Déjame Decirte Que Te Amo

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La diferencia entre vivir y sobrevivir puede parecer muy pequeña, pero eso no es cierto...hay un mar de distancia entre ellas, ahora lo sabía.

Cuando un alfa es separado de su omega, se sumerge en una depresión difícil de manejar, muchas veces acompañada de ataques de furia y siempre con un dolor intenso que acompaña cada uno de sus movimientos...sin duda los Tachibana podían haber buscado una alternativa para ahorrarle a su primogénito algo de ese malestar adicional con el que tenía que lidiar desde la partida del ojiazul que había sido su mejor amigo, pero el mismo Makoto se negaba a ser ayudado. El dolor lo hacía sentirse acompañado, le recordaba a Haruka en todo momento y si esa era la única forma de tenerlo, entonces así se quedaría. Sus pequeños hermanos eran quienes lo acompañaban estando en casa y sus amigos no lo dejaban solo ni un minuto dentro de la escuela...todos estaban vigilándolo, preocupados en extremo de que pudiera hacer una locura de no tenerlo siempre en la mira, y tal vez lo hubiera hecho...ir hasta Osaka sería demasiado fácil, estaba seguro de que podría encontrar a Haru en cualquier lugar del mundo...pero ¿y después? Temía muchas cosas: el rechazo de sus padres al llegar sin invitación, una mirada de desprecio en sus azules ojos...o incluso, descubrir que estos ya estaban apagados del todo en este mundo. Por eso se quedaba dónde estaba, esperando con paciencia que algo se encendiera dentro de sí mismo, una señal que le dijera que todo estaba bien y le indicara el camino que debía recorrer entonces.

Así pasaron los meses...en dolorosa monotonía...

El momento más incómodo de todos había sido sin lugar a dudas la charla entre él y el pelirrojo de dientes puntiagudos, pero era algo necesario, pues Rin había sido el único en estar al lado del ojiazul en todo ese tiempo de secreto dolor...el que mejor conocía los detalles, aunque no fueran todos, por lo menos era más de lo que el castaño conocía y realmente quería saberlo todo.

Sentados frente a frente en la casa del pelirrojo, los dos hombres que más habían amado a un delfín de ojos azules, se midieron a la distancia, con excesiva frialdad, antes de decidirse a hablar absolutamente todo aquello que pensaban del otro...la sinceridad es, en la mayoría de los casos, un arma de doble filo pero eso no significa que no sea necesaria y valiosa para los que la esgrimen, y al sacar todo lo que llevaban escondido, ambos al fin pudieron verse sin más resentimiento y odio en su miradas, en sus semblantes. Sí, la culpa no desaparecería tan fácilmente, así como sus sentimientos encontrados, pero al menos habían dado un paso en pos de la reconciliación de su amistad y estaban satisfechos con eso.

-Prométeme una cosa- pidió el pelirrojo al momento de acompañarlo a la puerta...la intriga en la verde mirada fue su respuesta haciéndolo sonreír –Si el destino te da una segunda oportunidad...no vayas a desperdiciarla, no dejes que vuelva a tornarse tan amargo

-...Lo prometo

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El sol comenzaba ya a esconderse en la lejanía, con su último adiós a las buenas personas que veía transitar a diario...era un momento tranquilo para todos, en especial para él joven de cabellos castaños que se encaminaba a su casa después de pasarse horas enteras en la alberca de la escuela. Las competencias nacionales habían llegado a su fin hacía mucho, dejándolos a todos ellos en lugares relativamente buenos en la tabla de posiciones, lo que resultó ser una sorpresa dados los acontecimientos que los habían sacudido a todos días antes...sucesos difíciles de superar, admitámoslo; ahora sin embargo solo tenían que preocuparse por el futuro que se alzaba frente a ellos, uno que estaba nuevamente vedado para él, porque Makoto acababa de darse cuenta de que nada de eso le importaba ni un poco si no podía compartirlo con el que era su mejor amigo, su omega destinado y el gran amor de su joven vida...lo necesitaba tanto; era por eso que pasaba tanto tiempo en el agua, tratando de que esta le diera las respuestas que Haru recibía estando sumergido en sus brazos, pero por el momento no había conseguido nada.

Destino Amargo (MakoHaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora