Camila Cabello una chica de 17 años, paso a su ultimo año de secundaria con un excelente promedio. Es la típica chica que se centra en sus estudios, su novio y sus amigos; nada mas importa que eso.
Lauren Jauregui, una chica de 17 años, paso a su ul...
Estaba tumbada en la cama boca arriba sin saber que hacer, ya había escuchado todos los CD de Queen y Led Zeppelin que tenia, había hablado con los odiosos de mis padres. Realmente no sabía que otra cosa más hacer allí además de cortarme las venas. Había pensado en ir a beber algo con Morgan pero después de la regañada que le dieron borre ese plan de mi cabeza.
Escucho como se abre la puerta.
Morgan: Prima, vístete vamos a una FIESTA!
─ Después del sermón que te dieron allí abajo ¿En serio quieres salir? ¿Que no aprendiste nada de mí y de porque estoy este verano castigada?
Morgan: Vamos no seas aburrida, mis padres me dieron permiso─ dijo sonriente, pobre chica si yo estuviera en su lugar y tuviera unos padres así, me mataria, los míos solo me han castigado este verano por las 500 fiestas a las que he ido solamente ─ Ademas he conseguido a alguien que nos acompañe.
─ ¿A qué hora?
Morgan: A las 7. Es una fiesta country, irá todo el pueblo, mayores, niños y adolecentes.
─ ¿Y eso es una fiesta? Paso.
Morgan: Bien, pero cuando te aburras como un hongo en esta casa no me busques─ se fue sin decir más.
NARRA CAMILA
Mercedes: Adivina que mija, Morgan está aquí y quiere verte.
─ Genial abuela, ¿A qué hora nos vamos?
Mercedes: En media hora corazón, también irá Chad pequeña Sofi─ le dió una sonrisa tocando su nariz─ nosotros nos quedaremos con ustedes mientras tu hermana y Morgan se ponen al día y hablan de muchachos.
─¡ABUELA! Tengo novio
Mercedes: Se dice el pecado, no el pecador. Vamos vistanse ya niñas.
La abuela y el abuelo se vistieron muy elegantes para una simple fiesta de country, yo por otro lado opte por algo sencillo.
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Llegamos allí un poco antes de las 7, mis abuelos comenzaron a presentarme un par de personas, entre ellas, algún que otro chico o chica de mi edad. Mientras ellos conversaban yo fui a buscar lugar para sentarme en aquellos tablones gigantes.
X: ¡CAMILA!
─ ¡MORGAN!─ la abracé muy fuerte ─Ay por dios caramba qué no has cambiado nada.
Morgan: Ese acento latino tampoco ha cambiado que digamos─ río inocentemente─ Me he enterado hoy ¿Que te trae por aquí?.
─ Visitando a mis abuelos ¿Y tú?.
Morgan: Volviendo a casa.. ya sabes, estudio en Los Ángeles pero tengo que volver, mis padres no dejarían que me quedé en verano en una ciudad como esa. Pero al menos, este verano está mi prima aquí y bueno, ella hace que todo sea un poco mejor.
─ Que bueno Morgan, tal vez podamos hacer planes este verano para que no todo sea paja y eno─ rio─ En fin, vamos que mis abuelos quieren verlos.
De la emoción nunca note que el pequeño Chad estaba ahí. Estaba enorme, ya casi me alcanzaba en altura, pasaba a Sofi por una cabeza al menos.
─ Abuelos, miren a quien me encontré.
Mercedes: Mija, que grande estás.
Morgan: Los años no pasan en vano doña Mercedes.
Mercedes: ¿Y este jovencito tan apuesto?.
Chad: Hola Mercedes─ la saludo con un beso en la mejilla.
Podía notar que Sofi estaba colorada metida detrás nuestro como una niña, quién no, era un chico bastante apuesto para su edad, piel morena, ojos verdes. Me jugaría la vida si más de grande no termina siendo un Austin.
Mercedes: Está es mi nieta Sofí, tiene tu edad, ahora porque no vamos a tomar un helado y dejamos a estas jovencitas a solas. Seguro que tienen mucho de que hablar.
Mis abuelos se fueron persiguiendo a Sofí y Chad que salieron corriendo hacia la heladería.
Morgan: Ven, te presentaré a mi prima.
Morgan tomo mi mano y comenzamos a caminar entre el tumulto de gente que había. Para ser un pueblo pequeño hay mucha gente pensé.
