Brooke
Decir que estaba hastiada era poco, realmente poco, estaba agotada en todos los sentidos de la palabra y no lo mal piensen, maldición, la frase, he tenido sexo salvaje, No iba en mi lista de frases diarias, básicamente fui un día completamente agotador.
Siete y media de la tarde y yo estaba sentada en el sofá, mis padres solo estuvieron esa noche en la sala y parte de la mañana, después volvieron a lo mismo, no los culpo, no podría, jamás podría culparlos de ser víctimas de seres tan cruel como los Jones.
Después de unos largos, largos minutos de meditación sobre qué hacer un viernes por la tarde, me levanto del sofá.
Decidida a no tener una tarde aburrida, ya que era viernes y mayoritariamente los viernes no trabajo y me quedó encerrada como si fuera la princesa fiona. Decido salir a tomar un café, aunque tenía pensado en encerrarme y llorar viendo El diario de una pasión, pero mis planes se vieron dañados cuando mi estómago rugió y aún no era hora de la cena.
Subí a buscar mi bolso y salí de la casa, decidida a caminar hacia la cafetería ya que si iba en taxi no tendría para devolverme ya que aun no me pagaban y el dinero que tengo va a la renta de la casa, el psicólogo de mis padres y los gastos de luz, agua y esas mierdas, aparte tengo que hacer las compras de la casa.
Vaya, ni dos trabajos sustentan todo lo que tengo que pagar y sostener.
Iba pensando en mis mierda hasta que el logo de Starbucks apareció y un coro de ángeles resonó en mi cabeza, con un pequeño suspiro cansado camino hacia el local, pero claro. Brooke alias desgracia con patas, tuvo que irse de bruse con alguien, perdiendo ligeramente el equilibrio.
—Oh mierda, lo siento de verdad soy una estúpida perdón, no iba viendo—Apenada levanto la mirada y me congeló en ese instante, Dylan Jones esta frente a mi.
¿Enserio vida, que hice mal?.
—No te preocupes—Una sonrisa algo ¿Triste?, se formó en sus labios—Adelante—Abre la puerta y yo aun desconcertada entró, tratando de asimilar ese pequeño gesto.
—¡Mi amor!—No ruedes los ojos Brooke, el abrazo que me da Logan me deja sin aire—¡Oh mi amor, años sin verte!,
Logan Cipriano, mi enamorado de... Años, es una persona fantástica, solo que un poco, un poquitito intensa, poquito, nada más.
Logan es, un par de años mayor que yo, alto, de ojos cafés y cabello castaño, guapo, divertido y sobre todo un intenso, fan de Marvel, punto a favor para el.
—Nos vimos la semana pasada Logan—Murmuro algo incomoda.
¿Como no iba a estarlo? Media cafetería tenía sus ojos en nosotros.
—¿Lo mismo de siempre, cielo?—Yo asiento con una pequeña sonrisa.
El besa mi mejilla y camina hacia la caja informándole que el hará mi pedido, Kim me saluda en cuanto yo me acerco.
—Algún día lo golpeara—Se ríe y pongo mi mano sobre mi pecho dramáticamente.
—¿Que cosas dices? Sería incapaz, solo, es algo intenso... Bueno, bastante pero no es desagradable.
—Aja, son tres dolares—Se los entrego y ella dirige su mirada hacia atrás de mi, sonríe ladeando un poco su cabeza—Dylan Jones.
—Hola Kim—Diablos incluso su voz se escucha apagada—Latte de vainilla, por favor.
—Mira Brooke, alguien comparte tu obsesión por el Latte de vainilla—Me mira divertida y entrecierro mis ojos.
—El Latte de vainilla es lo mejor que existe —Bufo.
ESTÁS LEYENDO
La mentira perfecta[✔️]
RandomBrooke, Una chica amable, dulce, nada de lo que puedas quejarte, con sus imperfectos y errores como cualquier ser humano. Dylan, Es le típico cliché de la historia, arrogante, adinerado y como no, juzga hasta por los codos a la gente de clase baja. ...