Capítulo 1

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Detrás de unas manos pequeñas y callosas se encontraba Tanjirou, quien sollozaba sólo en el funeral de su amada familia. Sentía que no era la primera vez que le pasaba esto. Menudas estupideces pensaba...¿cómo le iba a pasar esto con anterioridad?

Él veía a muchos de sus vecinos quienes se le acercaban y le decían: "Pésame". Lo decían con todo su corazón y eso Tanjirou lo sabía pero lo que desconocía era el qué hacer con el pésame, porque no devolvería a su familia.

Varias horas después, cuando casi todos habían vuelto a sus casas, un hombre con el pelo canoso y corto se le acercó. Tenía una cara llena de arrugas y sin embargo, demostraba una mirada decidida.

-Tanjirou Kamado.-le llamó el hombre en una voz clara pero reconfortante. El joven levantó su rostro de sus manos-.Soy Urokodaki Sakonji, ¿tienes un momento?

-Básicamente, usted es un hombre que está dispuesto a acoger a Nezuko y a mí

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-Básicamente, usted es un hombre que está dispuesto a acoger a Nezuko y a mí.-Tanjirou dio una breve explicación a la conversación que habían mantenido hace breves momentos Sakonji y él.

-Si, pero si vosotros no aceptáis, no insistiré.

-Yo no puedo saber si Nezuko quiere, sigue en...coma.-las últimas palabras fueron las más difíciles de pronunciar. Se le creó un nudo en la garganta muy angustioso que oprimía sus cuerdas vocales.

-Entonces, tú deberás tomar una decisión temporal y cuando ella despierte, lo habláis y decidís, los dos.-Sakonji le regaló al muchacho una mirada tranquila, para que no se sintiese tan inseguro con su presencia.-Recuerda, no pasa nada si dices que no.

-¿Puede...darme un tiempo para pensar en su propuesta?

-Por supuesto.-Aquel hombre no se veía enfadado ante su pregunta, parecía comprender el estado mental de Tanjirou, y este, lo agradecía profundamente.

Varias horas después, la noche había cubierto con un velo oscuro el hospital donde se encontraban los hermanos Kamado.

Nezuko seguía teniendo pesadillas recurrentes, mientras que su hermano lidiaba con sus demonios en vigilia.

-¿Qué debería de hacer, madre, padre, Nezuko?-se lamentaba un pobre muchacho él cual la suerte no le había sonreído en un tiempo.

Entre lágrimas y un olor a limpio, se durmió el chico con la cicatriz.

"...irou..." Una voz lejana, espesa.

"...Anjirou..." Sonaba familiar, pero había una preocupación nada escondida.

"Tanjirou, hijo mío." Era mamá quien le llamaba.

Empezó a buscar entre las sombras, buscando la esperanza clamante.

"No dejes que el pasado te venza, sabemos que es difícil pero tu hermana depende de ti." Como un pincel que dibuja contornos, su familia apareció delante de él.

~En otra vida te haré feliz~GenTan/InoZenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora