𝐘𝐨𝐮 𝐖𝐢𝐥𝐥 𝐁𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐞; kookmin

Epílogo

Jungkook no podía dejar de mirar el reloj colgado en la pared, sobre la pizarra de la clase. Cada segundo que pasaba se le hacía aún más eterno. Por un momento no fue capaz de escuchar lo que su profesor de lengua estaba explicando. Suspiró y se tocó el cuello al notar dos pequeñas gotas que bajaban por su piel a causa del calor que hacía. El verano se sentía cada vez más cerca y faltaba casi nada para que se acabara el curso, y estar dentro de una clase con las ansias de poder salir al fin, además de temperaturas que parecían augmentar cada día más, hacía que la espera fuera insoportable.

Habían pasado varias semanas desde lo sucedido ese viernes en aquella excursión. Solo los árboles de ese bosque fueron testigos de ese nuevo amor verdadero y finalmente correspondido que comenzaba a florecer, pero no hizo falta tanto tiempo para que todo el mundo supiera que Jimin tenía novio, que era nada más y nada menos que Jeon Jungkook.

Sí, aquellos dos chicos que a juzgar por sus personalidades parecían agua y aceite, pero a la vez también eran dos polos apuestos que que se atraían inevitablemente y se complementaban, como las piezas de un puzzle.

Se habían convertido en aquella pareja ideal de instituto, que caminaban de la mano por los pasillos, que compartían su tiempo libre en el recreo y que se iban a estudiar juntos a la biblioteca. Que sonreían cuando estaban cerca del otro y que también solían tener sus piques y sus pequeñas discusiones tontas, pero al fin y al cabo demostraban que se querían y se miraban como si pudieran ver las estrellas del universo en los ojos del otro.

Habían personas que parecían estar conectadas, como si estuvieran hechas para estar con otra persona en especial, como si el destino hubiera planeado que se encontraran desde un principio. Jimin aprendió después de tanto tiempo que en realidad no importaba cruzarse con las personas equivocadas, aquellas que te dejan una marca y te vacían el alma, porque tarde o temprano llegaran aquellas otras dispuestas a llenar ese vacío y quererte sin ninguna  condición. 

Pero parecía que el amor no solo le sonreía a ellos dos.

Chanyeol y Baekhyun, quienes llevaban algún tiempo juntándose más a menudo y teniendo una que otra cita sin que nadie se percatara, no tardaron también en comenzar algo serio, convirtiéndose en dos pares de tórtolos que hacían subir el azúcar a cualquiera.

¿Taehyung y Yoongi? Estaba más que claro que aquellos dos chicos tan extraños y distintos el uno del otro se atraían mutuamente y no se podía decir lo contrario, pero las cosas todavía estaban en el aire. No habían hablado del tema, nada más porque no tenían ninguna necesidad de ponerle nombre a la rara relación que tenían, por el momento.

Aquel año había sido uno diferente para todos, se habían enamorado, habían comenzado a juntarse con nuevas personas y también se habían puesto en duda algunas amistades, pero los obstáculos no importan cuando se trata de una verdadera amistad.  

El grupo se había vuelto a unir. Lamentablemente aquel curso sería el último para Namjoon, Hoseok y Yoongi, quienes estaban a punto de graduarse y empezar una nueva etapa en sus vidas, por ello, antes de que las clases se acabaran, se habían prometido entre todos que, a pesar de que el año siguiente no podrían verse tan seguido, harían lo posible para seguir unidos.

 Y por eso, Taehyung tomó el valor para hablar y arreglar las cosas con Hoseok. 

El amor no siempre es correspondido, y era algo que el mayor tuvo que aceptar, por más que le doliera, pero al fin y al cabo el castaño era uno de sus mejores amigos y se negó a que eso cambiara. No sé puede elegir de quien enamorarse y Hoseok no tuvo otra opción más que resignarse, pero tampoco se puede saber con que personas puedes encontrarte en un futuro, y no se esperó que el destino también le tuviera planeado cruzarse con una chica adorable que trabajaba en el supermercado justo al lado de su casa, ni que sintiera un flechazo con tan solo verla.