JungKook llegó con ___________ a su departamento. Su delgado brazo estaba apoyado entre los hombros de JungKook. Miró a su alrededor, el lugar era muy diferente cuando la luz del sol lo empapaba. El gran ventanal estaba cubierto por una persiana de tela. Se podía ver aún así pequeños rayos intentando traspasar aquel espeso material. El ya familiar sofá negro, y los libros que cubrían las paredes le dieron la bienvenida también. Incluso pudo observar que tenía unas cuantas plantas pequeñas. Sin duda por el día el lugar era completamente diferente.
JungKook la soltó y ___________ avanzó torpemente, él la observaba desde atrás. Metió sus manos en sus bolsillos y caminó quedándose a una gran distancia de ella.
—No te acostumbres, sólo es hasta que tu pie sane.
__________ volteó mirándolo con ojos decaídos. Sonrió levemente, casi como una delgada línea y asintió a sus palabras.
—Lo sé. —miró las yemas de sus dedos cabizbaja. — tengo mis dos pies destrozados por tu culpa.
JungKook recordó que hace unos días la trajo por la misma situación. Se encogió de hombros sin remordimiento alguno.
—Ya te lo dije eres un grano en el trasero.
___________ paseó su mirada al rededor de la habitación y divisó un cuadro antiguo, caminó hasta el y observó el papel viejo y arrugado pintado con acuarelas dentro de un gran marco. Era una aristócrata, muy hermosa, con un hanbok demasiado bello en colores pastel, su cabello minuciosamente peinado en un moño a la altura de su cuello, este contenía una peineta que le resultaba familiar pero no sabía donde la había visto. La chica observaba hacia algún punto a su izquierda, alcanzando a apreciar un poco de su perfil. Sus labios delgados y rosados en acuarela formando una sonrisa amable y comprensiva que subía hasta sus mejillas levemente ruborizadas. Ella agarraba parte de su falda, adornada con diminutas flores que ella supuso debieron de estar bordadas en su debido momento. Era hermosa, muy hermosa. Se preguntó quien era ella y cual era la historia detrás de ese dibujo.
—Es la dueña. —JungKook la tomó por sorpresa sobresaltando la, volteo a verlo con confusión. Él suspiro y relamió sus labios.— del guardapelo que tomamos.
____________ volteó a observarla de nuevo, captando el plateado collar rodeando le el cuello y escondido en la parte de su chaleco. Recordó lo que Jin le dijo esta mañana.
"Todos están locos, han robado en el museo "
—¿Qué vamos a hacer? —dijo encarando de nuevo a JungKook quien estaba recargado en la esquina de las escaleras que daban al segundo piso.
—¿Sobre qué?
___________ lo miró incrédula.
—¿Sobre el collar? Todo mundo está buscando al responsable de su desaparición.
JungKook bufó y se encogió de hombros despreocupado, era imposible que las cámaras los hubieran captado, al menos a él no. Y por supuesto que no tenía ni la más mínima preocupación en aquellos dos, iba a irse en poco tiempo para preocuparse por alguien que no fuera el mismo.
—Dudo que encuentren al responsable.
—Pero... ¿Y si lo hacen? ¿Qué pasará con nosotros tres? ¿Dónde está el collar?
—¿Porqué haces preguntas tan estúpidas? —dijo JungKook enfadado tocándose el puente de su nariz. ______________ calló y lo miró perpleja.
—¿Es que tienes que ser siempre un idiota? ¿Acaso no conoces lo que es el tacto al hablar?
—No, no lo conozco, para que lo tendría, no eres más que una estúpida humana cobarde que se cruzó en mi camino y llora por todo.
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La Bestia Y La Dama De Plata (JungKook BTS)
FanfictionPor casi trecientos años Jungkook está maldito a permanecer en la tierra por un grave pecado cometido en traición al rey del inframundo. Para poder regresar tiene que terminar la tarea a la que había sido enviado para tener un juicio divino y así re...