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-Es su hermano también, no solo el mío ¿cómo puede tener el coraje de sugerir que nos quedemos de brazos cruzados ante su asesinato?- Louis hablaba despacio, sus ojos azules enfocados en la vigorosa vista ante él; su mente intentando asimilar los sucesos de las últimas horas.

Los nudos que sentía en el pecho y estómago aún no desaparecían, sus manos no habían dejado de temblar desde que le dio un último beso de despedida a Laurie; sabía que nunca olvidaría la temperatura del cuerpo de su hermano cuando acarició su rostro, parecía que sus dedos estuvieran rozando una estatua de hielo, una estatua que sería sepultada bajo tierra al día siguiente.

Liam, su escudero, lo escuchaba en silencio mientras acomodaba la bandeja de comida en el gran escritorio de madera que se encontraba frente al balcón de la habitación, el aire de la noche era suave y cálido; el aroma de flores de jazmín invadía cada rincón.

-¿Que tanto puede cegar el amor a una persona Liam?- la pregunta de Louis sorprendió al joven de ojos café, quien a pesar de estar acostumbrado a escuchar y conversar con el príncipe, quien siempre parecía tener un comentario u opinión ante absolutamente todo y no era parte de su forma de ser mantenerse callado, no esperaba una conversación esa noche.

Al menos no luego de ver lo devastado que había lucido el príncipe cuando fue a verlo a primera hora en la mañana, Louis no le había hablado en todo el día, hasta ahora.

-¿Liam?-insistió Louis del otro lado al notar que este no había contestado, su escudero rápidamente caminó hacia el balcón para colocarse a su lado. El príncipe posó sus manos con fuerza sobre el muro bajo ante él, tal vez así Liam no notaría el temblor de estas.

El joven de ojos castaños iba a hablar pero Louis se adelantó.

-¿Amor? estoy seguro que lo que mi hermana siente no es amor, el amor no te vuelve frío contra tu propia familia, contra tu propia sangre, al contrario, te hace mejor persona - Louis paró de hablar para girarse levemente y posar su mirada en Liam- ¿O estoy equivocado? ¿El amor en verdad te vuelve estúpido?

-Muchas veces las personas confunden el amor con otras emociones o sentimientos, su alteza.

Louis asintió con desganas no satisfecho con la respuesta.

-¿Pero el amor te vuelve estúpido?

Liam pensó en una persona en especial pero apartó la idea de su cabeza con rapidez, suspiró.

-Puede que si al inicio, pero a la larga debería hacerte mejor persona como usted dice, mi abuela solía decir que el verdadero amor te hace brillar y creo que estaba en lo correcto.

Louis asintió despacio, satisfecho.

-También solía decir que cualquiera es un tonto por la persona que ama - añadió, el príncipe sonrió levemente.

-Tu abuela suena como una mujer muy sabia, Liam.

Este asintió, luego guió su mirada hacia la vista de la ciudad, leves luces parpadeando en algunas calles, el mar rodeando todo como una gran mancha negra que se mezclaba con el cielo estrellado de la noche. La luna llena iluminando todo con su resplandor.

-Lo era - contestó, Louis colocó una mano en su hombro instintivamente haciendo que Liam lo mirara de nuevo.

-Lo siento - atinó a decir, el escudero inclinó su cabeza.

-Lo mismo digo, su alteza.

Liam no solía tratar a Louis con tanta formalidad, hace unas pocas semanas había empezado a llamar a Louis por su nombre a pedido del mismo, pero en una situación tan delicada no pensaba arriesgarse a tratarlo de manera "informal". Se sabía que el príncipe podía llegar a ser muy impredecible con sus reacciones a distintos comentarios, refutando, discutiendo y corrigiendo en cuánto divisaba oportunidad; cosa que no era de muy agrado para el rey.

Call me to Heaven * Larry Stylinson *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora