Capítulo 23.

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Kiobo banda loka y kotorreadora y de prepa trunka

—¡Erwin, Eren!, que gusto de verlos—exclamó Hanji alegremente—malvado, no me dijiste que los habías invitado—le dijo a Levi dándole un golpecito en el hombro

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—¡Erwin, Eren!, que gusto de verlos—exclamó Hanji alegremente—malvado, no me dijiste que los habías invitado—le dijo a Levi dándole un golpecito en el hombro.

—En realidad no sabíamos que ustedes estarían aquí, Levi me prestó la casa por el fin de semana—respondió Erwin mirándolo cómo pidiéndole una explicación.

—¿Qué no era el próximo fin de semana?—exclamó Levi serio y confundido.

—Bueno, hay suficiente espacio para los cuatro y así será mucho más divertido—agregó entusiasmada Hanji, casi brincando.

Yo simplemente no podía hacer ni decir nada, estaba estupefacto tratando de procesar la información en mi mente, el shock había sido más grande a cuando me lo topé en el estadio y lo que más me había molestado era haberlo visto tan feliz con Hanji, ¿cómo podía decir que no era su novia si parecía todo lo contrario?

Lo único que atiné hacer fue jalar a Erwin del brazo para sacarlo de la casa mientras le daba una mirada de odio a Levi que nos veía seriamente.

—¿Él fue quién te presentó la casa?—pregunté molesto afuera de la puerta principal.

—Si—respondió parándose frente a mí.

—No podemos quedarnos aquí, busquemos un hotel, al fin estamos a diez minutos del centro de Las Vegas.

—Pero nene, ¿desde cuando eres antisocial?

—¿Nene? —pregunté extrañado olvidando por un segundo el origen de la pelea.

—Dije Eren, por el enojo ya ni me escuchas bien.

—Te escuché perfectamente bien y me dijiste nene, ¿desde cuando me dices así?

—Ya sé porque fue la confusión—exclamó ignorando mi pregunta—yo primero le había dicho que vendríamos el siguiente fin de semana, pero como tengo que ir a...San Francisco en esa fecha le cambié el día a la mera hora, fue mi culpa Eren, perdón—se acercó y puso una mano en mi mentón—pero, no podemos hacerle un desaire cariño, Lev ha sido muy amable conmigo, además, se ve que Hanji le caes muy bien, será como aquel viaje que hicimos con Mikasa y Annie, acúerdate que la pasamos genial.

—Pero, se suponía que la razón de éste viaje era para estar a solas tú y yo.

—Y lo estaremos. ¿No crees que ellos no querrán estar sólitos también?—respondió guiándome un ojo—Anda, no seas así, serán prácticamente tres días.

Sentí como se me revolvió el estómago con la insinuación, la escenita de la cocina estaba muy fresca en mi mente y no quise ni pensar como hubiera terminado si no hubiésemos interrumpido. Erwin me dio un ligero beso en los labios y escuchamos que alguien carraspeaba, volteamos, pero él seguía sosteniendo mi mentón.

—Perdón, no quise interrumpir, la cena está casi lista, pasen y después vemos como nos acomodamos—exclamó Hanji desde el umbral de la puerta, Levi estaba detrás de ella con una mirada de pocos amigos, como si quisiera fulminar a alguien.

—Gracias Hanji, pero nosotros acabamos de comer, además, supongo que ustedes querrán estar solos, creo que será mejor que Erwin y yo nos vayamos a un hotel—dije separándome de él, pero entrelacé mi mano con la suya.

—De ninguna manera, el que se confundió fui yo, los que debemos irnos somos Han y yo—dijo Levi abrazandolo por la cintura.

—No, Levi. Por supuesto que no, es tu casa, además la culpa fue mía porque fui yo el que te dijo que vendríamos el siguiente fin de semana y apenas el martes te avise que siempre llegaríamos hoy, yo fui el de la confusión.

—Nadie se va a ir a ningún lado, quizá no somos los mejores amigos del mundo pero será grandioso convivir éste fin de semana y conocernos más, ¿verdad Livai?—dijo Hanji volteando a ver a Levi y le dio unas palmaditas en la mejilla.

—Por mi está bien, esta es su casa y Han tiene razón, no veo ningúna razón para que no la podamos pasar bien los cuatro—respondió mientras chocaba delicadamente su cabeza con la de ella que le sonrió.

—Yo tampoco le veo el problema. Eren tenía la ilusión de que estuvierámos solos él y yo—intervino Erwin dándome un beso en la comisura de los labios.

—Eren, no te preocupes por eso compartirán habitación, Levi y yo podemos usar tapones en las orejas contra el ruido.

—Hanji, pero que cosas dices.

—Eren, todos somos adultos aquí, no tiene nada de malo, ven, acompáñame a la cocina a terminar la cena—exclamó Hanji tomándome de la mano que tenía libre obligándome a caminar.

Con dificultad solté a Erwin, yo seguía con el estómago hecho nudos por las muestras de afecto entre Hanji y Levi y cuando pasé a su lado le corrí con la mirada furioso y él desvío la suya, que poco hombre.

Me excusé con Hanji diciéndole que estaba muy cansado y que mejor aprovecharía para subir a acomodar mis pertenencias. Cuando salí de la cocina, Levi y Erwin miraban televisión y sostenían una copa cada uno.

—Permiso—dije para después salir corriendo para las escaleras.

Abrí la puerta de la primera habitación y solo había una maleta que supuse era la de Levi y Hanji, me dieron ganas de arrojarla por las escaleras, pero sabía que tenía que guardar la compostura, nos quedaban tres largos y torturosos días que no sabía cómo iba a sobrellevar.

En la recámara contigua estaba mi maleta y la de Erwin. Tomé la mía y empecé a desempacar, aún era temprano, pero me puse mi pijama y me metí a la cama, no estaba dispuesto a bajar y seguir presenciando las expresiones de cariño entre Hanji y Levi, no tenía idea si podría evitar hacer una escena de celos que no venía al caso porque también estaba mi novio.

Faltan 13 capítulos para terminar unu, ni pedo la vida sigue

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Faltan 13 capítulos para terminar unu, ni pedo la vida sigue.

—Bettanvourtt.

Ardiente Tentación. [Riren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora