56. El corazón quiere lo que quiere

17.2K 1.5K 72
                                    

Jimin cerró los ojos mientras escuchaba a su mejor amiga tararear una canción que le resultaba bastante familiar, pero que en aquel instante no era capaz de recordar el título ni quien la cantaba.

Ese día, Sooyoung lo había invitado a comer a su casa después de clase para que así se quedara por la tarde y le pudiera ayudar con un tema de matemáticas. Los exámenes finales de fin de curso estaban a la vuelta de la esquina y debía esforzarse bastante en esa materia si quería pasar de curso sin ningún problema.

Jimin le había ofrecido ir a la biblioteca, pues conocía a su mejor amiga y sabía que le costaba prestar atención en matemáticas, y en su casa podría caer más fácilmente en la tentación de la distracción. No obstante Sooyoung se negó, pues según ella no le gustaba ir a la biblioteca porque le ponía nerviosa el tener que hablar tan bajito y lo mucho que le costaba hacer el menor ruido posible, como mover una silla sin molestar a nadie. El peli negro acabó aceptando su decisión ya que también sabía lo cabezota que era como para hacerle cambiar de opinión.

Habían estado haciendo ejercicios por más de dos horas sin descanso hasta que Jimin notó que ya era suficiente cuando vio a la chica apoyar su cabeza sobre la mesa del comedor agotada de tanto pensar. Decidieron agarrar algo de comida de la cocina e ir a la habitación de la pelirroja. Acomodaron algunas mantas y cojines en el suelo y se acostaron encima, boca arriba, uno al lado del otro.

No se percataron de cuanto tiempo habían estado ahí tirados, comiendo dos paquetes de galletas y otro de patatas fritas enteros entre los dos mientras hablaban, sobre cosas profundas y otras no tan serias, no importaba. Momentos como ese eran los favoritos de Jimin, porque sabía que con Sooyoung podía hablar de cualquier cosa.

—A pesar de todo y por más que lo intente, no puedo negar lo que siento ppr Jungkook.—El de gafas confesó de repente, haciendo que su mejor amiga parara de tararear y giró su cabeza levemente para prestar toda su atención a lo que estaba diciendo.—Odio ser tan cobarde y tener tanto miedo, odio que por culpa de esto siga haciéndome daño y a los demás.

Inconscientemente, Sooyoung movió los labios haciendo un pequeño puchero al ver que Jimin seguía sintiéndose tan desmoronado. Se quedó callada unos segundos buscando las palabras correctas para aconsejarle.

—Temías perder el control de tus emociones y en situaciones como esta la solución más fácil que te planteas es huir y esconderte, es una reacción normal y humana y no debes atormentarte tanto por ello, pero la cuestión en realidad es, ¿vas a quedarte de brazos cruzados?

Aquella pregunta empezó a reproducirse en bucle en la mente del peli negro. ¿Se quedaría de brazos cruzados y enterraría sus sentimientos tan vivos bajo tierra fingiendo como si estuvieran muertos? Solo había una respuesta posible.

Claro que no.

Pero entonces, ¿por qué le costaba tanto salir de aquella coraza que había construido él mismo e ir tras lo que quería de verdad?

¿Por qué dejaba que sus tormentos del pasado le ataran de pies y manos para no dejarle salir?

—¡Es que todo está tan claro!—Sooyoung se sentó en el suelo con las piernas cruzadas.—Jeon sigue loquito por ti, tú estás igual, no hay ningún misterio que resolver entre vosotros dos, y si algo he aprendido en los pocos años que llevo de vida es que hay que vivir y amar sin ataduras, porque entonces, ¿como vas a ser feliz si te prohíbes ser quien realmente eres y amar a quien realmente quieres amar?

Jimin miró a su mejor amiga, perplejo a lo que acababa de soltar sin haber dudado ni fallado en ningún momento. Admiraba la forma en la que Sooyoung hablaba sin tapujos, su mente y sus consejos eran brillantes y lamentablemente no muchos prestaban atención a aquellas cualidades que estaban muy bien escondidas tras una cara bonita, pero a Jimin le encantaba saber que era de esas pocas personas que tenían el privilegio de conocer aquel lado de ella.

—Dios, lo que acabo de decir ha sido tan poético, podría pasar perfectamente como una de esas típicas frases inspiradoras que te encuentras en los libros.

Sooyooung sonrió orgullosa de si misma, cosa que hizo sacarle una pequeña risa al peli negro.

—Eres un genio, Sooyooung.

—Qué dices, aquí el inteligente eres tú.

—Podré sacar muy buenas notas en el instituto pero es obvio que para las cosas en las que no hay libros ni manuales para estudiar no llegaría ni al aprobado.

Jimin bromeó y Sooyoung negó divertida, pero a la vez empezó a analizar aquellas palabras una y otra vez en busca de algo.

Hasta que encontró el fallo.

—¡Eso es, Chim!— Exclamó haciendo un chasquido con los dedos.— Piensas y utilizas demasiado el cerebro cuando se trata de amor, porque lo consideras más lógico por miedo a llevarte decepciones, pero el amor no se trata solo de lógica, se trata de sentir. Por un momento, debes de ignorar a lo que tu cerebro diga y prestar más atención a lo que tu corazón quiere.

Jimin se quedó pensativo mientras miraba fijamente al suelo y sintió como si le tiraran un balde de agua fría al darse cuenta justo en ese momento que ese era el verdadero problema.

Lo que su mejor amiga acababa de decir era lo que realmente necesitaba escuchar, ese pequeño empujón que le faltaba. Era como si se quitara una venda de los ojos y se deshiciera de los nudos que le ataban.

Nunca se cansaría de repetir que sin la pelirroja no podría saber con certeza que hubiera sido de él.

—Deberías dedicarte a ser consejera o psicóloga.

Sooyoung rió y golpeó suavemente su pecho en modo de broma, el de gafas solo se limitó a sonreír.

—Pero hablando en serio, espero que te lo replantees porque Jungkook es sin duda el mejor partido para ti, a pesar de que a veces es un poco imbécil.—Habló como si fuera una madre aconsejando a su hijo y Jimin solo se limitó a sonreír y asentir con la cabeza.

Quiso hablarle de la carta que Jeon le había entregado en clase de biología el día anterior, estuvo apunto de comentarlo, pero por inercia agarró su teléfono para ver que hora era y dio un brinco levantándose de golpe al caer en cuenta de que era algo tarde y se acercaba la hora de la cena. Miró a través de la ventana de la habitación y vio que el cielo ya se había oscurecido.

Agarró su mochila y se despidió de su mejor amiga. Salió de camino a su casa, decidió colocarse los auriculares y escuchar algo de música para que los pocos minutos que tenía de trayecto a su casa pasaran más rápido, y en fondo para poder disipar el caos dentro de su mente y teber que no pensar en nada por un tiempo, aunque fueran solo quince minutos.

Pero falló, por más que hubiera puesto su playlist en aletorio no hacía más que aparecer canciones de amor, y en cada una que sonaba a través de sus auriculares, no podía evitar acordarse de una persona en particular.






•──•─•──•✦•──•─•──•

Hello!

Aquí tenéis este capítulo, he sacado mi lado más profundo y sentimental escribiendo esto :')

Espero que os haya gustado, muchas gracias por todo el apoyo, tanto a la gente que sigue esta historia desde hace unos meses como la gente que acaba de encontrar este fic, gracias por darle una oportunidad.╥﹏╥

Cuidaros, nos vemos en el siguiente capítulo♡

Cuidaros, nos vemos en el siguiente capítulo♡

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

˗ˏˋ eclipse ˎˊ˗

𝐘𝐨𝐮 𝐖𝐢𝐥𝐥 𝐁𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐞; kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora