención ─. La sociedad teme a los mutantes porque teme a lo desconocido y por esta razón los humilla, persigue, tortura y asesina.

─ ¿A dónde quieres llegar, Charles? ¿Cuál es tu punto?

─Me preguntaba si podría haber alguna manera de protegerlos.

El rey rio con ganas. Solo después de un momento comprendió que su interlocutor no estaba bromeando.

─ ¿Estás hablando en serio, Charles?

─Vos mejor que nadie sabéis la carga que conlleva portar una condición especial, me refiero al peso de la corona en vuestro caso. Habéis nacido con tal deber, que os vuelve diferente al resto.

─ ¿Estás comparando a tu rey con un mutante? ─ replicó el soberano ofendido.

Charles sonrió para apaciguar los ánimos:

─Disculpad porque no fue mi intención.

─Tu intención es defender a los mutantes y tratar de convencerme de que son personas desprotegidas que necesitan mi apoyo y comprensión.

El Misterioso Visitante. (Cherik - Wolvesilver)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora