Capitulo 3

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- ¡Alguien ayudela!

gritaba una mujer desde abajo. 

Una multitud se había juntado debajo del puente Gwangandaegyo, todos miraban aterrados por la chica que estaba agarrada sobre el soporte del barandal dando hacia la obscura agua que se agitaba por el paso de los barcos. Su largo y lacio cabello cubría su cara, sus pies temblaban indecisos en si saltar al vacío o regresar a la banqueta peatonal del puente. 

El puente brillaba en formas diferentes de colores siendo una famosa atracción turística por su belleza y su arquitectura, pero esa noche iba a ser escenario de un suicidio. La multitud cada vez era más grande, unos miraban atónitos y otros cuantos grababan con sus teléfonos celulares.

JungKook iba caminando pensando en lo que le habían dicho los sabios. Una mujer que iba a cambiar su destino y el destino del inframundo. ¿Que tan especial era ella para que SeokGa la halla elegido como recipiente de su alma?

Iba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta que había una multitud frente a él, se detuvo y miro confundido a todo el mar de gente que gritaba frenética "no saltes", "dios te ayudara en tus problemas", "tu vida vale la pena, no lo hagas" .

JungKook bufó, los terrenales y sus problemas, si supieran que allá arriba están más ocupados pensando en que hacer para que el reino del inframundo no sea corrompido por un Rey bocón. Miró con atención y vio a una chica mirando hacia la nada, curioso ladeo su cabeza mirando el escenario frente a sus ojos. Una mujer de cabellos ondulados y largo vestido negro yacía a lado de ella sentada sobre el soporte del puente, sus pies juguetoneaban mientras veía a la chica pacientemente, JungKook sonrió, Paritegi había llegado ya, sintió lastima por la joven, una vez llegando Paritegi a la tierra era señal de que tu alma no podía estar más tiempo aquí. Se preguntaran porqué Paritegi está aquí y no un cheonsa -angél-, puesto que ella va a cometer suicidio tu alma no puede ir al cielo, ya que solo Hwanin tiene el poder de decidir tú muerte. si fuiste malo, Paritegi viene por ti, si fuiste bueno un cheonsa te lleva al paraíso con Hwanin.

Jungkook caminó hacia un árbol y desapareció para ir a lado de Paritegi, puesto que ella era una persona divina solo JungKook podía verla. Se recargó en el barandal y observó a la chica. Paritegi miró a JungKook serenamente, ella era una persona hermosa, aunque a decir verdad todas las deidades lo son, Paritegi se caracterizaba por tener un aura fría, su belleza yacía por las almas llevadas al infierno, era como una princesa del hielo, los siglos nunca pasaban por ella.

- Estas aquí Bulgae.

dijo con ese tono tan frío característico de ella.

- Si...

dijo JungKook con voz queda. Se ponía melancólico cada que lo llamaban por su verdadero nombre.

- ¿Es un buen escenario para morir no crees?

pregunto JungKook, la chica a su lado volteó y lo miro desesperada.

- Solo así podré parar las voces.

dijo ella, JungKook la miró confundido.

- ¿Puedes verme?

preguntó entrecerrando los ojos. La chica asintió temerosa.

- ¿Y puedes verla a ella?

señaló a Paritegi que miraba aquella situación callada.

- Lleva media hora sentada mirándome.

JungKook frunció el ceño, solo los mortales podían ver a Paritegi cuando morían, cómo es que ella podía verlos.

- Yo... sólo quiero que las voces paren.

-¿Qué voces?

- Ellas quieren que robe algo y que... mate a muchas personas... ellas quieren que haga cosas malas... yo -suspiro entre lagrimas- no quiero hacerlo... no quiero lastimar a nadie...

un sin fin de lagrimas cayeron de sus ojos resbalando por sus mejillas para soltar su agarré y caer del puente...




capitulo pequeño, comenten y voten si les gusto ^^

La Bestia Y La Dama De Plata (JungKook BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora