Lágrimas

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"Tenemos que hablar"

Solo esas tres palabras y la dirección de un café en el centro de la ciudad, era lo que contenía el mensaje de texto que tres de los jóvenes nadadores de la preparatoria de Iwatobi recibieron esa mañana de domingo; sin explicaciones de por medio, era natural que solo la curiosidad del más joven los impulsara a todos a presentarse a tal cita, aunque el más alto de todos ellos no se sintiera muy cómodo que digamos con la idea, porque eso suponía dejar solo a su mejor amigo. El ojiazul parecía tan decaído desde que las regionales habían terminado, más que eso, toda la semana se había retirado mucho antes de los entrenamientos, no parecía estar comiendo lo suficiente y se dormía en casi todas las clases; evidentemente con tantas acciones extrañas por parte de su compañero, el castaño no podía evitar encontrarse preocupado...lastimosamente el nadador estilo libre se rehusaba a ser cuidado en el último tiempo, lo que en realidad no tenía mucho sentido porque Makoto llevaba ocupándose del delfín desde que eran niños.

-¿Qué creen que tenga que decirnos Rin-chan?- preguntó el rubio mientras saltaba ligeramente en el pavimento

-Considerando que es una persona llena de sorpresas y no invitó también a Haruka-sempai a esta reunión, podemos suponer que tiene que ver con él

-A lo mejor tiene pensado organizar una fiesta para animarlo ¿Tú que dices Mako-chan?

-Supongo que tendremos que llegar ahí para saberlo

Inmaduro o no, el ojiverde aún no se sentía cómodo hablando de Rin y lo que pudiera estar planeando con respecto a Haruka ¿A qué se debía esto? Pues, suponemos que era por un nada sano deseo competitivo que le despertaba el tiburón desde hace ya mucho tiempo y que en el último tiempo era incapaz de mantener bajo control ¿Por qué quería siempre desplazarlo? Un alfa simplemente no podía permitir algo como eso; tu omega debe verte solo a ti, escucharte solo a ti, pensar en ti a cada minuto de su día...no había un lugar para el pelirrojo en un sistema como ese...

-¿Y Haru-chan no sospechó nada?

-No- respondió rápidamente, volviendo a meter sus instintos en el lugar que tenía reservado para ellos...siempre con miedo del momento en que irremediablemente fueran a escapar -Me dijo que estaba cansado y que planeaba dormir un poco más. Le prometí que iría a verlo más tarde

-Es un novio muy considerado, Makoto-sempai

-No es para tanto...en realidad, yo también lo extraño mucho cuando no está a mi lado

La cafetería en la que los había citado se encontraba en el centro mismo de Iwatobi, nunca habían estado ahí, pero fue fácil encontrarla gracias al enorme letrero que tenía en la entrada y los grandes ventanales que permitían a los transeúntes contemplar no solo toda la mercadería, sino también a los clientes; con todo eso, fue fácil para ellos dar con el chico tiburón quien ya se encontraba sentado en una de las mesas del fondo, y Nagisa, dinámico como siempre, fue el primero en ingresar para correr a su lado con una gran sonrisa en el rostro, seguido de los otros dos que saludaron correctamente al llegar ahí.

-Gracias por venir- comentó el pelirrojo volviendo a sentarse en su silla; para todos resultaba demasiado extraño verlo con esa seria expresión en su rostro

Pero ¿Qué podía hacer? Días y días pensando en soluciones, sus llamadas siendo siempre ignoradas por el ojiazul y al final, este había sido su último recurso: revelarles toda la verdad. Si él no había podido salvarlo solo, entonces lo harían todos juntos y mientras más pronto se pusieran a pensar en una forma de hacerlo, mejor...no estaba seguro de cuánto tiempo le quedaba a su amigo, pero esperar no estaba siquiera entre sus opciones:

Destino Amargo (MakoHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora