Ardiente Tentación. [Riren]

Capítulo 27.

Pasé saliva, tratando de ordenar las ideas en mi cabeza y aclarar mi garganta, abrí la puerta de golpe, él se dio la vuelta y me miró asustado, guardó silencio unos segundos, me dio una sonrisa fingida y siguió hablando.

—Tengo que irme, hermanita—volvió a guardar silencio, supuse que estaba escuchando al interlocutor—aquí está Eren, yo le doy tus saludos, si, él también te manda a saludar, un beso y mañana hablamos.—agregó y finalmente colgó—Buenos días cariño—dijo dándome un beso yo moví la cabeza y me lo dio en la mejilla—era Nifa, está de vacaciones en Alemania.

No le respondí nada, solo asentí con la cabeza, ¿desde cuando Erwin le llamaba princesa a su hermana?, ¿porqué me sentí mal al escucharlo?, si me engañaba yo le estaba haciendo lo mismo, creo que al final lo que duele es el orgullo o quizá yo solo era el que me seguía haciendo rollos extraños en la cabeza por el peso de la culpa, la pregunta era, ¿qué sentía yo por Erwin?, tenía que encontrar la forma de averiguarlo.

Tomé su cara con mis manos y lo miré a los ojos, se veía nervioso, trataba de esquivar mi mirada y entonces lo besé dulcemente, él titubeo, pero al final puso sus manos en mi cintura y yo corrí las mías hacía su cuello, terminó por abrazarme completamente y el beso se intensificó un poco, yo bajé mis manos a su espalda y de pronto se escuchó un fuerte carraspeo que nos hizo romper el beso, pero permanecimos abrazados.

—Lamento interrumpir—dijo Levi visiblemente molesto, con el ceño fruncido, recargado en la puerta con los brazos cruzados y los puños cerrados.

—No te preocupes Levi, lo dejaremos para después, ¿verdad amor?—respondió Erwin sin soltarme y me dio un corto beso en los labios.

—Pueden aprovechar más tarde cuando Han y yo vayamos al supermercado—exclamó en tono sarcástico y pude notar como apretaba más los puños.

—Voy a preparar café—dije separándome de Erwin y pude sentir la mirada asesina de Levi aún cuando estaba de espaldas.

—Erwin, ¿me puedes dar la llaves de Volvo?,por favor, ya que tu fuiste el que lo guardó en el garaje.

—Claro, voy por ellas, las dejé en la habitación.

En cuanto Erwin salió de la cocina, Levi me sujetó fuertemente por el brazo y me hizo girarme a mirarlo.

—¿Qué parte no te quedó clara de qué no permitieras que te tocará?—recriminó furioso.

—Es mi novio, no lo puedo rechazar todo el tiempo.

—Eres mío Jeager, solo mío y si no quieres que le tumbe los dientes al imbécil ese, vas a buscarte un pretexto muy bueno para que ni siquiera te mire.

—Suéltame, me estás lastimando, no eres nadie para exigirme nada, recuerda que lo nuestro es solo sexo sin compromiso, fue fácil conseguirlo y con esa misma facilidad puede acabarse.