Capítulo 12

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Narra Trueno:

Sé que Agustina me está ocultando cosas.

Y me rompe las bolas que lo haga... pero también se que tiene motivos para hacerlo.

No lleva una vida común y corriente como todas las chicas de su edad...

Ella tendría que pasársela de joda, preocuparse por cosas insignificantes como desaprobar una materia... no preocuparse si va a tener qué comer el día de mañana.

Siento mucha pena por ella porque es muy chica... y es tan buena y dulce.

Lo peor es que cada día me gusta más... pero a la vez siento que hay algo que nos separa.

No sé si es el hecho de que tiene 3 años menos que yo... aunque eso a penas se nota. Es muy madura para su edad y a la vez es tan chica...

Siento que tengo que cuidarla.

Y no entiendo porqué.

Me quedé mal desde que se bajó de mi auto y no me despedí de ella. Ahora me arrepiento mucho...

Tendría que haberla saludado por los menos.

¿Y si ahora no me quiere ver más?

¿Y si sale de noche y le pasa algo malo?

Agarro mi celular y decido enviarle un mensaje pidiéndole perdón.

Si no quiere contarme su vida privada... está en su derecho. Después de todo ni siquiera somos novios.

Mateo:
—Hola nena, perdón por lo de anoche
Mateo:
—Si no queres contarme lo que te pasa lo entiendo
Mateo:
—Quiero verte
Mateo:
—Estas en el colegio?

Le mando esos mensajes y dejo el celular en mi pecho mientras miro el techo blanco de mi habitación y pienso.

Son como las 10 de la mañana y ella sale de clases a las 1.

No espero que me conteste al toque porque no sé a qué hora es el recreo o cuando pueda agarrar el celular.

En ese momento siento que mi celular vibra y sonrío inconscientemente.

Desbloqueo el teléfono pero me sorprendo al ver que no se trata de un mensaje de ella...

Sino de Dolores.

¿Y a esta que le pinta ahora?

Por suerte tengo el visto desactivado, así que puedo leer el mensaje sin que ella sepa que lo leí.

Lolita:
—Hola chinito
Lolita:
—Estuve pensando en vos
Lolita:
—Quería saber cómo estabas

Siento algo raro adentro mío y de nuevo los recuerdos se vienen a mi mente...

Me es inevitable extrañarla, aunque a la vez siento mucha bronca.

No sé qué hacer.

Contestarle sería completamente al pedo.

Ella misma fue quien me dijo que no me hable porque a su novio no le gusta...

¿Por qué ahora se preocupa por mi?

Suspiro y empiezo a escribir el mensaje.

"Hola Dolores, todo bien... vos en qué and...

En ese momento mi celular vuelve a vibrar en mis manos.

Y las notificaciones me indican que Agus contesto mi mensaje.

Frunzo el ceño y cierro el chat con Dolores para abrir el mensaje de Agustina.

Agustina:
—Matuuu
Agustina:
—No te preocupes, está todo bien
Agustina:
—Sí, yo también quiero verte, tenemos que hablar
Agustina:
—Sí estoy en el cole

Sonrío al leer eso.
Me siento un tonto y no sé porqué.

Mateo:
—Bueno, te busco del colegio y vamos a comer algo
Mateo:
—Queres?

Agustina:
—Dalee
Agustina:
—Pero no te bajes del auto

Me río, me da gracia que se ponga celosa de las fans.

Narra Agustina:

—¿Por qué sonreís tanto?—pregunta Mia en susurro, ya que estamos en clase de Lengua.—No me digas que el raperito te habló...

—Sh... Sí.—digo y me muerdo el labio.

—¿Y cuando pensas chapartelo?—la miro y en ese momento ella entiende todo.—¿¡Ya te lo chapaste!?

—Shhh... callate nena... te llegan a escuchar las bobas estas, van a empezar a flashear cualquiera

(...)

Por fin llega la hora de la salida y corro afuera para buscar a Trueno.

Estoy muy ansiosa por verlo... no pensé que me iba a mandar ningún mensaje y me puse muy contenta cuando me llegó.

Encima me pidió perdón y todo cuando la que tendría que hacerlo soy yo.

Veo su auto en la esquina... ya muchas lo reconocieron y se están acercando.

Yo me apresuro a correr y me meto rápidamente.

Lo miro y él se asusta.

—Acelera que ya vienen...

—¿Quienes?

—Las pendejitas de mi colegio...

Él se ríe y arranca el auto.

—¿No pensas saludarme?—me mira de reojo mientras maneja.

—Hola bombón...—le digo y me acerco para darle un beso en la mejilla, veo cómo sonríe.—No pensé que me ibas a hablar...

—Decidí que no me voy a meter en tus cosas.—dice y yo aprieto los labios.—Por ahora.

—Mateo te juro que yo te quiero contar todo pero...

—No importa. No me des explicaciones Agus.

Me hace sentir mal.

Quiero contarle todo. Pero me da miedo.

—¿Sabes en que estuve pensando?—digo para cambiar de tema.

—¿En mi?

—Aparte de eso.—digo y río.

—¿En qué?

—Que quiero... alquilar un departamento.

—¿En serio? ¿Y con qué plata?

—Bueno... tengo algo ahorrado...

—¿Y queres que yo te acompañe a ver algún departamento?—pregunta y yo sonrío.

—¿Me queres acompañar?

—Obvio.

—Ay... gracias.—digo y aprieto su pierna. Él mira esa acción y después me mira a mi de reojo sin perder la vista en el volante.—Perdón.

—¿Por qué me pedís perdón?—dice y ríe un poco.

—No sé.

En ese momento él frena el auto y medio que lo estaciona.

—¿Qué haces?

—Es que no me aguanto...—dice y me mira.

Se está sacando el cinturón.

—No entiendo...

—No aguanto un segundo más sin darte un beso...—dice y posa su mano sobre mi mejilla.

Ay dios...

[...]

HOLA

Vayan a leer Cheta Infumable ahre densa

Chau

rain » truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora