- Es un capullo... — ddcía Luzu abrazando un cojín con rabia. Sus ojis estaban empapados y daba hipidos.
Mangel estaba a su lado, acariciandole la espalda. Estaba comenzando a sentir que tal vez quedarse hasta las cuatro de la mañana hablando del Auron no era tan buena idea.
- Ajá...
- ... Y aún así lo sigo queriendo. — y de nuevo se echó a llorar. Mangel suspiró — Ay, y ahora me odio por llorar.
- Vale, muchas hormonas descontroladas por hoy, Luzu. — le susurró dulce. Borja negó, con sus ojos lagrimeando.
- P-Pero, Mangel... — tartamudeó — No lo entiendo, ¿por qué hizo eso?
- El ser humano es egoísta Luzu, Raúl probablemente no pensó en las consecuencias. Simplemente se dejó llevar.
- ¡Eso no justifica nada, Mangel! — le chilló Luzu, dandole un almohadazo.
Mangel se quejó en un pequeño grito, exclamando un “¡Coño!”.
- ¡Pero que yo no he dicho nada malo!
Luzu dejó su cabeza caer en sus manos, destrozado. Su cabeza lo martilleaba y sentís demasiado cansancio de tanto llorar. Suerte que Maya era de sueño profundo como Mangel y cuando dormía no había forma de despertarla.
- Vale, mh... Son las doce de la noche. Voy a darme una ducha y ahora seguimos hablando, ¿sí?.
Luzu asintió desganado. Sorbió su nariz con su manga de sudadera, levantándose para caminar hacia la cocina. Y es que Luzu comía mucho, aunque era de esas personas que no engordaban y seguían pareciendo un palillo de dientes.
A Mangel le dolía bastante la cebeza aquel día. Muchos problemas, demasiados.
Caminó hacia su habitación para coger algo de ropa holgada que tenía, probablemente lo usaría como pijama aquel día.
Fue entonces que su atención se desvió hacia el teléfono de Borja, que había comenzado a vibrar varias veces.
Mangel dudó em agarrarlo, pero finalmentr lo hico.
“Raúl ♥” 7 mensajes nuevos.
Y uno tras otro iba apareciendo. Todos en resumen pedían que borja le contestase, que lo llamase. Mangel dió un pequeño salto de susto al ver que una llamada entrante comenzaba.
“ Raúl♥ ”
Aceptar Rechazar
Mangel sintió repentina rabia al ver que aún Raúl usaba una foto de Borja y suya como icono de Whatsapp. ¿Será caradura?
- ¿Quién es el que llama?
Aquella voz si que hizo que sus nervios crecieran. Miró a Borja.
Sus ojos, enrojecidos; sus lindas y blancas mejillas estaban empapadas, con el rastro que las lagrimas dejaron; sus manos estaban entrenlazadas timidamente, con sus mangas cubriendo gran parte de sus manos; y su voz notablemente atascada a causa del llanto y los mocos.
- Son, umh, de Jazztel. — se excusó — Ya sabes, son muy pesad...
- Mangel, por favor. — le interrumpió en un murmullo. El menor dejó de hablar. Luzu le sonrió a duras penas.
