Capítulo 12.

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[Errores de dedo se corrigen después]

-¿Qué te dijo Nile?

-Qué estaba preocupado por mí porque últimamente llego tarde y ando distraído.

-¿Y tú qué le dijiste?

-Qué era una crisis por mi cumpleaños.

-Si, claro, pero a mi si me vas a decir la verdad.

-No tengo nada, solo estoy saturado de trabajo y por lo mismo anoche no pude dormir, estoy estresado por el cóctel que tendremos mañana, aún faltan detalles, por cierto, tenemos que ir al salón a checarlos.

-Si, es verdad, es un evento importante el de mañana, pero tu estás raro desde tu cumpleaños, algo sucedió ese día que no sé porque no me lo quieres decir-abrió los ojos y se llevó las manos a la boca- Erwin al fin te pidió matrimonio, por eso andas así, todo nervioso y ansioso, te dio tiempo para pensarlo y por eso aún no traes puesto el anillo, mal amigo, con que ocultándome información.

-Que buena imaginación tienes Armin, Erwin no me ha dado ningún anillo ni me ha pedido nada, ¿no recuerdas que me dejó plantado el día de mi cumpleaños?

-Bueno, es que no encuentro razón para tú repentino cambio, obviamente no se trata de un amante, no te atreverías a engañar a Erwin y menos con lo....

-Perfecto que es-lo interrumpí porque ya me sabia esa línea de memoria-¿tan aburrido soy?, como para no buscarme un amante que me entretenga mientras mi novio no esta-¿eso era en realidad ese extraño para mi?, ¿solo un pasatiempo para mitigar mi soledad?, y si era así porque cada día que pasaba anhelaba y deseaba más y más estar con el sin importarme lo demás.

-No eres aburrido Eren, simplemente eres un chico con valores que ama a su novio y que jamás haría algo que pudiera dañarlo- se levantó de la silla- ¿a qué hora vamos al salón?

-Después del almuerzo.

-OK, entonces iré por mi bolso porque ya sólo faltan cinco minutos para la una.

Asentí con la cabeza mientras el monitor de la computadora, que apenas se encendía en tanto sentía las palabras de Armin retumbar en mi mente.

¿Qué era lo que había hecho?, ¿dónde habían quedado mis valores?, ¿qué pasaría si Erwin se llegara a enterar?, ¿qué haría?. Eso le dolería profundamente, le causaría un daño enorme y no se lo merecía, no, porque antes de novios éramos amigos, él había sido quien me apoyó cuando mis padres se divorciaron, quien me hizo ver que no era culpa mía, él había secado mis lágrimas en innumerables ocasiones, quien me había abrazado en las noches de tormenta que tanto me asustaban, él que me había llevado al baile de graduación, con él fue mi primer beso, mi primera vez, quien me conocía mejor que nadie.

Y no se merecía lo que le estaba haciendo, no había justificación alguna para mi comportamiento, ¿cómo pude olvidar todo eso y cambiarlo por unos momentos de placer con alguien para quién no significo nada?. Para quién yo era solo un número, una conquista más y ni siquiera eso, era sólo uno más en su cama y, entonces, me sentí tan miserable y ruin, ¿cómo fui capaz de dejarme llevar por las bajas pasiones en lugar de pensar con la cabeza?. Y fue cuando tomé la decisión de no buscarlo más, no iba a arruinar mi vida por alguien del que ni siquiera sabía su nombre.

.

Hoy hacía exactamente tres semanas desde mi último desliz, me había costado trabajo resistirme, tenía que reconocerlo, había noches en las que flaqueaba y tomaba el celular pero me obligaba a mi mismo a ver la fotografía que nos tomaron a Erwin y a mi en el Caribe para tomar valor y evitar llamar al extraño.

Ardiente Tentación. [Riren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora