-Liss, ¿preparada para la acción?- Pregunta Luis poniéndose a mi lado mientras se coloca su chaleco anti balas. Me fijo en su anatomía, el hombre está bastante cambiado; ya no usa copete, sus dientes están el lugar que deberían, tiene 1.80 de estatura y sus hombros se ven fuertes y trabajados.
-Yo si oficial, ¿y usted?- Contesto sonriendo en su dirección mientras coloco las armas en mi cinturón. Eran casi las 2 am, el operativo se llevaría a cabo en dos horas por lo que nos encontrábamos en la comisaría mientras también esperábamos a los agentes de la DEA puesto que en último momento nos informaron que la red ilegal de venta de armas también estaba vinculada a la de narcotráfico.- Por cierto Domínguez, aún me debes una explicación.- Este me mira y bufa sin ánimo.
-¿Por qué no le preguntas a tu novio?- Cuestiona tal chiquillo y yo empiezo a reír con ironía. Su estado de ánimo cambia drásticamente.
-¿Estás celoso?- Continúo riéndome y en su rostro no logro identificar ningún atisbo de humor.
-No todos huimos de los problemas Lissi, la cosas no son como hace 10 años.- Ahora quien para de reír soy yo. ¿Qué demonios pasó aquí hace 10 años? Me niego a creer lo que dice y justo cuando voy a contestar sintiendo la ira recorrer todo mi cuerpo Oscar junto al general Domínguez nos interrumpe.
-Oficiales.- Dice llamando nuestra atención el general. Detrás de él veo a tres agentes de la DEA uniformados.- Él es el jefe Murano- Señala al que está justo a su derecha, un hombre alto, de piel morena y cara de velorio aunque indudablemente apuesto.- Y ellas son Cuevas y Gutiérrez, este es el equipo que estará asistiéndonos en el operativo de hoy por parte de la Administración para el control de Drogas.- Esta vez asienten en forma de saludo las dos agentes que están detrás de Oscar.
-Mucho gusto, soy Lissi Hernández y me encargo de los planificación estratégica del operativo.- Extiendo mi mano hacia Murano y el cortésmente la recibe. Ninguno teníamos guantes y al sentir la calidez de su mano contra la mía un escalofríos nace desde lo más profundo de mi ser; la ira que hace un instante sentía desapareció para ser suplantada por miedo. Su rostro ahora me parecía conocido y ese pensamiento no venía acompañado de sensaciones agradables.
Luis hace lo mismo luego de mí.
-Agente Hernández, por favor explicarle el plan de ataque a los agentes y Domínguez venga un momento por favor.- El General vuelve a hablar y yo con la cabeza le pido a los agentes que me sigan mientras Oscar, el General y Luis se alejan en dirección opuesta.
**
-Me copian.- Hablo por el intercomunicador confirmando que todos me escuchen.- Escorpión 1, ¿me copian?- Afirmativo, contestan.- Escorpión 3 y 4, ¿me copian?- Afirmativo agente, contesta el escuadrón 4.- ¿Escorpión 3?- Pregunto al no recibir respuestas, este es el grupo de Luis y el mío es el 2.
-No molestes, soldado...- La voz molesta de Luis se escucha en mi oreja y sé que lo hace porque su padre no está con nosotros en el operativo. Entorno los ojos pero no digo nada. Quito mi aparato del oído y Oscar también.
-¿Sabes? Hay algo que no me gusta de la situación de tu padre y esas cartas... y por demás, también de aquello atroz que te hicieron sin contar lo sucedido en el centro comercial.- Dice Oscar con una pequeña mueca quien va a mi lado conduciendo. Nos desplazábamos en 4 vehículos camuflaje dos con una compañía de telecomunicaciones. Solo éramos Oscar y yo en esta, el agente Murano iba con Luis y 4 agentes más, los otros 8 agentes policíacos iban en las otras dos.
Mi ceño se frunce.- ¿Estuviste investigando algo al respecto?- Pregunto mientras cargo mis armas cortas y les quito el seguro. El asiente.
-Este cargamento viene de Europa Central.- Mientras habla me señala hacia la pequeña gaveta que está frente a mi asiento. Tomo el folder que hay allí.- Quizás por la hora no alcances a ver mucho pero, de lo que pude investigar por las fotos que me enviaste de esa carta es que está en húngaro...
