A Second Chance

2

Arianne en multimedia

Kyle:

No voy a casa.

Voy por algo de beber.

Y un club es el lugar perfecto.

Sin embargo apenas llego solo me tomo un par de tragos y busco marcharme, pero algo más llama mi atención por encima de la música.

Corrección.

Alguien.

Arianne Sullivan.

La hermana adoptiva de Trent Odom.

Ya había escucho rumores de la arrebatada hermana que le toco a Trent Odom, es decir, no es algo de ocultar, todos hablan de ella, en especial los chicos quienes no dejan de mencionar y halagar sus atributos desarrollados, sumémosle a eso que esto es lo que ella hace y sigo creyendo que solo es una niña que busca llamar la atención.

Solo hace falta mirarla y lo estoy haciendo justo ahora.

Sin embargo además de eso, verla aquí, con esa ropa tan ajustada y divirtiéndose con sus amigas, puedo al menos admitir que hay alguien menos aburrido en esa familia.

Y tenía que ser una adoptada.

Sonrio y mis ojos la recorren, imaginar que la niña Sullivan está aquí y que por primera vez coincidamos no estaba lejos de mi imaginación, visito muchos clubs cada noche, aunque no esperaba justo esta noche verla y después de haber tenido un encuentro con su hermano que provoco que tenga ahora mi nariz hinchada.

Me divierto observándola, hasta que se despide de sus amigas.

No esta borracha ni nada parecido, pero es algo tarde y no quiero pensar en la posibilidad de que Trent Odom este con Maya en este momento, pero es posible y por eso mismo nadie espera a esta niña en casa.

Arianne sale del club y yo voy hacia mi coche, entro listo para marcharme mientras ella espera el autobús o algún puto coche que la lleve.

Visualizo a un grupo de chicos, mis manos se aferran al volante y supongo que toca mi buena acción del día y si tengo suerte probablemente vea a Maya.

Y olvide todo lo que mi lado estúpido hizo esta noche y me lo agradezca.

Incluso el puto Odom .. ¿Se lo imaginan?

Me estaciono frente a ella ganándole a los tipos de atrás, Arianne me observa sorprendida y yo le abro la puerta.

—¿No eres..?

—Sí, ese mismo.—Le aseguro.—¿Vas a subir o no?

Sus cejas se alzan.

—Arianne.—Pruebo su nombre en mis labios mientras se me queda viendo.—No sé qué esperas, pero dudo que encuentres un coche a estas horas.

Ella no se mueve.

—1..2..3...

Cuando mi conteo inicia, ella se sube.

Con una Victoria en mi rostro manejo hasta su casa, todo por la oportunidad de ver a Maya.

(*)

Estaciono el coche y para mi mala suerte no me cruzo con Maya, incluso intento ver su casa, pero las luces están apagadas.

Todo por nada.

—Te agradezco el que me trajeras, Kyle Graham.

—Como quieras.—Respondo intentando buscar a Maya.

Una sonrisa cruza sus labios.

—Olvidado.—Pronuncia ella y pongo mis ojos sobre su rostro.—Cuando se trata de Maya, Trent siempre vuelve tarde.

¿Y aun así no la ha tocado?

Pero que imbécil.

—Eres su ex ¿No?

No respondo.

—Eso explica porque.—Me suelta y se quita el cinturón de seguridad.—Da igual, tú me utilizaste y yo también a ti.

—¿Perdón?

—Por el aventón.

Abro los ojos.

—Ambos salíamos ganando, aunque yo esta vez por lo visto gane más.

Ella vuelve a sonreír.

No digo nada.

—No hace falta negarlo.

—No lo hacía.

—Bien, porque no te queda.

Alzo una ceja.—Perdón, niña Sullivan .. ¿Nos conocemos?

—Oportunamente hasta ahora no.

—Bueno, pues yo si conozco a chicas como tú.

—¿Eso piensas?

—Niña que se siente encarcelada, sale de fiesta en busca de diversión y sentir que todas las miradas estén en ella, las miradas que no tiene en casa.—Me encojo de hombros.—No te sientas mal por lo que te acabo de decir, no hay nada de malo con eso.

—¿En qué universo podría sentirme mal con lo que has dicho?

Alzo mis cejas sorprendido.

¿Qué sucede con esta chica?

—Pero.. ¿La voz de la experiencia lo dice?

Mi sonrisa se borra y ella pone la mirada en frente sonriendo, joder.

Niega y la veo suspirar.

—Te equivocas, Kyle Graham..

¿Me equivoco?

¿En qué?

¿En decirle sus verdades?

La niña Sullivan sale del coche.

—¡Hey!

No me dice nada.

Sonrio por su falta de educación y me quito el cinturón de seguridad, cuando voy a salir del coche, ella se asoma a mi lado de la ventana abierta tomándome sorprendido.

Mis ojos se abren, Arianne sonríe y lo próximo que siento son sus labios posarse sobre los míos, estoy tan sorprendido que no reacciono hasta que ella se aparta y solo alcanzo a parpadear mientras ella gustosa tiene una sonrisa en el rostro.

—Y no.

Frunzo el ceño confundido y la sonrisa sigue en su rostro.

—¿ No qué?

Arianne niega con la cabeza y lo que dice a continuación me deja más perplejo que el beso.

—Te aseguro que no has conocido una chica como yo, Kyle Graham.