Capítulo 43

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—Tengo que decirle a Mateo.—digo mordiendome los labios nerviosa.

—No le digas ahora... espera que lo saquen de la cana por los menos.—habla Mia.

—¿Cómo saben que está en cana?

—Agus... todo el mundo lo sabe ya... hay fotos y todo por todo twitter.

—Ay no... pobre Mateo...—digo preocupada.—Necesito ir a verlo.

—¿Y por qué no vas?

—Mi viejo no me deja... me dijo que espere a que lo saquen.

Escuchamos la puerta de la habitación, es mi papá tocando.

—Pasa...—digo y él abre la puerta un poco tímido.

—Chicas... Agus... —veo que sonríe.

—¿Qué pasa papá?

—Ya sacaron a Mateo.

—¿¡En serio!? Tengo que ir a su casa ahora mismo.

—No... Agus...—dice mi papá y yo frunzo el ceño.

—¿¡Por qué no papá!? ¡No me dejaste ir a la comisaría! Tengo que verlo...

—Ay hija... —suspira y yo lo miro confundida.—No es que no te deje ir... es que...

—¿¡Qué pasa papá!?

—Me llamo el padre de Mateo para avisarme que ya estaba en casa... pero me pidió que no te deje ir porque Mateo no quiere verte amor.

Puedo jurar que todos en esa habitación escucharon como mi corazón se rompía.

—¿¡Por qué no quiere verla!?—exclama Mia.—¿¡Qué le pasa a ese hijo de puta!?

—Mateo no... no es un hijo de puta, Mia.—prosigue mi papá.—Estuvo todo el día retenido... debe estar cansado.

—¿¡Por qué lo defenses!?—exclamo.

—No voy a discutir con vos Agustina... me tengo que ir a ver a tu abuela, que está enferma, por si no te acordas... tendrías que ir a verla.

Lo miro con odio en ese momento. ¿En serio me va a sacar en cara eso ahora?

—La única abuela que tengo, falleció hace tres años. Esa señora no significa nada para mi, no estuvo durante toda mi vida y nunca va a estar. Suerte con ella.—mi papá suspira agotado y mis amigas me miran sorprendidas.

—Me voy Agus...—prosigue él.—Tengo que quedarme a cuidarla esta noche. Chicas... por favor, no la dejen sola.

—No, señor...—contesta Nicki.

—Nosotras nos quedamos con ella.—prosigue Mia.

Mi papá se va dejándonos a las tres solas.

No sé ni que decirles, estoy muy avergonzada.

Mi propio novio no quiere verme... y lo entiendo perfectamente.

Por culpa mía lo metieron en cana.

¿Es que todo me tiene que salir mal?

—Toma.—Mia extiende su mano, dándome mi celular.

—¿Qué?

—Llámalo.

—No me va a atender.

—Bueno, lo llamo yo.

—No, Mía...

Pero tarde, ya está llamándolo.

Me mira y aprieta los labios.

rain » truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora